Grecia fue uno de los países más afectados cuando la crisis económica internacional se trasladó de EEUU a Europa. Los gobiernos europeos tenían un exceso de endeudamiento e impusieron en consecuencia mayores “ajustes” sobre sus poblaciones. Estos ajustes produjeron un deterioro en el consumo y la inversión, una recaída de la actividad productiva y nuevos aumentos en la desocupación. La capacidad de endeudamiento de los estados no es ilimitada, lo que se puso de manifiesto con la crisis en Grecia, que estalló ya hace más de cinco años.
Esta crisis griega, puso a su vez en crisis al Euro. Toda la economía de Europa se vio afectada y se generó una oleada de pánico mundial. La Unión Europea creó un fondo para auxiliar a los países europeos en dificultades e intentar proteger el Euro. Los países del sur de Europa: Grecia, España, Portugal, fueron los más afectados, también Irlanda y Hungría.
La Unión Europea está integrada por 27 países. Algunos son países imperialistas, grandes y chicos, y otros países dependientes, como Grecia, Portugal, Irlanda, etc. Los programas de la Unión Europea y el Banco Central Europeo impuestos a países más chicos como Letonia, Grecia, Portugal, Rumania, etc, descargaron la crisis sobre las masas.
La deuda de Grecia equivalía en 2010 al 113% de su producto bruto interno. Es decir, cuatro veces superior al de la Argentina cuando el default del 2001.
La llamada troika: Unión Europea, Banco Central Europeo y el FMI exigieron a Grecia un brutal ajuste: rebajas salariales, despidos de empleados públicos, recortes en el sistema de salud pública, entre otras medidas, para suministrarle fondos que impidieran el default. Pasaron a exigir que la prioridad absoluta en el presupuesto fuera el pago de la deuda. De hecho Grecia perdió de esta forma totalmente su soberanía y se transformó en una colonia financiera. Ninguno de los sucesivos ajustes resolvió la situación. Por el contrario, la fue agravando. Las medidas votadas por el parlamento griego en febrero de 2012 establecen por ejemplo que la prioridad presupuestaria debía ser el pago de la deuda.
En estos años de ajuste, la situación del pueblo griego se agravó dramáticamente. Se calcula que un 20% de la población pasó hambre en los últimos años. Las condiciones de salud empeoraron. Se denunció que una parte de los niños padecen de “inestabilidad alimentaria”. Aumentó el número de suicidios. KOE (Organización Comunista de Grecia) definió la situación como una “catástrofe humanitaria”
Pero nada de esto pasó sin lucha. La clase obrera y el pueblo griego han sido en los últimos años y continúan siéndolo el centro de la resistencia al ajuste en Europa. Centenares de miles de personas realizaron grandes huelgas generales, manifestaciones, cortes de ruta, ocupaciones de establecimientos públicos, etc. Enfrentaron la represión de las fuerzas especiales del gobierno títere del banquero Papadimos, represión que alcanzó incluso a figuras emblemáticas, como Manolis Glezos, héroe de la resistencia al fascismo y el músico Theodorakis. Pero a pesar de esta resistencia, no se logró un triunfo popular.
Ante la crisis política que se desarrolló, KOE llamó a la constitución de un frente político y social para la salvación del pueblo y del país, que impidiera que se pague la deuda externa y permitiera el establecimiento de una democracia real, independencia nacional y reconstrucción productiva.
El pueblo griego ha contó con la solidaridad internacional en estas luchas.
La constitución de Syriza no puede comprenderse al margen de este proceso. Syiriza, cuya traducción al castellano es Coalición de la Izquierda Radical, está integrada por diez organizaciones, unificadas en un órgano de dirección donde se votan las decisiones fundamentales. Entre ellas la mayoritaria es Synaspismós, ( Coalición de la Izquierda, los Movimientos y la Ecología),a la que pertenece Alexis Tsipras, el actual primer ministro. Integran también Syriza la Organización Comunista de Grecia (KOE) con la que el PCR tiene relaciones fraternales, y otras organizaciones de izquierda, ecologistas y trotskistas.
Syriza logró ser la primer fuerza en las elecciones de Enero de este año, y quedó a sólo dos representantes para tener la mayoría absoluta en el parlamento. Grecia tiene un régimen parlamentario. Así, en coalición con otra pequeña fuerza que se había pronunciado contra el ajuste, logró formar gobierno. Alexis Tsipras fue designado primer ministro. Esto despertó una gran esperanza no sólo en Grecia, sino en toda Europa, alentando las luchas y los procesos en otros países. Simultáneamente, los gobiernos de los países imperialistas que hegemonizan la Unión Europea particularmente Alemania, se sintieron amenazados por lo que podría ser una oleada extendida a toda Europa.
