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15 de abril de 2015

El Partido Comunista durante el primer peronismo

Breves de la historia argentina

 El número 5 de la revista Archivos, de setiembre del 2014, publica estudios sobre el PC en ese periodo histórico del peronismo. Desde esta columna tenemos críticas y diferencias hacia la mayoría de los artículos, dado que algunos autores buscan el origen de los errores y traiciones cometidos por el PC en lo que ellos llaman “etapismo stalinista”, con lo cual crean una etiqueta rotular que explica mucho menos de lo que juzga. Este método diluye las consecuencias políticas del revisionismo y, alejado de la dialéctica, fabrica una explicación deductiva, según la cual todos los errores se atribuyen a este pecado original.
Aclarada esta diferencia, valoramos que la revista difunda algunos archivos de la internacional, que se encuentran en El archivo Estatal Ruso de historia social y política (Rgagspi por sus siglas en ruso), de San Petesburgo, así como algunos documentos que se encuentran en los archivos del PCA. Precisamente, de estos últimos Silvana Staltari reproduce partes de un informe mecanografiado del 13 de noviembre de 1952, en una reunión del Comité Ejecutivo, una intervención de Arnedo Álvarez o Juan José Real (la autora no aclara quien lo expresó), que cuenta la siguiente anécdota “Dos jóvenes comunistas contactaron a un joven peronista de origen misionero, el joven los invita a su casa en Avellaneda, a cada rato saca el tema de su casa, que ahora él tiene su casa, tiene orgullo de haber construido su vivienda, cuando llegan es de chapa, un joven comunista le comenta ‘qué mal viven aquí, entre el barro, sin agua, sin higiene’ el joven peronista le contesta ‘Sí compañero, pero en Misiones yo vivía mucho peor y la casa no era mía’”.
Difundida esta anécdota queda claro en el caso concreto las dificultades políticas de algunos militantes comunistas para integrarse con las masas peronistas, la incomprensión de su corazón y sus sentimientos políticos.
Es evidente que estas cosas se conocían y discutían en la cumbre, pero el revisionismo, la ausencia de debates en todo el partido, el reformismo y el paulatino vaciamiento ideológico, llevó a un estancamiento partidario y dificultó el reencuentro con el movimiento obrero, produciéndose la pérdida de toda la influencia política en el movimiento obrero que los comunistas habían logrado armar en periodos anteriores.
Al mismo tiempo, estas anécdotas se discutían, sin poner en tela de juicio haber integrado una alianza electoral antiperonista en febrero de 1946, y mucho menos la línea general browderista (por Earl Browder, secretario general del Partido Comunista de los Estados Unidos hasta 1946 y partidario de una alianza “duradera” de los comunistas con el imperialismo yanqui) que el partido aplicó con entusiasmo durante esos años. Así la pretendida autocritica del 11 Congreso del PC de agosto de 1946, se transformó en formal y poco profunda.