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13 de abril de 2015

El pasado 9/4 Diputados dio media sanción al Proyecto del Gobierno de “estatización de los ferrocarriles”, con el voto del kirchnerismo, y el acompañamiento de los bloques de la UCR, el Pro, el socialismo, el Frente Renovador y la Coalición Cívica.

Ferrocarriles: falsa estatización y mayor dependencia

Una verdadera reprivatización

El proyecto del Gobierno “crea el holding Ferrocarriles Argentinos Sociedad del Estado, compañía que absorberá y articulará tres empresas ya existentes: Sociedad Operadora Ferroviario Sociedad del Estado, la Administración de Infraestructura Ferroviaria Sociedad del Estado y la Sociedad Belgrano Cargas y Logística Sociedad Anónima. El Estado recupera la potestad sobre las vías, lo cual implica que el Estado pueda cobrar por el uso del tendido ferroviario y declara de “interés de público” la política de reactivación de los ferrocarriles”.

Como en otros temas, el kirchnerismo detrás de un relato “nacional y popular de recuperación del ferrocarril” esconde su proyecto de mantener el negocio de los grandes monopolios del transporte de cargas y de pasajeros rediscutiendo las proporciones entre ellos, permitiendo la entrada de “nuevos actores” (o sea de empresas del grupo K o asociadas a ellas) y remachando la nueva dependencia con China. Y desde ya oculta su responsabilidad en haber mantenido el esquema privatizador del menemismo durante 12 años, que llevó a la Masacre de Once, y permitió que monopolios amigos como los Cirigliano se enriquecieran con el esquema corrupto de subsidios que sumaron mas de  $ 100 mil millones en este período.

El proyecto K no es una verdadera estatización, ya que no rescinde los contratos con los privados sino que solo plantea renegociarlos. Viene a legalizar el acuerdo con China por mas de 3 mil millones de dólares para vagones e infraestructura, incluidos los durmientes de hormigón, en detrimento de la industria nacional con el cierre de Emfer y la no reactivación de los talleres ferroviarios. En esencia abre las puertas a nuevas privatizaciones y a la negociación y nuevos repartos del negocio del ferrocarril, tanto en la carga con los monopolios que manejan los granos y minerales, como en el de pasajeros con los viejos grupos concesionarios como Roggio-Metrovías y Romero-Ferrovías, con el papel preponderante de los imperialistas chinos.

El artículo 2° plantea “la administración de la infraestructura por parte del Estado y la participación pública y privada en la prestación y operación de los servicios de transporte”. Con lo que de inicio queda planteada la participación de los privados en el servicio de trenes. Queda mas claro aún con el fundamento del apoyo del PRO en boca del macrista Federico Sturzenegger: “la ley reactivará la inversión privada y pública" y “que bien podría llamarse para incrementar la participación privada en el transporte ferroviario”.

La ley plantea la renegociación de los contratos de concesión del servicio de cargas (Nuevo Central Argentino- Aceitera General Deheza, Ferroexpreso Pampeano-Techint y Ferrosur Roca-Camargo Correa). Y en el art. 6° mantiene la Sociedad Belgrano Cargas y Logística S.A. (con participación de los chinos), que abarca 13 provincias y todo el corredor de la soja. Por otro lado “la apertura de la red nacional a cualquier operador ferroviario que quiera movilizar cargas en el sistema”. Para lo que el PEN deberá crear un “Registro de Operadores de Carga”. Es decir, mantiene el negocio de los monopolios exportadores, pero incluyendo la posibilidad de “nuevos actores” y el uso de las vías de quienes no tienen la concesión.

Por otro lado, en su art. 15 permite “La gestión de los sistemas de control de circulación de trenes y el mantenimiento de la infraestructura ferroviaria por terceros o asociados a terceros”. Con lo que se asegura el negocio de las tercerizadas, con miles de trabajadores precarizados que realizan tareas ferroviarias y deberían pasar a Convenio, manteniendo el negocio de grupos como Roggio y Romero, como concesionarios y/o contratistas del Estado.

Por todo esto es necesario salir a confrontar, en lo que será un gran debate en la masa, contra la “Nueva Ley” de falsa estatización y verdadera renegociación y nueva privatización del Kirchnerismo. Porque con esta ley ni el país recupera los ferrocarriles, ni el pueblo va a viajar en forma segura.

Por eso vamos a continuar la lucha que vienen llevando adelante los Familiares de Once por Justicia, los ferroviarios del Sarmiento y su Cuerpo de Delegados, las asociaciones de usuarios, y todas las fuerzas del campo popular como el PTP, el PCR y el Frente Popular que planteamos la única salida para recuperar los trenes y tener un servicio seguro y eficiente: una verdadera estatización de todo el servicio ferroviario, integrado, donde el Estado tenga el control estratégico del transporte de carga, y que este subsidie al de pasajeros, bajo gestión y control efectivo de sus trabajadores y usuarios.