9/6. Paro nacional

1. La huelga de los aceiteros

Está en marcha un nuevo paro nacional activo multisectorial para torcerle el brazo a la política de ajuste del gobierno K, los monopolios imperialistas y la oligarquía terrateniente.

El triunfo de la histórica huelga de 23 días de los aceiteros de los puertos de Rosario abrió el camino al paro nacional, y puso en el centro del movimiento obrero el reclamo de paritarias libres: rompió el techo impuesto por Cristina K y Kicillof, para conquistar un salario mínimo de acuerdo a la canasta familiar real (no la mentirosa del Indec). Ese triunfo estimula las luchas de los trabajadores ocupados, la de los jubilados por el 82% móvil y los desocupados por planes sociales en relación a ese salario mínimo.

La huelga aceitera puso al desnudo las superganancias de las patronales imperialistas, que destinan a salarios un miserable 0,8% de la renta que se adueñan.

La huelga ganó el corazón de todos los trabajadores de los puertos santafesinos, que ven como sangra la riqueza nacional por los puertos del Paraná; riqueza que va a parar a gigantes yanquis como Cargill, Monsanto, Bunge, Toepfer (en esos puertos también manejan la marina mercante y la industria naval), las cerealeras chinas como Nidera, y otras europeas.

Esa huelga heroica le torció el brazo a esos monstruos. El gobierno K se negó a homologar el aumento porque le rompía el techo salarial que es la clave de la política K para que los trabajadores carguen con el ajuste; y además, también pesaron los acuerdos del gobierno con las cerealeras, que le adelantaron 3.500 millones de dólares por retenciones (en un negociado que tendría que ver con una futura devaluación).

2. La decisión del paro nacional

El paro nacional se hizo imparablepor la firmeza de la huelga de los aceiteros, la decisión de lucha de Dragado y Balizamiento, el plan de lucha de los bancarios, el paro de la UTA, el de los camioneros, el reguero de luchas de papeleros, alimentación, estatales y docentes, y sobre todo, por la decisión de paro el 9/6 de la Confederación del Transporte, invitando a las centrales obreras a sumarse. El gobierno debió abrir un poco la mano, del 22% que pretendían imponer Cristina y Kicillof a alrededor del 30%, maquillado como 27% y el resto en cifras pactadas por debajo de la mesa. La trampa estaba en mantener un techo que cierre el paso frente al reclamo aceitero-portuario de aumentos de acuerdo a la canasta familiar real.

Con este marco se dio la traición de Caló y los jerarcas de la construcción, UPCN y otros gremios, avalando el techo ajustador K. La decisión de los aceiteros de mantener y endurecer su huelga, y el aumento de la rebeldía de los metalúrgicos y otros gremios, con movimientos autoconvocados que empujan la lucha y la recuperación de sus cuerpos de delegados.

2. Paro activo y multisectorial

El derecho de huelga, y que sea activa, con asambleas que decidan, movilizaciones y piquetes, es una conquista histórica del movimiento obrero. Es una decisión soberana de dos CGT, la CTA y la Confederación del Transporte. El gobierno habla de la posibilidad de incidentes con “un muerto”. ¿Está amenazando? Lo seguro es que trata de amedrentar a los trabajadores, como ya hizo en paros anteriores.

La unidad multisectorial de los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados, con los sectores populares de la ciudad y el campo, exige que los trabajadores tomen como propios los reclamos de todos esos sectores. En primer lugar, el de tierra y techo para vivir y trabajar, lucha que se ha tonificado con el gran triunfo en Abasto (La Plata). Sufren el déficit de vivienda 3.500.000 familias, que necesitan tierra para construir, así como miles de pequeños y medianos productores agrarios, criollos y originarios, necesitan tierra para vivir y producir producir.

Así como los trabajadores ocupados golpean a sus enemigos paralizando la producción y ocupando las calles, los jubilados y desocupados, y los sectores populares de la ciudad y el campo, para hacerse oír, salen a las calles y las rutas.