El nuevo gobierno lanzó el 8 de febrero 11 medidas en el denominado “Plan de Salónica contra la pobreza y la exclusión”, que forman parte del programa de Syiriza . Entre las medidas más importantes se encuentra la disposición de dar ayuda alimentaria y electricidad gratuita a 300.000 familias –hay que tener en cuenta que las empresas proveedoras vienen cortando el servicio por falta de pago al menos a 30.000 personas por mes. Junto a estas medidas, se ha resuelto una suba gradual del salario mínimo desde los 586 euros actuales hasta los 751 euros. En España el salario mínimo es de 648 euros. Junto con esto, el primer ministro anunció la suspensión de los desalojos hipotecarios.
Se han tomado medidas que hacen a reducir gastos superfluos de gobierno, como la venta de uno de los aviones presidenciales y la reducción a la mitad de la flota de coches. Los ministros viajan en clase económica cuando tienen que participar en negociaciones en Europa.
Una de las medidas más reclamadas por el pueblo griego fue la reincorporación de empleados públicos despedidos en los últimos tiempos por exigencia de la troika. Se calcula que son cerca de 3.500 personas, entre ellas las 595 empleadas de la limpieza del Ministerio de Finanzas que llevaban más de un año protestando por su despido, lucha que es emblemática contra el ajuste. Además se reabrirá la televisión pública, cerrada en el 2013 por el gobierno de Samaras.
Con respecto a la salud, se derogó la exigencia del pago de cinco euros que los griegos deben pagar para ser atendidos cada vez que acuden a un hospital y de un euro por cada receta médica, en el camino de una sanidad universal y gratuita.
Se anunció que se derogarían medidas como la venta o alquiler de hasta 70 islas para atajar el déficit, la venta a capitales chinos del puerto del Pireo, y la venta de una parte de PPC, empresa propiedad en un 51% del gobierno que controla la mayor parte del mercado minorista de electricidad en Grecia.
El “Plan de Salónica” se completa con el otorgamiento de la nacionalidad griega para hijos de inmigrantes (medida tomada pese a la oposición del partido nacionalista con el que Syriza se alió para poder formar gobierno), la recuperación de la paga extraordinaria para pensiones de menos de 700 euros, eliminada por el gobierno de Antonis Samaras, y medidas de lucha contra la evasión fiscal, exceptuando del impuesto a la renta a aquellas personas con ingresos menores a 12.000 euros anuales.
Pero estas medidas, que obviamente implican cambios presupuestarios, principalmente disminuir el pago de la deuda, quedaron en suspenso por las negociaciones con la “troika”. Así, miles de personas se concentraron el miércoles 11 de febrero en varias ciudades griegas para apoyar la posición del gobierno de Syriza en las negociaciones que se llevaron a cabo con la “troika”: Unión Europea, Banco Central Europeo y FMI.
En Atenas, convocada bajo el lema de “Un respiro para la dignidad”, se congregaron unas 15.000 personas en la plaza de Syntagma. Las manifestaciones, convocadas por diversos agrupamientos y movimientos sociales, se desarrollaron en puntos emblemáticos del país, como la plaza Syntagma de Atenas y la Torre Blanca en Salónica, así como en otras localidades de la Grecia continental y varias islas. Los gobiernos europeos, encabezados por Alemania, se niegan a llegar a algún acuerdo que disminuya el peso de la deuda griega y las medidas de ajuste que han llevado al pueblo griego a una situación caracterizada por el KOE (Organización Comunista de Grecia), de verdadera catástrofe humanitaria. Los gobiernos pretenden prorrogar las medidas de ajuste después de la fecha del 28 de febrero.
Las manifestaciones y asambleas populares del 11 de febrero fueron llamadas a través de las redes sociales a partir del movimiento que se generó la semana pasada, cuando la Unión Europea decidió no aceptar los bonos griegos como garantía en las operaciones de refinanciación. Ya en aquella ocasión cerca de 7.000 personas salieron a la calle en Atenas para cerrar filas en torno al gobierno de Alexis Tsipras y protestar contra el chantaje de la Unión Europa. Estas movilizaciones, que levantaron el programa de democracia real, independencia y soberanía de Grecia, y resolver la catastrófica situación que las medidas de ajuste provocaron al pueblo griego fueron muy importantes Culminaron el domingo 15 con actos solidarios en 20 ciudades y 15 países, como España, Portugal, Reino Unido, Francia, Italia, Dinamarca, Finlandia, Holanda o Brasil.
