Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista de Italia, mientras estuvo encarcelado por orden de Benito Mussolini (entre 1927 y 1937, cuando salió ya enfermo de muerte) escribió una serie de artículos y notas conocidos como Cuadernos de la Cárcel.
Antonio Gramsci, fundador del Partido Comunista de Italia, mientras estuvo encarcelado por orden de Benito Mussolini (entre 1927 y 1937, cuando salió ya enfermo de muerte) escribió una serie de artículos y notas conocidos como Cuadernos de la Cárcel.
Una de estas notas, tomada del cuaderno 16, se titula El mal menor o el menos peor. Gramsci escribe “El concepto de ‘mal menor’ o de ‘menos peor’ es de los más relativos. Un mal es siempre menor que uno subsiguiente mayor y un peligro es siempre menor que uno subsiguiente posiblemente mayor. Todo mal resulta menor en comparación con otro que se anuncia mayor y así hasta el infinito. La fórmula del mal menor, del menos peor, no es sino la forma que asume el proceso de adaptación a un movimiento históricamente regresivo, movimiento cuyo desarrollo es guiado por una fuerza audazmente eficaz, mientras que las fuerzas antagónicas (o mejor, los jefes de las mismas) están decididas a capitular progresivamente por pequeñas etapas y no de un solo golpe (lo que tendría un significado muy distinto, por el efecto sicológico condensado, y podría hacer nacer una fuerza competidora activa contraria a la que pasivamente se adapta a la ‘fatalidad’, o reforzarla si ya existe). Puesto que el principio metódico es justamente que los países más avanzados (en el movimiento progresivo o regresivo) son la imagen anticipada de los otros países donde el mismo movimiento se halla en sus comienzos, la comparación es correcta en este campo, por lo que puede servir (pero siempre servirá desde el punto de vista educativo)”.
Cuadernos de la cárcel, Ed. Era, tomo 5, pág. 294-295, 1999.