Las elecciones en la ciudad de Zapala ya nos habían anunciado la polarización y tracción de votos. Esto volvió a expresarse en las elecciones provinciales. Entre el Movimiento Popular Neuquino, el Frente para la Victoria, y el quiroguismo de Nuevo Compromiso Neuquino junto al PRO, y sus múltiples colectoras, más los votos blancos y nulos (6%), lograron más del 93% de los votos.
Las elecciones en la ciudad de Zapala ya nos habían anunciado la polarización y tracción de votos. Esto volvió a expresarse en las elecciones provinciales. Entre el Movimiento Popular Neuquino, el Frente para la Victoria, y el quiroguismo de Nuevo Compromiso Neuquino junto al PRO, y sus múltiples colectoras, más los votos blancos y nulos (6%), lograron más del 93% de los votos.
El 7% restante se repartió entre 5 fuerzas: el FIT sacó el 3,5% a gobernador y cerca del 4,5% a diputados. La Coalición Cívica–ARI, el MST, el Frente Popular y el MAS, se llevaron el resto de los votos.
A nivel provincial el Frente Popular obtuvo el 1%, 3.157 votos, con una buena elección en la ciudad de Centenario donde obtuvimos el 4% de los votos a intendente y concejales.
Teníamos mayores expectativas sobre los resultados; no fue una buena elección. Evidentemente no fuimos en esta elección una herramienta que le sirviera a un importante sector del pueblo para golpear las políticas entreguistas y de ajuste del gobierno nacional y provincial.
Es cierto que es la primera vez que nos presentamos como Frente Popular en una elección provincial y teníamos que instalarlo y hacer conocer nuestro frente, que no es poca cosa. Pero también es cierto que cada elección es distinta y la lucha política electoral tiene sus propias leyes.
Hicimos una gran campaña, a puro pulmón, con la dedicación y militancia de compañeras y compañeros, sin propaganda oficial gratuita.
Realizamos una intensa propaganda con nuestras propuestas en muchas ciudades y pueblos, algunos de ellos de importancia estratégica como Zapala, El Chañar, Rincón de los Sauces, Neuquén Capital y Centenario.
Enfrentamos a los que hoy representan la entrega en Neuquén, los que acuerdan con los grandes monopolios, como Chevron, Exxon, Sinopec, Schlumberger y otros, con todo su aparato electoral, y con la disposición de todos los recursos económicos tanto del Estado provincial como el nacional, representado en el sapagismo del MPN, con su candidato Gutiérrez, y el kirchnerismo, con Rioseco.
Tenemos muchísimo para cosechar
Tenemos el orgullo de decir que denunciamos y enfrentamos a los poderosos, hicimos política, y con mayúscula, con lo que son los problemas de nuestro pueblo.
Hablamos del pacto con Chevron, de cómo la droga nos roba el futuro de los jóvenes. Hicimos el primer acto de protesta y lanzamiento nacional denunciando la instalación de la base militar china. Advertimos la complicada situación que hoy atraviesan la actividad y los obreros del petróleo, con riesgo de cientos de despidos. Hablamos de la falta de tierra para los pueblos originarios y la falta de vivienda.
Hablamos con todo el respeto que le tenemos a nuestro pueblo, y planteamos cómo resolver estos problemas.
En este proceso hemos sembrado muchísimo, el haber intervenido en la lucha política electoral nos permitió extender los vínculos con muchos sectores del pueblo y nos extendimos en nuestro trabajo territorial y en lugares de trabajo donde queríamos llegar.
Propagandísticamente fue la campaña más intensa que realizamos hasta ahora.
El Frente Popular comenzó a instalarse en la provincia. Tenemos por delante elecciones municipales en varias localidades y las PASO de agosto, donde impulsaremos la propuesta con Víctor De Gennaro presidente. Este Frente vino para quedarse. Con el empeño y la militancia con que trabajamos hasta ahora, trabajaremos para que encarne y sea un instrumento de las masas populares.
