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22 de abril de 2015

La situación de los lecheros

Rafaela, provincia de Santa Fe

Rafaela y el departamento Castellanos constituyen el núcleo de la cuenca lechera más importante de nuestro país. La producción láctea en la zona se encuentra concentrada en 4 empresas. En Sunchales, la principal empresa del país (Sancor) trabajan aproximadamente 1.500 obreros. En Rafaela se ubican Ilolay y Saputo (La Paulina) que suman alrededor de 1.300 empleados. En Lehmann (un pueblo ubicado a 6 km) encontramos a Verónica  de menor tamaño.
 La Asociación de Trabajadores de la Industria Láctea de la República Argentina (Atilra) es dirigida a nivel nacional por Héctor Luis Ponce, oriundo de la ciudad de Sunchales. Este gremio a pesar de comprender en su gran mayoría a trabajadores alcanzados por el impuesto al salario no viene acompañando los sucesivos paros nacionales. Cabe destacar que su conducción es una de las más afines al gobierno de Cristina Fernández.
A fines del año pasado un grupo de trabajadores de la rama presentó un pedido formal ante el Sindicato para que intervinieran de alguna manera contra el impuesto a las ganancias que venía castigando duramente los salarios. La respuesta fue aprietes y persecución.
El paro del 31/3 los encontró en la misma situación: los trabajadores de un lado y el sindicato y el gobierno del otro. A pesar de eso, más de 50 obreros de distintas fábricas decidieron autoconvocarse en la plaza 25 de Mayo.
 Desde el PCR y el PTP Rafaela decidimos acompañar la protesta y conversamos con uno de los obreros autoconvocados.
 
—Contame de qué rama de la producción son
—Nosotros somos obreros lácteos y estamos acá por el tema del impuesto a las ganancias que nos afecta en forma desmedida el sueldo.
 
—¿Qué definición ha tomado Atilra en relación a este reclamo?
—El dirigente dijo que ellos están en contra del impuesto, que el impuesto es confiscatorio, que esto que aquello, pero no vimos ningún tipo de medida. Nosotros teníamos ganas de presentarle un proyecto el año pasado pero lo único que recibimos fueron represalias.
 
—¿Cómo es la situación de los obreros dentro de la fábrica?
—Por ejemplo nosotros tenemos en distintas fábricas padres e hijos trabajando. Padres que tienen 30 años de antigüedad están ganando lo mismo que el hijo que tiene 10 años. Hay chicos que recién empiezan que están ganando lo mismo que gente que hace mucho que está trabajando. Las horas que hacemos de fin de semana, las horas nocturnas, las horas feriado vamos a trabajar gratis porque eso nos come todo el impuesto. Eso nos parece injusto.
 Yo entiendo el reclamo de los bancarios que trabajan de lunes a viernes, ellos están indignados, imagínate nosotros que trabajamos los fines de semana y hacemos el esfuerzo de estar alejados de nuestras familias. Antes íbamos un poco tristes porque era fin de semana pero pensábamos que por lo menos íbamos a poder hacer algo por nuestra familia. Ahora vamos gratis y ya no tiene más sentido.
 
—¿Cómo piensan seguir?
—Mirá, nosotros somos trabajadores y aprovechamos esta medida del paro nacional para sumarnos y apoyar a los gremios que la están organizando. Esperamos que nuestro gremio tome cartas en el asunto porque a mí me parece que nos tendrían que representar a nosotros y no al gobierno.