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26 de marzo de 2015

Polémica sobre partido y sindicato (2)

Crónicas proletarias

 En la polémica entre socialistas, sindicalistas y la corriente nucleada en el Comité de Propaganda Gremial entre 1916 y 1917 sobre la relación entre política y sindicatos, se expresaron las posturas reformistas que compartían la dirección del PS y la de la FORA sindicalista. 

 En la polémica entre socialistas, sindicalistas y la corriente nucleada en el Comité de Propaganda Gremial entre 1916 y 1917 sobre la relación entre política y sindicatos, se expresaron las posturas reformistas que compartían la dirección del PS y la de la FORA sindicalista. 
José Fernando Penelón, dirigente obrero gráfico y futuro secretario general del Partido Comunista, desde el CPG defendió la postura de que “los centros políticos obreros pueden, deben contribuir a la organización sindical de la clase que representan”, (La Vanguardia, 14/11/1916). Esta postura confrontaba con la “neutralidad” partidaria que impulsaban los seguidores de Juan B. Justo, y con el apoliticismo de los sindicalistas.
El otro eje de la polémica era que los integrantes del CPG proponían la organización sindical “de base múltiple”: “Porque sostenemos la base múltiple se nos ha cambiado de color, de puesto. ¡Bah!. El color, el puesto, los hacen la acción más que las palabras. Si con la acción directa se mata a la organización, con la indirecta ella revive y acciona directamente”… La lucha por la mejora del salario sólo terminará por la desaparición del asalariado” decía Penelón. Esta organización se diferenciaba de las “sociedades de resistencia” en que no eran por oficio, y además se proponían resolver temas como la salud, sepelios, créditos, etc. El CPG cuestionaba la concepción del sindicato como sólo herramienta de lucha económica, y lo inscribía como un instrumento central, pero no único, de la lucha de la clase obrera por su emancipación; y para esto lo vinculaba al partido del proletariado. 
Hay que tener en cuenta que esta polémica se dio en medio del proceso que llevaría a la fundación del Partido Socialista Internacional en enero de 1918, y que los integrantes del CPG fueron uno de los componentes principales del nuevo partido. Estos gremialistas peleaban restaurar una línea marxista en el movimiento obrero, con las limitaciones que tuvieron. 
El dirigente de la FORA sindicalista, Sebastián Marotta, dispuso de las páginas del periódico socialista La Vanguardia para acusar al CPG de “divisionista”, y dio argumentos a la dirección del PS para que éste disolviera el CPG. El remate de esta maniobra lo dio el propio Juan B. Justo en un artículo en el que afirmó “El Partido Socialista no debe inmiscuirse en la organización gremial. Colectivamente sólo puede servirla desde afuera, en cuanto a las leyes, el gobierno y la administración pública atañen a la organización gremial”. Al poco tiempo, el Comité Ejecutivo socialista disolvió el Comité de Propaganda Gremial.