Tras infructuosas negociaciones con el gobierno del presidente Santos y su ministra de Educación Gina Parody, el 22 de abril los trabajadores de la educación de Colombia iniciaron un paro nacional indefinido que había decidido la Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación). Con gran participación y masiva adhesión comenzó la lucha que hoy continúa a pesar de los intentos del gobierno durante este fin de semana.
Tras infructuosas negociaciones con el gobierno del presidente Santos y su ministra de Educación Gina Parody, el 22 de abril los trabajadores de la educación de Colombia iniciaron un paro nacional indefinido que había decidido la Fecode (Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación). Con gran participación y masiva adhesión comenzó la lucha que hoy continúa a pesar de los intentos del gobierno durante este fin de semana.
Toda Colombia fue conmovida por la multitudinaria marcha del magisterio colombiano del lunes 27 de abril en las calles de Bogotá. Ocupó unos cuatro kilómetros y los dos carriles de la Avenida 26. Delegaciones de departamentos de todo el país, realizaron largos viajes para unirse a la gran toma a Bogotá. Decenas de miles de maestros y maestras de Colombia se congregaron en la Capital a partir de las 9 en el Parque Nacional y marcharon hacia el Ministerio de Educación.
El 29, se realizaron cacerolazos desde temprano por la mañana. En Bogotá, nuevamente hubo una multitudinaria movilización que llegó hasta el Ministerio de Educación. También hubo marchas en otras capitales con un cacerolazo contra la posición intransigente del gobierno nacional y su ministra de Educación en negociar con sus docentes, que se mantuvieron durante seis horas. Han recibido adhesión de sectores agrarios, de los estudiantes y de la CUT que reclamaron por la apertura de una negociación y soluciones a los pliegos agrarios, de salud, educación y camioneros. Durante el 30 de abril por la mañana realizaron caravanas con todo tipo de vehículos y al atardecer marchas de antorchas en diferentes lugares en todo el país. Participaron en los actos del 1º de Mayo.
Expresaba en una carta la docente Alexandra Montenegro Gómez: “Quiero decirle a usted y al presidente Santos que la paz es un significante vacío si no pasa por una educación digna para el buen vivir. No hay ni habrá paz en Colombia si no se dignifica el ejercicio docente y no se trabaja en la construcción de un sistema educativo que garantice la justicia social. No hay ni habrá paz, ministra, si los docentes y estudiantes no tenemos permiso de decidir sobre la educación.”