De ahí la importancia de la decisión de la Multisectorial, integrada por CTA, CCC, Barrios de Pie, MST, FAA, FNC, Originarios en Lucha y FUA, de movilizarse el 8/6, del Obelisco al Ministerio de Trabajo. También, la decisión de la CCC y otras organizaciones, de confluir el 9 en los piquetes, con los trabajadores ocupados.

El 9/6 la primera tarea es garantizar el paro en cada lugar de trabajo desde las agrupaciones, cuerpos de delegados y comisiones internas. Y coordinar los piquetes con los gremios, desde temprano y otras tareas del paro.

Antes del paro, los movimientos de mujeres preparan, para el 3/6, una masiva marcha contra el femicidio, junto a una ley de emergencia sobre la violencia contra la mujer y otros justos reclamos negados por el gobierno K.

3. Aceiteros y el paro desnudan la mentira

Las 7 elecciones realizadas han mostrado un extremada polarización. Sobre esa base, se monta una brutal presión sobre “la derechización de las masas”. Resurge la idea de que “no se puede con el kirchnerismo”, y en consecuencia, “para qué hacer el gasto en las elecciones”. Estas ideas son usadas por las clases dominantes para empujar la polarización entre Scioli y Macri.

La lucha de los aceiteros, la de Abasto y demás luchas en curso, y el paro nacional, demuestran que no se derechizaron las masas. Por otra parte, el masivo acto y las actividades del gobierno en la semana de Mayo, y el triunfo del Frente para la Victoria en el Chaco, muestran la posibilidad de un triunfo electoral de Scioli.

Amplios sectores de obreros y asalariados, y sectores muy golpeados por la situación económica, han decidido no votar al kirchnerismo. A esos sectores se los quiere forzar a votar a Macri o Massa, aunque sea apretándose la nariz.

Después del exitoso acto y Congreso Nacional, el Frente Popular marcha a una gran campaña para instalarse nacionalmente. Una campaña que denuncie las leyes electorales proscriptivas, las campañas millonarias de los candidatos del sistema y su monopolio de los medios de comunicación. El Frente Popular pide el voto popular en las PASO de agosto para no ser proscripto y presentarse en octubre, porque ese voto ayuda a parir una fuerza que luche por las necesidades obreras y populares; y que construya, en un proceso, un movimiento social y político que acabe con el latifundio terrateniente, la dependencia del imperialismo, y el poder que los sostiene, para construir uno nuevo en las manos de los trabajadores y el pueblo.

4. Romper la trampa de las PASO

Para romper la trampa proscriptiva de las PASO, superando los 400.000 votos el 9 de agosto, el Congreso Nacional del Frente Popular lanzó la iniciativa de juntar 400.000 avales que instalen el Frente Popular. También es una iniciativa para completar las afiliaciones en las provincias que no han llegado, tener la mayor cantidad posible de fiscales de mesa que son la manera de reducir el fraude, y abrir las listas de candidatos a todas las alianzas políticas y sociales posibles. El 13/6 se marcha a una jornada nacional de juntada de avales, y el 14 son las elecciones provinciales en Santa Fe.

El Frente Popular, y el PTP, tuvieron éxitos importantes que les permitieron avanzar en las elecciones: la personería en 7 provincias, la personería nacional, la constitución del Frente Popular y su exitoso primer Congreso, y ha sumado nacionalmente alrededor de 105.000 votos.

El Frente Popular y el PTP han llegado con sus posiciones a una parte de los lugares adónde tienen que llegar. Ha sido con un enorme esfuerzo de miles de compañeros y amigos; y en ese recorrido, se han sumado nuevos luchadores, y se han fortalecido las fuerzas que integran el frente. La lucha ahora es por llegar a todos los lugares que tienen que llegar para romper la trampa proscriptiva de las PASO.

En la actual situación del mundo, de América Latina, y nacional, hay que estar atentos a los cambios de escenario. El paro nacional va a pesar fuerte. No hay nada cerrado.

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Proyecto K de “reconciliación nacional”