A comienzos de 1930, el presidente de Bolivia Hernando Siles Reyes designó embajador en Buenos Aires al Dr. José María Escalier, un prestigioso médico boliviano vinculado a un sector radical de la alta sociedad porteña y al canciller argentino Horacio Oyhanarte.
A comienzos de 1930, el presidente de Bolivia Hernando Siles Reyes designó embajador en Buenos Aires al Dr. José María Escalier, un prestigioso médico boliviano vinculado a un sector radical de la alta sociedad porteña y al canciller argentino Horacio Oyhanarte.
El gobierno argentino se mantenía neutralista, tratando de evitar la guerra entre pueblos hermanos, que parecía inmediata, impulsada por el interés de las compañías petroleras de sacar el petróleo boliviano hacia las refinerías que tenían en Argentina y desde allí comercializarlas al mundo.
El embajador interesó al gobierno argentino en una propuesta para la construcción de un oleoducto desde Tarija hasta Campana, para sacar el petróleo de la Standard Oil, que financiaría la obra.
Yrigoyen consultó con el Gral. Mosconi, presidente de YPF, quien objetó la propuesta, manifestando que se entregaría a una empresa extranjera un corredor de l.500 km para su uso exclusivo y que, además la Standard Oil exigía que los puertos sobre el Río Paraná fueran de su uso exclusivo.
Mosconi sostenía que YPF estaba en condiciones de construir esa obra y luego cobrar a la empresa extranjera por su uso y, asimismo, que los puertos debían ser operados exclusivamente por el Estado nacional. Reproducía así el interesante debate del parlamento en 1927, con mayoría radical, debate que, digamos de paso, se encuentra poco difundido.
El presidente Siles Reyes compartía el punto de vista de Mosconi, y ambos gobiernos estaban negociando con la Standard Oil, que insistía en el uso exclusivo del corredor y de los puertos.
La Standard Oil además poseía instalaciones en Aguas Blancas, una localidad de Salta, y se descubrió un oleoducto clandestino desde Bermejo en Bolivia para sacar algo del petróleo boliviano de contrabando.
El 28 de mayo de 1930 es derrocado el presidente Siles Reyes en Bolivia, instalándose una junta militar. Y el 6 de setiembre de 1930 se da el golpe contra el gobierno de Yrigoyen en Argentina. Las presiones e intereses en el campo internacional del petróleo habían jugado en ambos episodios.