En el 2014 los trabajadores, producto de la crisis internacional y el ajuste que descarga el gobierno de CK y las patronales, sufrimos 450 mil despedidos en todo el país (según los datos oficiales). Esto en la zona norte del Gran Buenos Aires tiene fuerte impacto, y es una gran preocupación la cantidad de suspensiones, despidos y en algunos casos cierre de fábricas. Los compañeros preguntan si “es posible enfrentar el ajuste” y “si es posible ganar”. No es un debate estéril entre el activo, sino una preocupación concreta de la masa.
Durante un tiempo predominaron luchas afuera de las fábricas (donde el trabajador no maneja el botón verde y rojo de las maquinas), y movilizaciones en la Panamericana o la 9 de Julio (mientras la fábrica produce). Algunas fuerzas como el PTS empujan este camino de sacar los conflictos afuera, donde es escasa la participación de los trabajadores y donde no se toca donde más le duele a las patronales: la producción. Conocimos FATE, Kroemberg, Liliana, Pepsico, Jabón Federal, Pilkingston, Dana, Shell, Paty, Gestamp y WorldColor, que hace unos días anunció despidos masivos a 280 compañeros y cierre de planta (Parque Industrial de Pilar).
Dos caminos
Lear Corporation es una multinacional yanqui que se dedica al negocio de la fabricación y distribución de sistemas eléctricos de asientos para automóviles, tiene 221 fábricas en 36 países en el mundo. En Pacheco, Tigre, tiene una de sus plantas, donde trabajaban 650 compañeros, y provee mazos de cables para fábricas como Ford.
“Pasando en limpio” quedaron 350 despedidos (más del triple que en Kraft en el 2009), el Smata (del jerarca sindical de Pignarelli) eligió a dedo una nueva Interna en 5 minutos y sin ningún tipo de elección y por si fuera poco ¡la anterior Interna terminó arreglando antes que los despedidos! Hoy en día vemos a la Policía Bonaerense que no se retiró del predio de la empresa. Todo esto sin firmar ningún “acta acuerdo”. Lo que parecía “indomable” sólo fue funcional a la patronal. Fue un golpe durísimo para los compañeros que tienen que pagar el ajuste adentro de la fábrica frente a la patronal revanchista que barrió con todo. Es doloroso porque sienta un precedente y cierra un ciclo, así el ajuste pasa sin pena ni gloria. ¡Este camino es de derrota!
Como decía un compañero de la fábrica “a veces tiene que pasar el tiempo para darnos cuenta de que nuestra lucha fue justa”. La histórica lucha de Kraft del 2009 marcó otro camino para enfrentar la crisis. Fue una lucha dura y larga, una toma virtual con 38 días de paro con la unidad de los 3.000 compañeras/os adentro de la fábrica, en asamblea y con el cuerpo de delegados por sector, garantizando la unidad y la democracia, y con la firmeza de una Comisión Interna clasista. Recibimos la solidaridad de todo el país el día de la represión (con más de 100 cortes de ruta), y con la lucha conseguimos frenar el revanchismo de la patronal. Hoy, con el conflicto de Lear fresco, queda claro que obligamos en Kraft a firmar un acta que en aquel momento hizo reincorporar a 70 compañeros (recordemos que Kraft despidió a 152 compañeros y tenía un plan de echar a 750); obligó a retirar la policía de la fábrica; reconocer a la Comisión Interna y hacer las elecciones, a no despedir ni suspender, mantener la estabilidad de los turnos (querían eliminar el Turno Noche) y rever la situación de los despedidos. Muchos seguimos peleando la reincorporación.
Qué distinto es cuando los dirigentes son consecuentes con lo que dicen, como Ramón Bogado, que, a pesar de la millonada de plata que le ofrecieron volvió a su puesto de trabajo y no arregló. Eso es verdaderamente de clasista.
También la lucha de los obreros de Emfer, Molinos Río de la Plata y el Astillero Río Santiago, son ejemplos actuales de que con el protagonismo del conjunto de los compañeros es posible ganarle a las patronales y enfrentar la crisis. Por eso, entendemos que este es el camino y que es posible ganar.
Pablo Vega
Despedido de Kraft- Mondelez en 2009, en juicio por reinstalación
