La Guerra del Chaco tuvo suma importancia en la configuración posterior del mapa político de la región, y en la aparición de corrientes nacionalistas en sus postrimerías tanto en Argentina como en Paraguay y en Bolivia.
La Guerra del Chaco tuvo suma importancia en la configuración posterior del mapa político de la región, y en la aparición de corrientes nacionalistas en sus postrimerías tanto en Argentina como en Paraguay y en Bolivia.
Se encuentra poco estudiada, y los pocos elementos que contribuyen a su valoración política se encuentran dispersos, muchos de ellos publicados en los países centrales, en inglés. Al mismo tiempo, esta guerra está presente en la memoria colectiva de nuestros pueblos, en su cultura, en sus sentimientos, constituyéndose en un factor de actual realidad.
Antecedentes formales
Decimos formales porque el conflicto limítrofe, de larga data, se remonta a la Colonia. Muchos conflictos de límites existían entre nuestros países. El problema es comprender qué fuerzas económicas, políticas y de clase, transformaron esas contradicciones en una guerra.
Bolivia reclamaba, para su territorio, todo lo que había sido la antigua audiencia de Charcas. Paraguay reclamaba, para su territorio, todo lo que había sido la antigua provincia del Paraguay, en el Virreinato.
Este conflicto llevaba más de cien años de debate diplomático. Había cartografía y antecedentes para ambos lados, como es común.
Cuenta Julio Cesar Chávez -en su libro El supremo Dictador- que cuando el mariscal Sucre envió una patrulla para interceder por la libertad del naturalista Bonpland, el gobierno del Dr. Francia no les permitió transitar más allá del fuerte Olimpo, sobre el norte del Rio Paraguay.
Bolivia perdió, en 1879, el litoral marítimo sobre el Pacifico, siendo obligada a ceder los puertos de Tacna y Arica. Y en l928 firma con Brasil el humillante tratado de Petropolis, por el cual cede los ricos territorios de Acre y parte de El Beni.
Al mismo tiempo, Paraguay había sido despojado de territorios a manos de Brasil y de Argentina, como resultado de la guerra de la Triple Alianza.
Como dice un autor, las dos “cenicientas” de Sudamérica se desangraron entre sí, para que los intereses petroleros y financieros internacionales pudieran llevarse sus riquezas, y dirimir transitoriamente su hegemonía en la región.
En el pasado, la colonización del territorio en disputa había tenido formas totalmente diferentes en ambos países.
Mientras los gobiernos paraguayos posteriores a la derrota en la guerra de l870 realizaron una alianza con terratenientes argentinos y -favorecidos por la vía natural de salida, que es el Rio Paraguay- les otorgaron grandes latifundios en la zona -latifundios que integraban el tanino y las vacas a la confluencia con los intereses ingleses-, en Bolivia las avanzadas eran fortines militares, en un territorio cuya población originaria era guaraní, pero de difícil integración con los colonizadores. No eran las tribus del resto del territorio que habían sido dominadas, obligadas a trabajar y sometidas al mestizaje- Estos guaraníes tenían otras características y entre otras cosas habían dado muerte al antropólogo Crevaux, cuando este agente del gobierno francés -con el pretexto de estudiar a los aborígenes del Chaco- relevara la zona.
Los primitivos habitantes del Chaco Boreal
Resulta curiosa la asimilación que muchos estudiosos hacen entre los guaraníes del Chaco Boreal y el resto de los guaraníes del Paraguay, dado que sin tener en claro este tema, es muy difícil explicarse aspectos de la guerra.
En el resto del Paraguay, durante siglos, las comunidades guaraníes terminaron transfor-mándose en aldeas campesinas, y al fin de la dominación española y durante el gobierno del Dr. Francia, los campesinos guaraníes se asimilaron a los campesinos paraguayos, produciéndose una transformación interna y contradictoria de la cual resultó, a mediados del siglo XIX, la fusión definitiva con la nación paraguaya.
Este fue uno de los méritos históricos de los gobiernos de la independencia absoluta, desde
1811 hasta 1870, que integraron a las masas guaraníes al Paraguay naciente.
