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11 de noviembre de 2015

El sábado 7/11, cerca de medio millón de personas marcharon en Madrid “contra las violencias machistas”, en una movilización que tuvo carácter nacional, y fue convocada por decenas de organizaciones de mujeres, sociales, sindicatos y partidos políticos.

España: marcha contra las violencias machistas

84 femicidios en lo que va del año

El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, fue el punto de arranque de la “Marcha Estatal contra las Violencias Machistas” como expresaba un gran cartel en los cuatro idiomas oficiales de España. En el final del recorrido, en la Plaza de España, sus organizadoras dieron a conocer un documento en el que se pide que se reforme la ley de 2004 de violencia de género para que contemple todas las formas de violencia contra las mujeres, no sólo las que se dan en el entorno de las parejas o ex parejas. Un total de 380 organizaciones feministas territoriales y otras 70 nacionales firmaron el documento.
Muchos de los principales dirigentes políticos se sumaron a la marcha, con declaraciones de ocasión. Pero lo principal fue la gran movilización de decenas de miles de mujeres y hombres de todas las edades, que vinieron desde todos los rincones de España.
“Desde el año 1995, 1.392 mujeres han sido asesinadas por el terrorismo machista. En lo que llevamos del año, se han contabilizado 84 feminicidios y otros asesinatos de mujeres cometidos por hombres. Sólo en el verano de 2015 han sido asesinadas 37 mujeres y ocho menores a manos de sus parejas, padres o parejas de sus madres. Mujeres y menores sufren violencia patriarcal en múltiples formas y esto sólo es la punta del iceberg”, dice el manifiesto. Los juzgados reciben cada día 266 denuncias de violencia de género. 
“Alba Galán acaba de cumplir 18 años y ha llegado desde Valencia. En su pancarta se puede leer: ‘Quien ama no mata, ni humilla, ni maltrata’. Narra que alguna amiga le ha contado que el novio le riñe por la forma de vestir y que eso es un síntoma de violencia machista. Alfonsa Escobar es una madrileña de Vicálvaro. Tiene 78 años y aunque le cuesta andar, no ha querido perderse la marcha. ‘Tengo ocho nietas. Algunas han tenido que emigrar a Holanda porque, aunque tienen la misma formación que sus compañeros varones, a ellas les pagan menos o ni las contratan. Eso también es una forma de violencia de género’, son apenas dos testimonios recogidos por el diario El país durante la marcha.
 
La “Ley de Violencia” no sirve
Lidia Falcón, escritora y fundadora del Partido Feminista, calificó, en un artículo escrito en los días previos a la marcha de “masacre de mujeres y niñas” la oleada de violencia machista, y reclamó la urgente modificación de la “pomposamente llamada Ley Orgánica de Medidas Integrales contra la Violencia de Género, se ha demostrado cumplidamente ineficaz”. Enumera Falcón que, desde la aprobación de esta ley, en 2004 “se han cometido más de 1.000 asesinatos machistas”, y que “Las frías cifras nos explican que tenemos 2.000.0000 de mujeres maltratadas, 15.000 violadas cada año, y un número indeterminado -por falta de datos oficiales- de niños asesinados, desaparecidos, abusados sexualmente y maltratados”.
Sobre la Ley de Violencia, la crítica se centra en su artículo 1, que exige a las víctimas demostrar que la violencia ejercida contra ellas se realiza en razón de “la posición de subordinación al hombre”, lo que lleva a que los jueces archiven el 55% de las causas. “Del 45% a partir de las cuales se tramita el proceso concluyen en condena el 70%, lo que supone que se absuelve al 30% de los acusados y únicamente el 31% de las denuncias se penaliza, la mayoría de las cuales no exceden de dos años de prisión, porque dada la benignidad de los jueces, en los procesos de violencia, a los maltratadores se les compensa con la sustitución por los llamados servicios en favor de la comunidad, que nadie sabe en qué consisten. En definitiva, una mujer maltratada solo tiene el 6% de posibilidades de ver a su verdugo en la cárcel”, escribe Falcón.
Otro aspecto criticado de la Ley de Violencia vigente en España es que sólo “protege” a las mujeres ligadas con el agresor por un vínculo sentimental. Así, ni las madres, hijas, hermanas, amigas agredidas por el maltratador, y mucho menos las mujeres víctimas de trata o de prostitución, están amparadas por esta legislación. Además, esta calificación deja excluidas de la “Ley de Violencia” a las víctimas de violación o acoso sexual.
Durante la marcha, además de la denuncia de decenas de casos concretos de femicidios impunes, se remarcó la falta de una política de Estado contra la violencia machista, expresada en la falta de presupuesto para la implementación de la Ley de Violencia, lo que ha llevado a que no se haga el “Plan Nacional de Sensibilización y Prevención de la Violencia de Género”, mientras se destinan fondos en la realización de terapias dirigidas a la “rehabilitación” de los maltratadores. En el mismo sentido se remarcó la falta de juzgados y unidades de policía necesarios para tramitar con garantías de rapidez y eficacia los procesos por violencia contra las mujeres.