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12 de agosto de 2015

El 5 de agosto, en conmemoración del natalicio del compañero Oliveri, se le realizó un merecido homenaje, y pusieron su nombre a la sala de salud a la que el Dr. Chino dedicó treinta años de trabajo.

Un médico de barrio

Homenaje al Dr. “Chino” Oliveri en La Matanza

 
En una asamblea que se realizó para despedirlo el día de su velorio, frente a la sala de salud donde participaron pacientes, vecinos, trabajadores de la sala y compañeros de militancia y, a propuesta del equipo de salud, se decidió denominarla Dr. Chino Néstor Oliveri.

 
En una asamblea que se realizó para despedirlo el día de su velorio, frente a la sala de salud donde participaron pacientes, vecinos, trabajadores de la sala y compañeros de militancia y, a propuesta del equipo de salud, se decidió denominarla Dr. Chino Néstor Oliveri.
El 5 de agosto es el natalicio del Chino Oliveri, ese día hubiera cumplido 70 años. El miércoles 5 amaneció nublado y frío, lo cual no impidió que cientos de vecinos y pacientes se congregaran frente a la salita donde se desarrolló el acto para rendirle un sentido y emotivo homenaje a su médico, el día de conmemoración de su nacimiento. Además se dejó un testimonio eterno de la admiración y amor que le tienen en el barrio al imponer su nombre, como se había acordado, al lugar donde entregó su vida durante treinta años. Mujeres y hombres humildes, con sus caras curtidas por el sufrimiento, algunos enfermos, jóvenes recuperados de las adicciones y niños estuvieron estoicamente acompañando el homenaje, durante varias horas, haciéndole asco al mal tiempo.
Después de las palabras de apertura por parte del compañero Hugo Pololla, el psicólogo social de la sala, se pasó el video de una entrevista hecha al Chino por Cultura desde el Pie y Matanza TV Cultural (se puede ver en youtube) y tramos de la película Cuento Chino Clasista y Combativo. 
 
Con alegría combatiente
Desde el micrófono dieron su testimonio con recuerdos y anécdotas sobre el Chino, el secretario de la escuela primaria 187 Salvador Mazza, Jorge Remantería, y la docente Verónica, que no pudo seguir hablando debido al llanto en que estalló; acompañados por otros docentes y una delegación de alumnos con la bandera de ceremonia. También se dirigió a los presentes el director de la escuela especial 516, Sebastián Urquiza, acompañado por la orquesta de niños de la escuela, que deleitó al público con varios temas, entre ellos el Himno a la Alegría de Beethoven, recibiendo acalorados aplausos de los presentes. 
Como dice Julius Fucik en su Reportaje al Pie del Patíbulo: “he vivido por la alegría y por la alegría voy al combate, quisiera que la tristeza nunca se asociara a mi nombre”, al Chino, también le hubiera gustado que lo recordáramos con alegría combatiente.
También pasaron por el micrófono sus hijos Ariel y Luciano, que vinieron de Mar del Plata con muchos familiares del Chino; luego, un joven recuperado de las adicciones, quien dijo que con el Chino se le había ido “el padre”. El compañero Juan Carlos Alderete que estaba acompañado por Fredy Mariño y otros compañeros de los desocupados de la CCC. Hablaron integrantes de la sala como la asistente social Lorena Peña, Cristina Malfitani, responsable de la farmacia, Mónica Correa enfermera, Nuria Benítez, vecina histórica del barrio y recepcionista. 
También fue leído un escrito titulado “Lo que el Chino nos dejó” del grupo de amigas Ser o no Ser, agentes sanitarias egresadas de la promoción 2014 del Curso de Agentes Sanitarios y se leyó una carta de Juan Salvarredy que estaba presente junto con Eugenia Jaime, del grupo de arquitectos del Proyecto Hábitat que trabajaron en el barrio e instalaron en la sala un consultorio de arquitectura para estudiar y proponer soluciones habitacionales populares. Fue leído un mensaje enviado por Mariana Ares y Ana Barry, realizadoras del documental Masamadre, quienes se encuentran en México mostrando esta película que trata sobre el protagonismo de las mujeres en los luchas del barrio.
Casi al final, dos pacientes contribuyeron con música al evento, con algunas canciones alegres.
Se encontraba presente la histórica militante peronista matancera y ex concejal María Elena Argañaraz, por ella el barrio lleva su nombre. Debido a que fue desde su función, quien peleó con los vecinos para la expropiación de las tierras en las cuales se constituyó el barrio. María Elena con sus jóvenes 82 años sigue preocupada por la necesidad de los vecinos y se ofreció a seguir ayudando desde su lugar de militancia actual vinculada al área social, por lo cual esta semana se reuniría con el equipo de salud de la sala.
Al finalizar el homenaje se descubrió un mural con el nuevo nombre de la sala, Dr. Chino Néstor Oliveri, realizado por las docentes de plástica Valeria Gómez e Irene Álvarez. En los próximos días se colocará una placa con su nombre que su compañera de los últimos años, Bety, mandó a grabar.
El compañero Hugo Pololla, al cierre informó que algunos de los trabajadores que estaban provisorios fueron incorporados a la planta permanente de la sala. Un logro muy importante por lo cual venían luchando hace tiempo. ¡Qué contento estaría el Chino, si hubiera podido ver esto!