El 21/02, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro bloqueó, desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 14, los principales accesos a la ciudad de Cipolletti, centrando la mayor concentración en el acceso de la calle Toschi.
El 21/02, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro bloqueó, desde las 9 de la mañana hasta pasadas las 14, los principales accesos a la ciudad de Cipolletti, centrando la mayor concentración en el acceso de la calle Toschi.
Participaron de la protesta trabajadores estatales, desocupados, jubilados, Agrupación Violeta de Unter y distintas agrupaciones enroladas en la central sindical.
La CTA decidió movilizarse en coincidencia con el lanzamiento de la fuerza política partidaria que encabeza el actual gobernador Alberto Weretilneck “Juntos somos Río Negro”, que preveía realizar un acto político en horas de la tarde en la referida ciudad.
De esta forma, la central obrera demandó un cambio profundo en las políticas del gobierno provincial y la apertura del diálogo con todos los sindicatos de base. La CTA reclama un aumento salarial digno, la incorporación al básico de todas las sumas no remunerativas, el pase a planta permanente, la derogación de la ley de la Función Pública, el cumpliendo efectivo de la Ley 4640 y la eliminación del Impuesto a las Ganancias sobre el salario de los trabajadores.
Cabe destacar que desde la Central obrera, en todo momento, se priorizó la idea de garantizar que el acto político del gobierno se desarrolle con total normalidad.
“Hoy llegamos hasta Cipolletti para decir que los trabajadores también somos Río Negro y que nos sentimos excluidos, junto al 90% del pueblo, de todas las políticas del gobierno”, señaló Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE y CTA Río Negro.
“Si no se produce un cambio rápido y profundo en las políticas provinciales, estaremos cada vez más lejos de la posibilidad de mejorar la calidad de vida de todos los rionegrinos”, destacó el dirigente gremial y disparó: “Hoy existe una gran disociación entre el discurso del gobierno y los hechos que concreta en la práctica. No se puede hablar de diálogo y consenso, teniendo las puertas de la Casa de Gobierno y de todos los despachos oficiales cerradas bajo siete llaves”.
