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16 de septiembre de 2015

El comedor funciona hace 16 años. Surgió inmediatamente después de que los desocupados tomaron esta ex escuela para tener un espacio propio.

“Cada día hay más demanda para el comedor”

Comedor Abril, ex escuela 91 de la CCC, La Matanza

Llegamos al lugar cerca del mediodía -uno de los tres días que funciona durante la semana y en medio del trajín-  mientras terminaban de preparar el menú del día, los compañeros del equipo hicieron un alto y nos atendieron, invitándonos con un mate cocido y un pan caserito recién salido del horno, mientras charlábamos.

Llegamos al lugar cerca del mediodía -uno de los tres días que funciona durante la semana y en medio del trajín-  mientras terminaban de preparar el menú del día, los compañeros del equipo hicieron un alto y nos atendieron, invitándonos con un mate cocido y un pan caserito recién salido del horno, mientras charlábamos.
Mabel, una de las referentes del barrio, relata: “Al principio caminábamos el barrio para conseguir donaciones entre los comerciantes. Además de dar una comida al mediodía, a la tarde teníamos la copa de leche. En ese momento dábamos guiso todos los días. A partir de que en la organización se vio la necesidad de los comedores y se presentaron proyectos para formar varios, entre ellos el de acá, éste fue aprobado y así tuvimos una ayuda regular a través de lo que recibía Amas de Casa del País; esto nos permitió cambiar el menú y mejoramos el servicio alimentario a la gente. Como la mercadería que recibimos es insuficiente hacemos pan y lo vendemos en el barrio para comprar lo que nos falta para cocinar para todos lo que concurren al comedor. Nuestra consigna es tratar de darle a todo el que viene por un plato de comida
“Nosotros la mercadería la hemos conseguido con el movimiento mediante la lucha. Pero tuvimos un periodo muy difícil, en el cual el comedor estuvo un año sin funcionar. Durante ese tiempo venía la gente a buscar comida y le teníamos que explicar las causas del párate. Se sentía la falta del comedor”.
Petrona, Ramona y Luis, agregan por su lado: “En este momento volvimos a tener dificultades, debido a la poca ayuda por parte del Ministerio de Desarrollo Social y nos hemos visto obligados a reducir el comedor a solo tres veces a la semana. Le entregamos la vianda a la gente, pero algunos se quedan a comer acá. En este momento estamos entregando 100 porciones por día. Hay personas que también se llevan la comida para la noche. Los días que salimos a una jornada de lucha y no abrimos el comedor, le decimos a la gente que vamos al corte o a la movilización para luchar por más alimentos o trabajo para todos. Te da bronca ver la pobreza y las necesidades de nuestro barrio.
Norma y Gladys acotan: “Nosotros vemos que cada día hay más demanda para el comedor, se acerca gente a preguntarnos si pueden venir. Se acercan madres que tienen varios chicos, abuelos solos, gente que cartonea. Algunas veces nos piden no solo comida sino yerba, leche y ese tipo de cosas, por eso es necesario tener un comedor todos los días. Necesitamos que el gobierno destine más presupuesto a los comedores populares. Pero si no luchamos para lograrlo, no lo va a hacer por propia iniciativa.
“Nosotros que vivimos esta realidad diaria, tenemos claro que lo que dice la presidenta Cristina, que casi no hay pobreza o que la desocupación es mínima, son mentiras. Te da bronca ver la pobreza, las necesidades de muchas familias en nuestro barrio”. Por último, nos dicen Mabel y Fanny que están trabajando en un proyecto para poner una biblioteca popular para el barrio, está el espacio y se van recibiendo donaciones de libros; están muy entusiasmadas con esto que también es una necesidad.
 
El testimonio de dos abuelos
Antonio, que está tramitando su jubilación a través de la moratoria y Ramón ya jubilado, mientras esperan que les sirvan sus viandas, nos cuentan que “hace años que asisten al comedor y para ellos es una gran ayuda; el año que no funcionó, lo sintieron mucho”. El equipo a cargo del comedor lo integran 7 compañeros, seis mujeres y un hombre: Mabel, Norma, Gladys, Ramona, Petrona, Fanny y Luis.