En cambio, los guaraníes del Chaco Boreal estaban en otro momento histórico de su evolución, Chiriguayanos , Guarayos, Guayaquies y Tupies -los guaraniticos de la zona- eran cazadores y recolectores, grandes guerreros, Habían combatido con Aymaraes y Kechuas, y su influencia había llegado hasta el norte de Santiago del Estero en Argentina. No eran campesinos, y fueron históricamente contradictorios tanto con Bolivia como con Paraguay, llegando incluso a entenderse mejor con los portugueses del Brasil.
Resolver correctamente esta contradicción fue uno de los méritos del Mariscal Estigarribia, que logró adaptar técnicas de la guerra a la realidad del medio circundante, y logró volcar a su favor el apoyo logístico y físico de los primitivos habitantes del Chaco Boreal.
Vemos así como un conflicto de limites centenario, en determinado momento, se transforma en una guerra, miremos ese momento.
Se descubre petróleo en Bolivia
Según Sergio Almaraz -en su libro Petróleo en Bolivia- la firma Levering obtiene una concesión por 50 años en materia de exploración en l920. En el mismo, año pese al dictado de una ley nacionalista en la materia, se otorgó a Williams Braden, con poderosos intereses mineros en Chile, un permiso de exploración y cateo en más de un millón de hectáreas.El hijo de Braden, de nombre Spruille, fue posteriormente embajador de EE.UU en Argentina, y antes había tenido un papel relevante en las negociaciones que dieron fin a la guerra del Chaco, siendo miembro redactor de los acuerdos.
Todos estos contratos y concesiones, fueron absorbidos por la Standard Oíl en l927. La cesión se consideró un contrato privado, celebrado sin la intervención del gobierno boliviano.
Cuál era la ruta más adecuada, para sacar el petróleo, refinarlo y llevarlo a las zonas de consumo…Este es el meollo que agudiza el conflicto de límites.
El gobierno de Irigoyen y este tema
José Escalier, ministro boliviano, prestigioso médico muy vinculado a la sociedad porteña, se entrevistó con Irigoyen y su ministro Oyhanarte para interesarlos en la construcción de un oleoducto Tarija-Campana, que la Empresa podría construir para llevar el petróleo hasta sus refinerías.
En 1927 se había desarrollado un importante debate parlamentario, donde los radicales fijaron un punto de vista nacional y justo sobre el petróleo, debate que, digamos de paso, se encuentra poco divulgado.
El presidente argentino quería evitar la guerra y no se opuso a la idea. Pero tenía el inconveniente de que un corredor de l.500 km ,dentro de nuestro territorio, se entregaba a una empresa extranjera, sin control alguno. O sea, se cedía parte de la soberanía. Además, los puertos sobre el Paraná quedaban para uso exclusivo de la petrolera.
Se le pidió una opinión al Gral. Mosconi, fundador de YPF, quien se opuso a la idea. Pero manifestó que YPF podía construir el oleoducto, y cobrar por su uso a las empresas. Además, los puertos serian de YPF.
Cuando se estaba negociando esta propuesta, se produjo el golpe de estado del 6 de setiembre de l930 y, en simultáneo, el presidente Siles es derrocado en Bolivia y sustituido por una junta militar.
Las puertas de la guerra quedaban abiertas
No vamos a tratar los distintos incidentes que se producen antes de la declaración formal de la guerra.
Políticamente, interesa el discurso del presidente Dr. Salamanca, en La Paz, que expresa….”Bolivia tiene grandes riquezas petrolíferas y se ve obligada a contemplarlas, no podemos llevar ese petróleo a la Argentina, porque ese país nos cierra el paso con fuertes derechos protectores.El remedio lateral y lógico sería sacarlo por el rio Paraguay”.
Posteriormente se comprobaría que, cualquiera hubiera sido el resultado militar de la guerra, éste era el objetivo de la Standard Oíl, lo obtuvo en la mesa de negociaciones a pesar de que Bolivia perdió la guerra, y para el caso contó con colaboración de Spruille Braden, verdadero director de orquesta en la firma del tratado de paz, aunque el premio Nobel se lo llevara el canciller argentino Dr. Saavedra Lamas. Ambos personajes se reencontrarían en la Unión Democrática, en Argentina, en l945.