Como un modo más de presión, el gobierno griego reclama a Alemania el pago de indemnizaciones por la ocupación nazi. Estas en su momento fueron disminuidas por concesiones de Inglaterra y EEUU a Alemania. Muy especialmente reclaman por un “préstamo” que Alemania, cuando ocupaba Grecia, se hizo dar por bancos griegos.
La victoria electoral de Syriza ha sido una victoria de todo el pueblo, pero, lejos de delegar en el gobierno elegido, de acuerdo al sistema político vigente, con la convicción de que en muchos casos, la propia sobrevivencia está en juego, el pueblo griego está tomando en sus manos la lucha por una nueva Grecia y requiere toda nuestra solidaridad.
Los gobiernos europeos, y muy particularmente el de España, amenazado por un triunfo electoral de Podemos, tratan de mantenerse inflexibles en sus políticas de ajuste, ya que temen que las victorias del pueblo griego sean tomadas como ejemplo en toda Europa.
Los actos coincidieron con la celebración de la reunión extraordinaria del Eurogrupo sobre Grecia. Pero los gobiernos europeos, encabezados por Alemania, se negaron a llegar a algún acuerdo que disminuyera el peso de la deuda griega y las medidas de ajuste. El Banco Central Europeo decidió no aceptar los bonos griegos como garantía en las operaciones de refinanciación.
Los gobiernos europeos, y muy particularmente el de España, amenazado por un triunfo electoral de Podemos, tratan de mantenerse inflexibles en sus políticas de ajuste, ya que temen que las victorias del pueblo griego sean tomadas como ejemplo en toda Europa.
El primer acuerdo del gobierno griego con la Unión Europea implicó la prórroga por cuatro meses más del plan de ajuste. Diversas fuerzas integrantes de la coalición Syriza criticaron este acuerdo.
KOE manifestó su deber de hablar honestamente y denunció que el acuerdo de prorrogar por cuatro meses el actual convenio “de rescate”, mantiene el control de Grecia y el desarrollo de su política económica en manos de la Unión Europea y la “troika”. Este acuerdo va en contra del compromiso asumido por el primer ministro griego Tsipras en Tesalónica en setiembre pasado, y no permite la aplicación del programa de Siryza, programa que es el mínimo para sacar al pueblo griego de la situación de desastre humanitario en la que se encuentra.
Manolis Glezos , actualmente eurodiputado por Syriza, criticó también al gobierno griego por los acuerdos. Dijo Manolis en un texto: “Antes de que sea demasiado tarde. Renombrar a la Troika como ‘instituciones’, al memorándum como ‘acuerdo’, y a los prestamistas como ‘socios’, de la misma forma que llamas pescado a la carne, no cambia la situación anterior. Tampoco cambia desde luego el sentido del voto del pueblo griego en las elecciones del 25 de enero de 2015.
“El pueblo votó lo que Syriza había prometido. La anulación del statu quo de la austeridad, que no es sólo la estrategia de la oligarquía alemana y de los prestamistas europeos, sino también de la oligarquía griega. La anulación del memorándum y la troika, así como todas las leyes de la austeridad. Al día siguiente de las elecciones, con una sola ley, anular la Troika y sus consecuencias.”
“Sin embargo, ha pasado un mes y esto no se ha convertido aún en realidad. Una pena, una auténtica pena. Por mi parte, pido disculpas al pueblo griego, por haber contribuido a crear esta ilusión.”
“Sin embargo, antes de que el mal avance más de la cuenta, antes de que sea demasiado tarde, contraataquemos. Los miembros, amigos y simpatizantes de Syriza, deben realizar reuniones extraordinarias, en todos los niveles de organización, deben decidir si aceptarán esta situación.”
“Algunos argumentan que para hacer un compromiso tienes que retroceder. En primer lugar, entre opresores y oprimidos no puede haber ningún compromiso, al igual que entre esclavos y conquistadores, la libertad es la única solución posible. Pero incluso si aceptamos este absurdo, las concesiones ya hechas por los anteriores gobiernos pro-memorándum, que han traído desempleo, austeridad, pobreza y suicidios, ya han llevado a este país más allá de los límites de la retirada”.
Al momento de escribir este artículo, representantes del gobierno griego llevaban a cabo negociaciones por separado con diferentes gobiernos de la Unión Europea, particularmente con Angela Merkel, para tratar de poner en práctica un plan de medidas a favor del pueblo griego de 200 millones de euros, cuando se calcula que lo indispensable serían 1200 millones de euros para salir de la emergencia humanitaria. Simultáneamente, en una medida de presión, no ha puesto fecha para que los veedores de la troika verifiquen los datos económicos de Grecia.
