El Dr. Néstor “Chino” Oliveri, fallecido el pasado 24 de junio, a través de una beca de intercambio viajó en la década del 60 a la ciudad de Elkin, en el Estado de Carolina del Norte, Estados Unidos de Norteamérica, donde terminó el secundario. Como es norma en esos casos, vivió en la casa de una familia de esa ciudad y mientras estudiaba integró el equipo de fútbol americano de la escuela.
El Dr. Néstor “Chino” Oliveri, fallecido el pasado 24 de junio, a través de una beca de intercambio viajó en la década del 60 a la ciudad de Elkin, en el Estado de Carolina del Norte, Estados Unidos de Norteamérica, donde terminó el secundario. Como es norma en esos casos, vivió en la casa de una familia de esa ciudad y mientras estudiaba integró el equipo de fútbol americano de la escuela.
Contaba que entre sus compañeros era muy popular, ya que les había enseñado a patear la pelota con el empeine -como hace acá cualquiera que tuvo en sus pies una redonda- pues ellos lo hacían de puntín. Esto les había gustado ya que se traducía en mejores resultados en el juego. Mientras lo contaba, se reía y decía “yo les enseñé a jugar al fútbol a los yanquis”.
Después de perder el contacto durante muchos años con sus amigos americanos, un día sonó el teléfono en la Sala y alguien preguntaba por Néstor, en inglés, del otro lado de la línea. Lo habían ubicado por su película, Cuento Chino: Clasista y Combativo que navegaba en Internet. Grande fue para ellos la sorpresa, porque lo creían desaparecido o asesinado por la dictadura.
Luego de varios intercambios por correo, este año una compañera de la escuela con su esposo y su hija, en representación de toda la promoción, vino a la Argentina a visitarlo y a conocer su trabajo.
Compartimos un asado con buen vino en la casa del Chino, ya que los amigos americanos habían pedido conocer la carne asada argentina y entre señas y un poco de “spanish english”, y el Chino haciendo de traductor fuimos parte de una velada extraordinaria, intercambiando opiniones e información sobre ambos países. Antes de irse visitaron la Sala de Salud y los despidieron con unas pizzas y empanadas hechas por las compañeras del equipo de cocina. Los amigos trajeron una importante colaboración económica destinada a la sala, reunida por todos sus ex compañeros de la promoción 64. Se fueron con el compromiso de seguir ayudando y para eso tenían la idea de crear una fundación solidaria. De lograr esas cosas era capaz el querido compañero Chino.
Estas cartas fueron enviadas por los amigos del pueblo estadounidense a Bety su compañera, al recibir la noticia de su fallecimiento.
Emilio
Elkin, Carolina del Norte, EEUU, 28 de junio de 2015.
Estimada Bety,
Este es un homenaje que compuse para Néstor que está publicado en nuestro sitio de Facebook de egresados de la clase 64 de la escuela.
“Siempre recordaremos a Néstor y la alegría de reunirnos con él antes de su muerte.
“Parece que Néstor se quemó totalmente siguiendo su sueño y pasión. Cuando el personal de la escuela le preguntó, junto a otras personas de la clase de 1964, lo que quería hacer con su vida después de la secundaria, dijo que quería ir a la escuela de medicina, ser médico y trabajar entre los pobres.
“Pocos de nosotros tenemos esa claridad de visión sobre nuestra vida a una edad tan joven, pero Néstor sabía exactamente lo que quería hacer con su vida. Se convirtió en un médico y abrazó la filosofía de la medicina social, lo que significa, no sólo el tratamiento de las enfermedades del cuerpo, sino también el tratamiento de las enfermedades de la sociedad que contribuyen a la enfermedad física. Este enfoque lo llevó más allá de la medicina, a la política y a la reforma social. Era verdaderamente un revolucionario, y por estar de pie contra la corrupción en el gobierno, durante los años turbulentos de la Argentina, se vio obligado a pasar a la clandestinidad durante cinco años y vivir separado de su familia.
“Su mayor revolución, sin embargo, era la que se manifestaba con su ayuda a los pobres de Argentina. Vamos siempre a recordarlo por su contribución a los pobres de su país y a la causa de la humanidad. Su legado vivirá mucho tiempo, no sólo en Argentina, sino en los corazones de sus amigos de Elkin.
“Que esto sea una parte de nuestro recuerdo para Néstor, de sus compañeros de escuela, y proponemos que cualquiera que quiera sumarse a estas palabras de homenaje lo en nuestra página de Facebook”.
Doug
Bety:
Le hacemos llegar las condolencias de la familia Holthouser, escritas por Wil, el más joven de nosotros. Esta familia como usted probablemente sabe, fue la que acogió a Néstor cuando vivió en los EEUU y asistió a la secundaria de Elkin.
“Lloramos con ustedes por la pérdida de Néstor. Él fue una persona que esta ciudad americana siempre amará y recordará por su gran corazón y su actitud frente a la vida.
Su muerte ha afectado a sus compañeros estadounidenses, a nuestra familia y amigos. Compartimos sus lágrimas y tristeza. La memoria de Néstor será siempre parte de esta escuela, esta ciudad y esta familia. Apreciamos el amor y amabilidad que él trajo a cada uno de nosotros. Somos afortunados con que su luz, su alegría y su bondad hayan estado en nuestro camino. Queremos hacerle saber que la familia de Néstor, su causa, y su clínica estarán siempre presentes en nuestros pensamientos y oraciones”.
Familia Holthouser – Elkin,
Carolina del Norte