Clima bélico. Asesores extranjeros
Bolivia contó con una misión alemana, contratada, que impuso el modo prusiano a sus tropas. La encabezada el mayor Hans Kund, que dirigió las tropas durante gran parte de la guerra. El coronel Rohem fue contratado en 1930, luego de ser agregado militar de su embajada.
Los paraguayos enviaron para estudiar en el extranjero a un grupo de oficiales, entre ellos a José Félix Estigarribia, el indiscutido jefe y artífice de la victoria, que estudió en Francia, con el mariscal Foch, además de Juan Ayala y Nicolás Delgado, también oficiales del estado mayor. En Bélgica estudió Irrazabal, y en Italia el mayor Carlos Fernández, quien luego, como coronel retirado, elaboró la más completa historia militar de esta guerra. Vivió muchos años en Posadas, suponemos que como exiliado.
En 1930 se instaló en Paraguay una misión militar de Francia, encabezada por el coronel Coulet,y un oficial Langlois, que fue instructor de artillería durante toda la guerra. También la misión militar argentina permanente, cuyo jefe, el coronel Scheweitzer, falleció en un accidente de aviación junto con el hijo del presidente argentino general A. P. Justo.
Langlois fue el militar que aconsejó la compra de los morteros Stockes, que tanta importancia tuvieron en el posterior desarrollo de la guerra en la selva.
Argentina apoyó al Paraguay
Destituido Yrigoyen, que era un firme partidario de la neutralidad -incluso dicen que era partidario de llegar a algún acuerdo con la Standard, para sopesar la influencia de los ingleses en argentina- éstos tuvieron el campo libre para avanzar. Es conocido el carácter pro-británico del gobierno de Justo.
El embajador del Paraguay en Argentina, Dr.Rivarola, publicó tres tomos de memorias, donde da cuenta del apoyo argentino durante la guerra, apoyo por otra parte denunciado públicamente por el gobierno boliviano. El apoyo militar directo se completó con informaciones militares y créditos del banco Nación, avalados por el argentino Juan Gaona, propietario de la fábrica de cigarrillos 43 en Paraguay, una firma fuertemente vinculada con Inglaterra.
Las fuerzas armadas argentinas fueron proveedoras de proyectiles y de combustible.Una partida de ametralladoras pesadas Maxims vendidas sirvieron durante toda la guerra.
Las misiones militares que venían a Buenos Aires para comprar armas con los créditos del Banco Nación, eran solícitamente atendidas por el general Manuel Rodríguez, ministro del área, y su secretario privado, el entonces capitán Juan Domingo Perón.
Las armas provenientes de Francia, llegaban a Buenos Aires, y seguían viaje al Paraguay en naves de la Marina argentina o paraguaya.
De la misma manera, los puertos de Perú y de Chile, recibían las armas para el Ejército boliviano.
Todos meten la mano en esta guerra
A Bolivia la apoyaron los alemanes, Brasil, y la Standard Oíl. Al Paraguay lo apoyaron Inglaterra, Argentina y Francia.
Comerciantes en la frontera de Formosa amasaron fortunas como proveedores de alimentos, para ambos ejércitos. La fábrica de jugo de carne enlatada, que estaba al norte de Colón en Entre Ríos, trabajaba las 24 horas, como proveedora de la guerra.
Los empréstitos endeudaban a ambos países, que además ponían los miles de muertos en la selva.
El desarrollo de la Guerra, en el plano militar
Es una guerra poco estudiada, que tuvo sin embargo enormes enseñanzas políticas y militares. Todavía estamos a tiempo de estudiarla, en las condiciones actuales de los pueblos argentino, boliviano y paraguayo, unidos por nuestra condición de oprimidos y dependientes, que tienen enemigos internos y externos comunes, y que desean estudiar esta guerra para unirnos más y lograr aislar a quienes nos hicieron guerrear.
Volvamos a l932
Los paraguayos subordinaron la estrategia al medio físico y al hombre que combatía, que en última instancia proporcionaron la adecuación bélica.
En este tema, mientras los militares alemanes dirigieron el Ejército de Bolivia, no comprendieron la realidad, y sufrieron grandes derrotas. Trasladaron mecánicamente las categorías de la Primera Guerra mundial en Europa, sin lograr comprender que el medio físico era totalmente distinto y, sobre todo, el hombre que combatía era distinto.