Mientras tanto, nuevas manifestaciones se desarrollaron en Europa, contra las políticas de austeridad.. En Frankfurt, con motivo de la inauguración de la nueva sede del banco Central Europeo se congregaron más de 15000 personas, y hubo una fuerte represión policial.
La situación de Grecia está abierta. Confrontación o sumisión es la disyuntiva que plantean diversas fuerzas que están llamando al pueblo griego a prepararse para una confrontación. (Abril de 2015)
PROGRAMA DE SIRIZA
1. Realizar una auditoría sobre la deuda pública. Renegociar su devolución y suspender los pagos hasta que se haya recuperado la economía y vuelva el crecimiento y el empleo.
2. Exigir a la UE un cambio en el papel del BCE para que financie directamente a los Estados y a los programas de inversión pública.
3. Subir el impuesto de la renta al 75% para todos los ingresos por encima del medio millón de euros anuales.
4. Cambiar la ley electoral para que la representación parlamentaria sea
verdaderamente proporcional.
5. Subir el impuesto de sociedades para las grandes empresas al menos hasta la media europea.
6. Adoptar un impuesto a las transacciones financieras y también un impuesto especial para los productos de lujo.
7. Prohibir los derivados financieros especulativos, como los swaps y los CDS.
8. Abolir los privilegios fiscales de los que disfruta la iglesia y los armadores de barcos.
9. Combatir el secreto bancario y la evasión de capitales al extranjero.
10. Rebajar drásticamente el gasto militar.
11. Subir el salario mínimo hasta su nivel previo a las recortes (751 euros brutos mensuales).
12. Utilizar los edificios del Gobierno, la banca y la iglesia para alojar a las personas sin hogar.
13. Poner en marcha comedores en los colegios públicos para ofrecer desayuno y almuerzo gratuito a los niños.
14. Ofrecer sanidad pública gratuita para las personas desempleadas, sin hogar o sin ingresos suficientes.
15. Ayudas de hasta el 30% de sus ingresos para las familias que no pueden afrontar sus hipotecas.
16. Subir las prestaciones de desempleo para los parados. Aumentar la protección social para las familias monoparentales, los ancianos, los discapacitados y los hogares sin ingresos.
17. Rebajas fiscales para los productos de primera necesidad.
18. Nacionalización de los bancos.
19. Nacionalizar las antiguas empresas públicas de sectores estratégicos para el crecimiento del país (ferrocarriles, aeropuertos, correos, agua…).
20. Apostar por las energías renovables y por la protección del medio ambiente.
21. Igualdad salarial para hombres y mujeres.
22. Limitar el encadenamiento de contratos temporales y apostar por los contratos indefinidos.
23. Ampliar la protección laboral y salarial de los trabajadores a tiempo parcial.
24. Recuperar los convenios colectivos.
25. Aumentar las inspecciones de trabajo y los requisitos laborales para empresas que accedan a concursos públicos.
26. Reformar la constitución para garantizar la separación iglesia-Estado y la protección del derecho a la educación, la salud y la protección del medio ambiente.
27. Someter a referéndum vinculante los tratados europeos y otros acuerdos de importancia.
28. Abolición de todos los privilegios de los parlamentarios. Eliminar la especial protección legal de los ministros y permitir a los tribunales ordinarios procesar a los miembros del gobierno.
29. Desmilitarizar la guardia costera y disolver las fuerzas especiales antidisturbios.
Prohibir la presencia de policías encubiertos o con armas de fuego en las
manifestaciones y mítines. Cambiar los planes de estudio de los policías para poner énfasis en los temas sociales, como la inmigración, las drogas o la exclusión social.
30. Garantizar los derechos humanos en los centros de detención de inmigrantes.
31. Facilitar a los inmigrantes la reagrupación familiar. Permitir que los inmigrantes, incluso los indocumentados, tengan acceso pleno a la sanidad y la educación.
32. Despenalizar el consumo de drogas, combatiendo solo el tráfico. Aumentar los fondos para los centros de desintoxicación.
33. Regular el derecho a la objeción de conciencia en el servicio militar.
34. Aumentar los fondos para la sanidad pública hasta los niveles del resto de la UE (la media europea es del 6% del PIB y Grecia gasta el 3%).
35. Eliminar el copago en los servicios sanitarios.
36. Nacionalizar los hospitales privatizados. Eliminar toda participación privada en el sistema público de salud.
37. Retirada de las tropas griegas de Afganistán y los balcanes: ningún soldado fuera de las fronteras de Grecia.
38. Romper los acuerdos de cooperación militar con Israel. Apoyar la creación de un estado Palestino dentro de las fronteras de 1967.
39. Negociar un acuerdo estable con Turquía.
40. Cerrar todas las bases extranjeras en Grecia y salir de la OTAN.