El viernes 23, a las 9.30 de la mañana, arribaron a El Galpón -municipio del departamento de Metán-, 7 de las cooperativas del Argentina Trabaja de la Corriente Clasista y Combativa; lo hicieron junto a otras nueve cooperativas del Frente de Cooperativas del que la CCC es parte.
El viernes 23, a las 9.30 de la mañana, arribaron a El Galpón -municipio del departamento de Metán-, 7 de las cooperativas del Argentina Trabaja de la Corriente Clasista y Combativa; lo hicieron junto a otras nueve cooperativas del Frente de Cooperativas del que la CCC es parte.
Las brigadas de compañeras y compañeros hicieron limpieza de escombros en 13 casas de familia y ayudaron en distintas tareas en el pueblo. “La gente estaba muy agradecida por la ayuda que le dimos porque hasta ese momento nadie los había ayudado con nada, muchos perdieron todo, les dijeron que los iban a ayudar pero solo los empadronaron y nada más, también nos contaron que algunas de las casas que se derrumbaron son de 1895”, contó el compañero Rafael, uno de los brigadistas.
Entre las viviendas a demoler se encuentra la casa de Alberta Flores, de 94 años, única víctima fatal del terremoto que se produjo el pasado sábado 17 de octubre, a las 8.30 y que tuvo una intensidad de 5.9 grados de magnitud, con epicentro en El Galpón y alrededores de Metán, en el sur salteño.
Alberta Flores falleció tras derrumbarse parte de su casa, hubo decenas de heridos y cuantiosos daños en viviendas y escuelas. Los daños materiales más importantes se reflejan en los escombros y ruinas de la escuela “Magdalena Güemes de Tejada”, éste edificio escolar -como muchos en la provincia- es centenario y no contó nunca con el mantenimiento necesario para apuntalar paredes y galerías.
Como no podía ser de otro modo, la escuela Güemes de Tejada se desplomó casi por completo ante el movimiento sísmico, y por horas, no tuvimos que lamentar una gran tragedia, puesto que centenares de niñas y niños asistían a diario a ese establecimiento.
Para los compañeros y compañeras fue una gran experiencia de solidaridad y compromiso con un pueblo que en medio del dolor exige ayuda, “en el pueblo dicen que están de duelo no solo por la mujer que murió, sino por todas las cosas que pasaron y porque perdieron una parte de su historia, estaban esperando a ver qué pasaba con la iglesia porque la gente no quiere que se la demuela aunque está muy dañada”, contó también Rafael.
El Galpón, como la mayoría de los municipios salteños, no cuenta con cuartel de Bomberos, oficina de Defensa Civil, ni ningún otro organismo que actúe en casos de emergencia. El gobierno provincial, y el propio gobernador Urtubey, si bien se hicieron presentes en el lugar de la catástrofe a las pocas horas de sucedida la misma, armaron tardíamente un Comité de Crisis que hasta el momento sólo tomó nota de los daños y empadronó a las víctimas. La verdadera ayuda del Estado aún no llega.
