“Apoyé por instinto, sin comprenderla aún, a la Revolución de Octubre. Amaba a Lenin porque era un gran patriota que había liberado a sus compatriotas pero no había leído un solo libro de él. (…) Pregunté en una asamblea cuál Internacional estaba a favor de los pueblos de los países coloniales, algunos camaradas me contestaron que era la Tercera, no la Segunda y me dieron a leer las ‘Tesis sobre las cuestiones nacionales y coloniales’, de Lenin. Había términos políticos difíciles de entender, pero a fuerza de leer y releer pude finalmente captarlos casi en su totalidad. Lloré de alegría. Este es el camino de nuestra liberación”. (Extractado de Roque Dalton: Un libro rojo para Lenin. Ed. Ocean Sur. La Habana).
18 de noviembre de 2015