El jueves 5 de noviembre desde las 9.30 de la mañana, más de 340 compañeros de la Corriente Clasista y Combativa de La Plata irrumpieron en el centro de la ciudad, movilizando a Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, al Ministerio de Desarrollo Social y luego a la Municipalidad (12 y 51).
El jueves 5 de noviembre desde las 9.30 de la mañana, más de 340 compañeros de la Corriente Clasista y Combativa de La Plata irrumpieron en el centro de la ciudad, movilizando a Casa de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, al Ministerio de Desarrollo Social y luego a la Municipalidad (12 y 51).
Llevaron sus reclamos por las tarjetas sociales, para el funcionamiento de los comedores y copas de leche –están sin fondos desde septiembre–, por utilitarios para el funcionamiento de los comedores, por más mercadería para paliar la urgente situación de las familias sin empleo y ante la necesidad de más puestos de trabajo en las cooperativas.
Con la lucha y la firmeza se consiguieron 8 mil kilos más de alimentos de parte del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia que, al cierre de esta edición estaban por ser retirados por los compañeros.
Hace semanas se viene organizando esta movilización, juntando peso por peso para pagar los micros, debatiendo en cada barrio que es un momento en que la necesidad nos empuja a la calle, que se vienen tiempos de luchas duras gane quien gane la elección presidencial. En nuestra región vemos con preocupación cómo se reduce la cantidad de changas, el principal ingreso económico de la mayoría de nuestros compañeros.
Las negociaciones con la Municipalidad fueron en un clima tenso, con agresiones verbales de parte de los funcionarios y acusaciones de “hacerle el juego a la derecha” ante la firmeza de la delegación que les enrostró el hambre que se sufre en el barrio y hasta los invitó a “que atiendan ellos los comedores, cuando los chicos vienen a buscar la leche para ellos y sus hermanos hasta altas horas de la noche”.
Nos proponen una reunión para el día siguiente con Juan Del Río, responsable del área que no se encontraba presente. Los compañeros salen de la reunión y se realiza una asamblea en la que se cuenta lo discutido y en medio de exclamaciones de bronca y sorpresa se decide levantar y volver una delegación para la reunión con Del Río. Se toma el compromiso de que en el caso que no atiendan las urgencias planteadas, cortar los accesos a la ciudad que más cerca queden de nuestros barrios: La Ruta 2, la Avenida 520, etc.
Así se encamina la CCC de la regional a realizar su Asamblea anual, para impulsar la unidad y la lucha para mantener nuestros comedores como trinchera de lucha contra el hambre, por la defensa del trabajo y la creación de más puestos, con la campaña por el voto en blanco para “marcarle la cancha” a los ajustadores de cualquier color que con distintos discursos quieren enchalecar la combatividad y esconder las necesidades que sufre nuestro pueblo.