Nardulli expresó que “Tenemos muy poco tiempo y pocos recursos. En nuestros barrios salimos con un volante que recoge varias problemáticas.
Nardulli expresó que “Tenemos muy poco tiempo y pocos recursos. En nuestros barrios salimos con un volante que recoge varias problemáticas.
“Además de buscar el voto y la afiliación, buscamos el compromiso de la gente para cambiar la situación en la que vive. Lo que le decimos a la gente es: a la Comuna no entra el Tano sino que entramos todos. La propuesta es: vengan, nos organizamos para resolver los problemas de los barrios que hacen a la salud, la vivienda, la seguridad, el gatillo fácil, el paco.
“Tenemos una pelea concreta ya que la mayoría de los vecinos son inmigrantes bolivianos, peruanos, paraguayos. Logramos empadronar a un montón de compañeros, pueden votar en la Ciudad pero no pueden afiliarse. Es una discriminación que los compañeros inmigrantes no puedan estar en un partido. En esta experiencia los compañeros no solo participan de la lucha política para conseguir cosas, sino que al hacerse cargo de esta campaña, se les abrió un universo distinto.
“En nuestra zona, donde están los bolsones de pobreza más grandes de la Ciudad, con villas y barrios carenciados, familias en situación de calle, el hambre y la pobreza fueron creciendo. La gente que se alejó cuando consiguió una changa hoy vuelve; cuando quisieron romper la CCC en la zona éramos cerca de cien personas, en este momento somos más de 400.
“La lucha del Indoamericano sirvió para mostrar la falta de vivienda, pero la respuesta de los dos gobiernos -de la Ciudad y nacional- fue crear un Ministerio de Seguridad. La Metropolitana metió cámaras por todos lados, tenemos batallones de gendarmería en nuestros barrios y lo que menos hacen es resolver el problema de la seguridad: en vez de meterse con los transas y las cocinas, se meten con los pibes víctimas de la droga. Para sacar la droga del barrio tenemos que traer al barrio: trabajo, educación, deporte y recreación. Conformar talleres de oficio con salida laboral, centros de rehabilitación de las adicciones.
“Este gobierno de la Ciudad entregó hectáreas para hacer el polo farmacéutico que es altamente contaminante; el cementerio de autos y un hospital sin terminar. La tierra tiene que dejar de ser un negocio de ambos gobiernos, tiene que cumplir una función social, donde se hagan viviendas populares”.
Villa 31 y 31 Bis de Retiro
Por su parte, Norma Colque nos contaba “soy de la CCC de la Villa 31 y 31 Bis, y candidata a legisladora por la Comuna 1. Nuestras necesidades son muchas, la primera y principal es vivienda, tierra, la urbanización de la Villa, luz, agua y cloaca. Porque las otras cosas, de a poquito las vamos solucionando con marchas, piquetes, pidiendo y juntando con los vecinos. Tampoco tenemos los títulos de nuestras tierras. Nadie se quiere ir a vivir a otro lado, nosotros queremos vivir dignamente como todo el mundo lo hace.”
Mónica Fernández, delegada de manzana de la Villa 31 , barrio Comunicaciones, agregaba: “Las calles están deterioradas, hay que hacer todo de vuelta porque se hizo todo mal, de hecho hay en este momento un nene internado en el hospital, luchando por su vida porque cayó a un pozo. La sala sanitaria no da abasto: cuando vas a sacar un turno te tenés que volver a tu casa porque no hay más”.
Norma cuenta que en medio de la campaña electoral siguen con las afiliaciones al PTP: “Todos los sábados vamos a la feria y casa por casa a afiliar. Viene difícil pero la gente se convence y nos da la firma. Acá hay muchos punteros políticos. Nosotros no ofrecemos nada más que un puesto de lucha. No ofrecemos plata, por eso viene difícil. Los punteros políticos, obvio que dan plata “votá a éste, te doy cien. Votá a éste, te damos un bolsón de mercadería”. Nosotros el bolsón de mercadería lo conseguimos luchando”.
A la hora de mencionar los problemas principales, Norma es categórica: crece el hambre y la droga. “En nuestro merendero cada día se acerca más gente, se nota el hambre en el barrio. Mucha gente grande se está acercando, sin trabajo. Otro problema es que esto es terreno libre para la droga. A los jóvenes hay que darles un puesto de trabajo.
Entre las propuestas más importantes, Norma habla de la necesidad de un centro cultural para los jóvenes, “con proyectos para los de 16 a 25. Sabemos que hay, pero no nos quieren dar. Los chicos tienen que seguir estudiando. Nosotros queremos ser los intermediarios para que los chicos puedan acceder más rápido a esas becas”. Mónica agrega: “Queremos también la ampliación de nuestras salitas, que pongan más ambulancias en el barrio porque no dan abasto”.
Norma agrega que otra necesidad es un generador más de energía “porque el barrio se amplió y cada vez se va a ampliar más por la crisis. Nosotros vemos cada vez más gente de clase media que se viene a alquilar acá una pieza por mil pesos en el barrio porque es más barato que alquilar en el centro. Son gente que alguna vez tuvo un departamento y lo perdió porque no puede pagar”.
