En unas pocas horas gua, una lluvia incesante sobre las sierras chicas de Córdoba, situadas hacia el norte. Son pueblos cercanos a la ciudad de Córdoba capital, donde viven muchos trabajadores que se trasladan diariamente.
En unas pocas horas gua, una lluvia incesante sobre las sierras chicas de Córdoba, situadas hacia el norte. Son pueblos cercanos a la ciudad de Córdoba capital, donde viven muchos trabajadores que se trasladan diariamente.
Esta zona densamente poblada, había sufrido una tremenda sequía en años anteriores, y estuvo en emergencia por falta de agua potable. A esto se le suma la urbanización creciente, y que los gobiernos desde hace muchos años están permitiendo la construcción a la vera de los ríos, generando un inmenso negocio inmobiliario que no se acompañó de planificación ni para obtener agua en épocas de sequía ni para contenerla en épocas de lluvia.
Además de la deforestación de las últimas décadas, donde se destruyeron los bosques nativos que contenían el agua. Todo esto ha sido la previa de este desastre que el gobernador De la Sota llamó “tsunami” y que la presidenta Cristina no se dignó a mencionar en la cadena nacional.
La agrupación docente Azul y Blanca del departamento Colón escribió: “Estamos absolutamente conmovidos. En unas pocas horas, puentes, vados y pasarelas dejaron el lugar en el que estaban. Las casas sufrieron anegamientos de distinto grado, llegando incluso hasta los techos. En Río Ceballos, Villa Allende, Mendiolaza, La Granja, Salsipuedes… y en tantas otras localidades y barrios, las pérdidas son incontables. Pero lo peor, son los muertos y desaparecidos, cuya cifra aún no está clara. Ha sido terrible que, otra vez, como hace 14 años, las puertas del Dique de La Quebrada fueron abiertas sin dar previo aviso… Al fenómeno climático (alrededor de 300 mm de lluvia en diez horas) se suma, como lo fue en Santa Fe, o en La Plata, la corrupción y los negociados de obras que debieran encausar las aguas o bien respetarles el cauce en nuestras localidades.
“Por ejemplo, en los últimos años han sido autorizados nuevos hospedajes, y un sinnúmero de countries, sin planificación integral y coherente. Todo en beneficio de un puñado de propietarios y del bolsillo de las autoridades que hacen “la vista gorda”. Esto ha sido objeto de reiteradas denuncias por parte de los vecinos, que no fueron escuchadas.
“Los más afectados en zonas como Saldán son los que, sin opciones a mejores terrenos, viven a la vera de los ríos y arroyos. Todo es tristeza y dasazón por estas horas. Será indispensable organizar, en escuelas y plazas, la ayuda que podamos brindar, para acompañar la organización de los vecinos que, solidariamente, haciendo de tripas corazón, exigen justicia.”
Solidaridad del pueblo
Los estudiantes de la CEPA rápidamente organizaron la colecta de donaciones para los afectados. También compañeros del PCR y de la Juventud se organizaron y fueron a ayudar a los compañeros, sus familias y vecinos inundados. La solidaridad de todos los cordobeses fue impresionante. Cientos de jóvenes organizados o no, caminaban por las calles pala en mano ofreciéndose para dar una mano. Los vecinos de las zonas altas pasaban ofreciendo comida a los que limpiaban.
Mil setecientas casas fueron afectadas, muchísimas pérdidas materiales, puentes y caminos destruidos y aunque oficialmente se reconocen ocho muertos, la gente tiene la firme certeza de que son más. Los ríos de Córdoba son así, por meses no más de un hilo de agua y en pocas horas suben hasta tres metros como esta vez. Donde no había nada, afloran nuevas vertientes, incluso dentro de las casas brotaba el agua.
Lo más notable es sin duda la solidaridad del pueblo cordobés, festivales y partidos de fútbol a beneficio, miles de donaciones, toda Córdoba se ha movilizado. El gobernador De la Sota no frenó su campaña presidencial, mostrándose operativo y solidario ante los medios, pero aunque pusiera todos los recursos de la provincia, no alcanza. Urge la ayuda nacional, ya los legisladores provinciales pidieron una audiencia a Capitanich, pero el gobierno nacional se hace rogar, hay indignación por el silencio de la presidenta ante la terrible situación.
