Las mujeres argentinas, venimos luchando para terminar con las causas de nuestra doble opresión uniendo nuestros reclamos a los del conjunto del pueblo. Porque la política del gobierno de CK descarga la crisis sobre el pueblo, agudizando la opresión que padecemos, tanto la de clase como la de género. Nuestra problemática está estrechamente ligada a la agudización de la crisis. Crisis que a las mujeres nos atraviesa el cuerpo y en el peor de los casos nos mata.
Producto de la lucha de tantos años, conseguimos la sanción de la “Ley nacional 26.485 de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos que desarrollan sus relaciones interpersonales” la realidad es que hoy, esta conquista se convirtió en letra muerta y el responsable principal de esta situación es el gobierno de CK que destina sólo 0,00027% del presupuesto nacional para la implementación de políticas contra la violencia hacia las mujeres. Este porcentaje representa $0,80 aproximadamente, por cada mujer de nuestro país.
Nos resulta imposible pensar que con esas migajas se puedan garantizar los derechos establecidos en la Ley conquistada, como ser: atención coordinada con el área de salud que brinde asistencia médica y psicológica, atención coordinada con el área social que brinde los programas de asistencia destinados a promover el desarrollo humano, programas de asistencia económica para que la mujer pueda valerse por sí sola, acompañantes comunitarios para el sostenimiento de la estrategia de autovalimiento de la mujer, centros de día para el fortalecimiento integral de la mujer, instancias de tránsito para la atención y albergue de las mujeres que padecen violencia en los casos en que la permanencia en su domicilio o residencia implique una amenaza inminente a su integridad física, psicológica o sexual, o la de su grupo familiar, debiendo estar orientada a la integración inmediata a su medio familiar, social y laboral. Estos son algunos de los derechos que nos niega el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales.
Una mujer muerta
cada 30 horas
Sólo en el año 2014, según el observatorio de la Casa del Encuentro, han muerto 277 mujeres víctimas de femicidios: una mujer muerta cada 30 horas. Hablamos de mujeres que perdieron su vida por su condición de ser mujer en manos de hombres que las consideran de su propiedad, mujeres quemadas, mujeres golpeadas, mujeres de nuestro pueblo asesinadas y que lo único que reciben de los gobernantes es indiferencia. La respuesta a esa indiferencia está en manos de nuestro pueblo y no se hace esperar, como lo demostró la multitudinaria marcha que se realizó en Rufino pidiendo justicia por el femicidio de Chiara Páez, una niña embarazada de 14 años, golpeada y enterrada viva.
Pocos días antes del dolor y la bronca que nos generó el femicidio de Chiara nos conmovíamos por el asesinato de Gabriela Parra, en manos de un acosador, a plena luz del día en una confitería frente a los ojos de la gente presente con total impunidad. Son las mujeres de nuestro pueblo las que engrosan la dolorosa lista de víctimas de violencia.
El pueblo dice basta y a través de las redes sociales se convoca para el 3/6 a una marcha en el Congreso Nacional y en las plazas y centros de todo el país, bajo la consigna #Ni una menos. Desde el Partido del Trabajo y del Pueblo nos unimos a la convocatoria y continuamos en la lucha para que el gobierno nacional se haga responsable de las mujeres muertas, violadas, golpeadas, secuestradas por las redes de trata y castigadas por el hambre y la falta de trabajo. Repudiamos a los funcionarios del gobierno, como Aníbal Fernández, que intentan adueñarse de esta convocatoria y los responsabilizamos por la grave situación que atravesamos. Basta de hipocresía.
El 3/6 salimos a las calles
y exigimos:
- Basta de femicidios. ¡Ni una muerta más ni una mujer menos!
- Aplicación efectiva de la Ley 26.485 declaración de la emergencia en violencia sexual y doméstica ya.
- Desmantelamiento de las redes de trata.
- Cárcel a los violadores y femicidas.
- Basta de muertes por abortos clandestinos. educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