Recién cuando el comandante alemán Kundt fue desplazado y sometido a Consejo de Guerra en Bolivia, la guerra se americanizó- al decir de los estudiosos militares- y la nueva dirección de las fuerzas bolivianas combatió más libre, empleando tácticas similares a las que habían empleado los militares paraguayos hasta el momento.
Los militares alemanes contratados, tenían la consigna de atacar, siempre atacar, cueste lo que cueste. Evidenciaban un profundo desprecio por el soldado boliviano, generalmente un originario del Altiplano, que había sido conducido lejos de su medio natural, obligado a combatir en la selva. Que moría de sed o de enfermedades, obligado a transportar mochilas con 60 kg de peso, y que era considerado una cosa descartable por el alto mando de la guerra.
En cambio la dirección paraguaya de la guerra, utilizó la guerra de movimientos, corralitos, con poco peso de carga en sus tropas, que combatían en terreno casi propio, y supo ganarse a los naturales del Chaco Boreal.
Cuando Kund fue desplazado, el inteligente y capaz Coronel boliviano Bilbao Rioja, en Cañada Strangest, logró atraer al terreno que le convenía al ejército de Estigarribia, obteniendo una victoria de real envergadura. Fue la acción más eficaz de las tropas andinas en toda la guerra. La ofensiva paraguaya quedo prácticamente suspendida, y se marchaba al fin de la guerra. Había quedado demostrado, según los analistas militares, que ninguno de los dos ejércitos podía extenderse demasiado en un terreno sin agua y ajeno. Por ello refieren a la americanización de esta guerra.
Quedó demostrado que no se podía permanecer con líneas alargadas defendiendo posiciones, sin la logística adecuada.
Es decir, según algunos analistas militares, la guerra de l914 había sido una cosa, y esta guerra era otra cosa.
Los coroneles bolivianos Peñaranda , Ustares y Bosch, también se habían opuesto a la estrategia de los contratados militares alemanes. Pero cuando pasaron a dirigir al Ejército boliviano, ya la guerra estaba prácticamente decidida. Ellos sostenían que era equivocado querer apoderarse de todo el Chaco, que debían concentrarse en obtener un punto sobre el Rio Paraguay, y luego firmar la paz. El presidente de Bolivia, Dr. Salamanca, jugó siempre con los alemanes en este tema, y fue destituido en plena guerra por este núcleo de coroneles, que se constituyó en un antecedente de futuros gobiernos nacionalistas en Bolivia.
En cambio, en la guerra de movimientos, los militares paraguayos tenían grandes ventajas, desarrollaron la notable iniciativa propia de sus soldados. El bosque y la selva no tenían secretos para ellos. El machete en sus manos era tanto un arma como una herramienta para abrir caminos.
Los bolivianos se distinguieron por la eficacia de la defensa, como quedó demostrado en las batallas de Boquerón y Saavedra. Los originarios bolivianos, fueron reclutados en las altas mesetas andinas, viajaban hasta el Chaco en condiciones muy precarias, llegaban al frente de combate sin ninguna preparación previa, se extraviaban en los bosques y frecuentemente morían de sed o enfermedades.
Los paraguayos tenían a su favor una vía natural, el Rio Paraguay, que les permitía en 20 horas de navegación, que las tropas llegaran desde Asunción hasta Puerto Casado, donde, utilizando el ferrocarril, llegaban a la Selva tras una marcha de días, pero ya como tropa en operaciones. El Crucero Humaitá trasladaba las tropas por el Rio Paraguay.
El reclutamiento y los refuerzos fueron constantes en los tres años de guerra de desgaste. En Paraguay los voluntarios aparecían desde el interior del pueblo, considerando que su país había sido invadido. En el Chaco, no necesitaron ningún periodo de adaptación, la movilización se realizó con orden, destacándose las dotes políticas y administrativas del Teniente Coronel Juan B. Ayala, recién llegado de estudiar en Francia, quien fue parte del núcleo de dirección de la guerra, encargado de la logística.
En cambio en Bolivia se reclutaba en forma forzada a los originarios del Altiplano, se los enviaba a combatir, luego de un viaje de varias semanas donde recorrían miles de kilómetros de durísimos caminos, mal alimentados, con poca agua, y para colmo, se descubrieron muchos negociados, donde los traficantes se quedaban con el dinero de los alimentos comprados.
