El conflicto, que ya lleva más de 20 días, se disparó tras la desvinculación de 6 trabajadores contratados que cumplían funciones en la metalúrgica de Villa Constitución. Según cuentan los mismos trabajadores la no renovación de los contratos es una medida arbitraria y que si bien es legal, va en contra de los acuerdos que venían llevándose adelante y se entiende como un castigo por los reclamos salariales que se venían realizando semanas atrás.
Un intento por “disciplinar” a los trabajadores
“Los trabajadores contratados hacia 3, 4 o 5 años que están en la planta, no son eventuales”, aclara Juan Pablo, uno de los 6 efectivos que tras participar del paro por la reincorporación de los contratados quedó impedido de ingresar a la empresa. “Había 2 compañeros contratados a meses de quedar efectivos”, asegura y explica que la mayoría son indispensables para que la empresa siga produciendo, prueba de ello es que tras la no renovación de contratos Acindar incorporó a otros 2 trabajadores en esa misma situación, pero por supuesto sin la antigüedad de los que quedaron afuera.
La mayoría de los trabajadores que el jueves recorrió las pocas cuadras que separan el cruce de rutas de Villa Constitución de la delegación local del Ministerio de Trabajo de la provincia donde se desarrolló la reunión coinciden: “Es un castigo por el reclamo”.
“No sabemos en qué situación estamos”
Justo es otro joven laburante, que hace más de una quincena no puede ingresar a su puesto de trabajo en Acindar. Él es efectivo y trabaja en la sección de Colada. Pero no solo no puede ingresar sino que como el resto de sus compañeros efectivos (5 más) vive la incertidumbre de una empresa que no deja clara cuál es su situación. “No estamos desvinculados sino impedidos de ingresar a la empresa por una decisión arbitraria de la empresa”.
Según registran los mismos laburantes, hace tiempo la empresa tiene planes de achicar los planteles por supuestas mejoras a la competitividad. “Lo que quieren hacer es ni más ni menos que un ajuste sobre los trabajadores con achique y reducción de planteles”, explican con una claridad que la empresa no parece tener a la hora de explicar porque hay 12 trabajadores que hace más de 20 días no pueden seguir en sus puestos.
Las razones son difusas. Algunos ven en el avance del acero chino subsidiado uno de los factores mundiales de retracción de la industria, otros en la caída de la construcción (uno de los principales consumidores internos del acero de Acindar) o la merma considerable en la industria automotriz latinoamericana las razones para empujar un ajuste. Lo que sí es claro es que esta empresa, sucursal de la multinacional ArcelorMittal que tiene operaciones siderúrgicas en 19 países de cuatro continentes y durante 2014 su facturación alcanzó los 79,3 millones de dólares, quiere ajustar costos en base a ajustar sus planteles, lo que atenta directamente contra la seguridad de los laburantes.
“Nosotros por ejemplo”, dice Justo “trabajamos con acero líquido y lo hacemos hoy con los planteles mínimos e indispensables para garantizar nuestra seguridad”. El planteo apunta a que el achicamiento de planteles como búsqueda de maximizar ganancias terminará tarde o temprano afectando la salud y la seguridad de quienes quedan desarrollando tareas con menos compañeros.
“Quieren meter miedo para flexibilizar como en los noventa, sacando a 6 compañeros para que los de adentro no quieran parar más, no quieran reclamar salarios o seguridad, no faltar aunque estén enfermos, de a poco van avanzando. Esto está pasando en muchos otros lugares como San Nicolás y Buenos Aires y sabíamos que iba a pasar en Acindar. Se manejan mediante el miedo y el terror para que no reclamemos”, asegura Juan Pablo.
Nueva negociación
Mientras transcurre una nueva conciliación obligatoria, que la empresa ha incumplido al no hacer efectivo el dictamen que llamaba a reincorporar a los 12 trabajadores, se denuncian presiones sobre los trabajadores que siguen en funciones “casi sin francos”, con el riesgo a la seguridad que ello representa.
Al finalizar la reunión en la delegación local del Ministerio de Trabajo provincial la empresa había hecho una propuesta que constaba del ingreso de los 6 efectivos, 2 a su puesto de trabajo, 2 con los que estarían dispuestos a discutir una reubicación o acuerdo de egresos o reincorporación, y 2 desvinculación. En cuanto a la situación de los contratados , discutirla en un plazo de 60 días.
Por su parte los representantes de los trabajadores que participaron mantenían el pedido del reingreso de los 6 efectivos, con la posibilidad de reubicación de 4 y discutir la situación de los contratados en un plazo menor.
Al no haber acuerdo se pasó a un cuarto intermedio hasta el martes (al cierre de esta edición) donde se volverán a citar las partes pero esta vez en la sede rosarina del ministerio. “La empresa no nos ha dado los argumentos de porque nos lleva a esta situación y no queda otra que entender que es un ataque a nuestros derechos, quieren bajar la moral de los trabajadores y poder luego hacer pasar los planes de ajuste y reestructuración”, ensaya uno de los trabajadores como hipótesis a la dureza de la empresa en la negociación.
La empresa
Desde 2006, Acindar es parte de ArcelorMittal, el mayor grupo siderúrgico mundial con sede en Luxemburgo. Con una producción mundial de 93,1 millones de toneladas de acero y 63,9 millones de toneladas de mineral de hierro, la producción de acero del Grupo representa alrededor del 6% de la producción mundial y aquí en nuestra América produce el 38% de su acero. En Argentina posee una facturación anual de alrededor de 7.500 millones de pesos.