La Reforma Universitaria, ese movimiento nacido en la Universidad de Córdoba impulsado por los estudiantes, sacudió las estructuras reaccionarias de esa casa de estudios, y contó con la simpatía inicial de vastos sectores obreros y populares.
La Reforma Universitaria, ese movimiento nacido en la Universidad de Córdoba impulsado por los estudiantes, sacudió las estructuras reaccionarias de esa casa de estudios, y contó con la simpatía inicial de vastos sectores obreros y populares.
Miguel Contreras, uno de los fundadores de la Federación Obrera Local de Córdoba y del Partido Socialista Internacional, luego Partido Comunista, cuenta que ya en los meses previos al 15 de junio de 1918 -cuando estalló la gran lucha que volteó al Rectorado e impuso una serie de reformas democráticas particularmente la participación estudiantil en el gobierno de la universidad- los estudiantes se reunían en el local obrero: “En la asamblea de la Federación Obrera Local, con la presencia de delegados de todos los sindicatos existentes entonces, se discutió la cuestión que plantearon los compañeros estudiantes. Luego que hablaron los delegados estudiantiles, en nombre de la Federación Obrera Local debimos explicar que este movimiento merecía todo el apoyo de la clase obrera y que se trataba de una nueva capa estudiantil que se levantaba para luchar contra la oligarquía, estudiantes totalmente distintos de los que en 1910 habían asaltado los locales obreros…”. En esta cita se expresa que entre la dirigencia obrera había desconfianza hacia los estudiantes, por cómo habían sido utilizados durante la represión del Centenario de la Revolución de Mayo.
Larga es la historia de encuentros y desencuentros entre el movimiento obrero y el estudiantil, y como se comprobaría pocos meses después, cuando estalló esa gigantesca pueblada de enero de 1919. La Federación Universitaria de Córdoba –que en octubre de 1918 “aplaudía” al presidente Hipólito Yrigoyen y lo invitaba a inaugurar personalmente “la nueva era universitaria”- criticó la feroz represión ordenada por el gobierno. En cambio la Federación, Universitaria Argentina publicó, el 19 de enero de 1919: “Acusaríamos ingenuidad o ceguera si sólo fuéramos a ver en los acontecimientos luctuosos de esta capital, simples reivindicaciones de la clase trabajadora en uso de legítimos derechos, cuando los propios medios empleados y las declaraciones de los gremios respectivos, están evidenciando la existencia de tenebrosos designios, que, a la sombra del obrero, pueden entrañar la anarquía y la revolución social…”. El documento lo firmaban Osvaldo Loudet, presidente de la FUA, y conocidos dirigentes reformistas como Julio V. González (La Plata), Gregorio Bermann (Córdoba), y Gabriel del Mazo (Tucumán). (Citado en Nuestra patria vasalla, de Liborio Justo, tomo 4, pág. 192-193).