El Chaco es una olla de miles de kilómetros cuadrados.El sol es implacable, con temperaturas de más de cuarenta grados de día, y bajo cero a la noche, Selva, vegetación espinosa, poca agua, sin caminos, mosquitos, paludismo y otras enfermedades. En este terreno se libró la guerra.
No vamos a considerar las batallas de esta guerra, porque no estamos en condiciones de hacerlo, simplemente repetimos que los autores militares, consideran a la batalla de Nanawa, como el Verdun del Chaco. Y que todos los autores consideran a la Batalla de Campo Vía, como la acción más brillante de Estigarribia y sus colaboradores. El deficitario estudio de esta guerra, se refleja también en el hecho de que esta batalla es presentada en distintos libros, con distintos nombres, para algunos autores es Campo Vía, para otro batalla de Aliguata, y otros Zenteno-Gondra.
Pero la cuestión política y estratégica que interesa a todos nuestros pueblos es dilucidar y aprender las causas por las cuales un país más chico, más pobre y con menos población -como era el Paraguay en ese momento- pudo ganar una guerra que, en sus inicios, todos predecían sería ganada por Bolivia.
Que este triunfo militar se perdiera luego en la mesa de negociaciones no hace más que reafirmar el carácter dependiente y oprimido de nuestras naciones, dado que los grandes intereses internacionales, decidieron la guerra, no los pueblos. Luego, decidieron también en qué condiciones se firmaba la paz, y como se garantizaban, en esa paz, los intereses de las petroleras. Algunos autores- como Laconich en su libro La paz del Chaco, un pueblo traicionado- describen bien la falta de correspondencia entre el triunfo militar y las negociaciones de paz, pero no tienen incorporada la categoría de naciones oprimidas y dependientes, ergo, no llegan a comprender cómo el resultado de una guerra se pone en manos de Braden, para que este decidiera en qué condiciones se firmó la paz.
Las negociaciones de paz
Durante toda la guerra, existieron negociaciones diplomáticas en Buenos Aires y en Montevideo.
Pero recién el 14 de junio de 1935, se logró un alto del fuego, con confraternidad de las tropas, poco difundida por la literatura. Lo primero que se convidaban era agua. Estigarribia ordenó que un avión cargado de flores sobrevolara la zona tirando flores silvestres.
Los gobiernos ratificaron una comisión militar neutral, que viajó a la zona y obtuvo la desmovilización de 54.000 hombres del ejército boliviano y de 45.000 paraguayos. Bolivia devolvió 100 oficiales y 2.500 soldados prisioneros, mientras que Paraguay reintegró 360 oficiales y 17.000 soldados prisioneros.
El fin de la guerra estaba en marcha. En la comisión neutral los Estados Unidos colocaron un representante adjunto, Spruille Braden, con cargo totalmente secundario, que sin embargo, rápidamente, pasó a ser el que definía todas las cuestiones pendientes.
En Paraguay, el coronel Franco mediante un golpe militar, pasó a detentar el gobierno, y en Bolivia el coronel David Toro, también llegó a la presidencia.
La nueva delegación diplomática paraguaya, doctores Laconich y Soler fue más exigente, pero se encontró con las presiones de Braden que decidía todo, y chantajeaba, tal como cuenta el Dr. Laconich en su libro, que aporta datos desde una fuente directa. Pero este diplomático centra en las personas, y no tiene en cuenta los intereses de las petroleras y las finanzas internacionales, que lograron, a través de Braden, fijar las condiciones del acuerdo.
Para ello, el coronel Franco fue desalojado del poder, por un movimiento militar ligado al interés de Buenos Aires, que impuso en el poder al Dr. Félix Paiva, rector de la Universidad.
Recién el 21 de julio de l938, se firmó el acuerdo definitivo. Los paraguayos reintegraron todos los territorios que eran propiedad de la Standard, y también sobre el llamado camino internacional, a cambio de compensaciones territoriales en otros lados. Todas las restantes cuestiones se sometían al arbitraje.
Misteriosos voluntarios
En esta guerra estaba en juego. además, un cambio de hegemonía en la zona, lo que se puede ver también si se mira la cantidad de voluntarios que pelearon de ambos bandos.
