El sábado 26/09 se realizó, en el acampe de Abasto, el preencuentro de mujeres de la zona agraria de La Plata, con la participación de los barrios Abasto, Las Margaritas, Las Rosas, Peryera, Romero, El Peligro y El Pato. En un hermoso clima y en una jornada que arrancó desde temprano las mujeres funcionamos en un único taller, el que fue recorrido por historias conmovedoras y ricas experiencias de lucha. Se contaron esas luchas que silencian los de arriba y que no reconocen. Conversamos con G y A (mujeres que fueron parte de la lucha por tierra para vivir en Abasto), A1 (compañera de Asoma) y M (Barrio Romero). Ellas son algunas de las 65 compañeras que participaron de este preencuentro.
—¿Cómo surgió la idea y necesidad de ir al Encuentro?
M: Nosotras nos estamos organizando desde el barrio, desde la copa de leche, con las mamás, vecinas y compañeras. Estamos llegando, hasta ahora somos 39 mujeres que queremos ir a Mar del Plata, esperamos que se nos haga realidad porque queremos ir al Encuentro, justamente para llevar la situación de las mujeres, lo que cada una de nosotras vivimos en el barrio y en el campo, todo lo que cotidianamente nos pasa.
A: La idea surgió desde el acampe, empezar a juntar las mujeres para poder estar allá y contar todo lo que pasamos. El tema de la represión y como las mujeres nos pusimos a la cabeza del acampe y también contar lo que significa poder tener un pedazo de tierra para cada una de nosotras, después de tanta lucha.
G: Yo me enteré por las chicas que me invitaron, yo no sabía lo que era un encuentro pero me dijeron que es algo muy bueno, invité a mi consuegra para que también vaya. Espero poder ir porque va a ser una gran experiencia para mí.
A1: Cuando yo participé del acampe de Asoma en Pereyra conocí a una compañera que contaba cómo fue su experiencia en los encuentros. Tenía curiosidad y pregunté ¿Qué es el encuentro? Ella me dijo: es un espacio donde las mujeres nos juntamos a contar nuestros problemas, cómo nosotras que somos campesinas el problema que nosotras tenemos en las quintas como productoras. Yo quise participar y empezamos a juntar las mujeres del campo para poder participar. Entonces fui y éste será mi cuarto Encuentro.
—¿Cuáles son las principales necesidades de las mujeres en sus lugares?
M: Los problemas que estamos viendo es que las compañeras están sufriendo el tema de la violencia: hay mucha violencia, en lo que es el tema familiar (en los jóvenes y adultos). Queremos animar a las compañeras para que puedan contar su situación en este encuentro y ver entre todas cómo hacemos con esta situación de la violencia hacia la mujer y también el tema de la falta de trabajo en los barrios, cada vez hay más chicos en la copa de leche, nuestra realidad.
A: La primera necesidad es tener dónde vivir, como siempre decimos, un lugar donde cada padre y madre tenga un lugar donde criar a sus hijos. Construir un barrio entre todos, calles, salitas, jardines todo lo que necesitamos. Las mujeres que participan acá, a veces, tienen problemas con sus maridos para poder estar. También hay muchas madres solteras, hay muchas que trabajan en la quinta, que vienen acá y comparten la pelea por un pedazo de tierra.
G: La principal necesidad es que hay mucha gente que no puede llevar a sus hijos a la escuela, porque la escuela y el jardín en Abasto son muy chicos. Necesitamos una salita donde nos atiendan a las mujeres, principalmente embarazadas, y chicos, necesitamos muchas cosas importantes en Abasto. Acá hay pero no alcanza y acá viene gente de muchos lados. Las mujeres tenemos que estar juntas y unidas, en este encuentro de la mujer y en todo, luchando todas juntas.
A1: La principal necesidad para nosotras y por la que venimos peleando hace años es la tierra. Queremos dar a conocer que vamos a volver al parque, pero esta vez para quedarnos.
—¿A esas necesidades, que ustedes plantean, el gobierno nacional y/o provincial les dio respuesta?
M: No. Verdaderamente, no han dado respuesta acá en los doce años que están los Kirchner. El hambre nunca se pudo arrancar, siempre estuvo el hambre, la necesidad y especialmente la falta de trabajo, hoy por hoy se está agudizando. Las personas que hacían changas hoy no la tienen y, lamentablemente, llega esa situación a las casas y la familia, llega la situación de ¿Cómo salir adelante? ¿Cómo una mamá y un papá hacen que sus hijos sigan estudiando? Sin el trabajo es muy poca la posibilidad de que la juventud termine de estudiar.
A: Unos de los temas que queremos es tener una Casa de la Mujer en el barrio. Entonces, en el barrio, toda mujer que sufra violencia, que no tenga dónde vivir se pueda sentir acompañada. Estamos hace cinco meses acá entre la toma, el acampe de la 214 y donde estamos ahora, las cosas que conseguimos con la lucha.
A1: Hasta ahora no, nosotros hicimos un proyecto para las tierras del parque y ahora se viene trabajando. Pero muchos compañeros que ven que con los políticos siempre es promesa tras promesa y no se avanza, tomaron la decisión de ir al acampe. Si bien las negociaciones van a seguir pero que sigan desde adentro, yo creo que dio pie a esa decisión que tomamos lo que fue el Abasto, lo que se hizo, las negociaciones, que se haga posible y para eso tenemos que estar adentro.
—¿Qué esperan traer de este Encuentro? ¿Qué expectativas tienen?
M: Yo especialmente como mujer, todos los años que voy al encuentro, vuelvo con más ganas para luchar por todas las necesidades que tenemos y por mis derechos como mujer, así que lo que traemos de allá es más fuerza para luchar.
A: A mí, como joven, creo que me va a ayudar mucho para poder contarle a más chicas jóvenes. Traer experiencias. Así como hoy lloramos toda la tarde creo que allá va a ser igual y ver de alguna manera la situación de las mujeres de otros lados, ver lo que una no ve.
G: Yo por mi parte creo que me voy a traer muchas cosas hermosas, como dije hoy no soy la única que tuvo problemas, son muchas chicas las que tienen problemas, pasaron por muchas cosas no como las mías pero pasaron por muchas. Una experiencia muy grande, lo que viví acá en Abasto, yo sé que voy a tener que seguir luchando, no solo para mí sino también por los demás.
A1: Yo espero poder contar lo que nos pasa a nosotras como mujer y campesina y, a su vez, poder escuchar las experiencias de cada una de las mujeres en la ronda que se hace, ir escuchando cada experiencia, cada lucha y aprender de ellas y que ellas aprendan de nosotras. A mí me pasa de venir con nuevas ideas: en el primer encuentro que yo participé me saqué muchas dudas de encima, como mujer yo no sabía que tenía derechos, entonces esas son las cosas que nos traemos.
Así las mujeres de la Zona Agraria se preparan para participar del Encuentro Nacional de Mujeres, sobre el final de la jornada se juntaba el dinero que se pudo conseguir con actividades, con pedidos de aporte y con el esfuerzo de cada compañera. Estas son las historias que van a ser parte de este Encuentro y que las mujeres van dispuestas a contar, van a hacer visible sus vidas, a pesar de los esfuerzos que hace el gobierno por invisibilizarlas.