Un grupo de oficiales rusos, aparentemente escapados luego de la revolución de l917, pelearon en el Ejército paraguayo. Varios murieron en acción y una placa los recuerda en el panteón de los héroes en Asunción. Otros que sobrevivieron se afincaron definitivamente en Paraguay. Su jefe era el general Juan Belaieff, que murió casi centenario. Importante cartógrafo, exploró el Chaco, aprendió el lenguaje de los naturales, se casó y vivió en la zona de la guerra, donde descubrió y estudio las aguadas.
Numerosos oficiales argentinos fueron voluntarios del Ejército paraguayo. Las crónicas citan al comandante del R.C.7.Gral.San Martin coronel Aguirre. También los oficiales Soler, Oliveira y Capdevila. Murieron en la guerra los tenientes argentinos Ochoa, Ortiz y Mouls. Estos son datos oficiales públicos. Se supone que otros oficiales actuaron como asesores en el campo de batalla, sin que se dieran sus nombres.
Dos pilotos uruguayos fueron voluntarios de la incipiente aviación del Paraguay, los tenientes Luis Tuyas y Benito Sanchez Leiton. Luego, en la Guerra Civil Española, Tuyas murió peleando para los republicanos.
Del lado boliviano pelearon ochenta oficiales chilenos. El coronel chileno Aquiles Vergara Vicuña fue luego un prolijo historiador de esta guerra, contada desde el interior del mando boliviano.
En l934, los bolivianos, trajeron contratados a un grupo de oficiales checos y el coronel peruano Julio Guerrero estuvo como asesor del Estado Mayor.
Dificultades de la Internacional Comunista para entender políticamente esta guerra
La revista Soviet, editada en Buenos Aires, por la Sección Argentina de la Internacional Comunista, en su número del 11 de noviembre de l934, publica una extensa carta informativa de la dirección del Partido Comunista del Paraguay, que si bien dice cosas ciertas sobre el sufrimiento de las masas en esta guerra, repite, en lo fundamental, la línea que se había tenido en Europa durante la Primera Guerra mundial, llamando al boicot y a luchar contra el propio gobierno, y por su derrota en la guerra.
Dejamos para otra oportunidad la divulgación de este documento histórico, que tiene para los estudiosos la dificultad adicional de que la revista Soviet es prácticamente ignorada en las investigaciones sobre la historia del comunismo en la región.
Similar línea, tuvieron grupos trotskistas bolivianos, según relata Liborio Justo,en su libro Bolivia la revolución derrotada.
Una voz solitaria
Huey Long era en ese momento senador por Louisiana, estado del que había sido gobernador. Tenía un fuerte enfrentamiento con la Standard Oil, a la que acusó en el Senado de EE.UU de organizar revoluciones y golpes de estado en América Central, Sudamérica y México.
El 30 de mayo y el 7 de junio de l934 pronunció en el Senado discursos en los cuales denunciaba a esta empresa como responsable de la guerra del Chaco, así como a las finanzas imperialistas, denunciando que el Chase National Bank era Rokefeller, pero en realidad era la Standard Oil. Dice que a un contendiente le roban el petróleo y lo endeudan, y al otro le roban territorio.
Al senador Long lo asesinaron en l935. Un pueblo y una calle en Paraguay llevan su nombre.
La post guerra
Además de los muertos, enfermos, heridos y deudas, la guerra produjo profundas transformaciones en toda la zona. En Bolivia se sucedieron varios gobiernos nacionalistas con militares que habían combatido. Luego se fundó el M.N.R. proceso que culmina en l952 con la insurrección triunfante y la revolución de Paz Estenssoro.
En Paraguay la experiencia febrerista llevó al gobierno del coronel Franco que en 17 meses aplicó medidas nacionalistas y trató de renovar las estructuras.
El movimiento peronista en Argentina fue en cierto aspecto, también, parte de ese renacimiento nacionalista que recorrió la región.
Con el resultado de la guerra del Chaco, se frenó transitoriamente el avance de los yanquis en la región, aunque las características de los procesos nacionalistas de post guerra, y el carácter de clase de sus conducciones políticas, no lograron una independencia absoluta y definitiva de nuestros pueblos.