Desde el 1 de noviembre los petroleros están en huelga en Brasil. En Rio Grande do Sul (RS) no es diferente, los trabajadores han fortalecido la movilización de todo el Estado: paralización de las plataformas, piquetes instalados delante de los lugares de trabajo y un gran número de movilizaciones por categoría, donde alrededor del 70% se unió a la huelga con la posibilidad de llegar a una huelga general.
Desde el 1 de noviembre los petroleros están en huelga en Brasil. En Rio Grande do Sul (RS) no es diferente, los trabajadores han fortalecido la movilización de todo el Estado: paralización de las plataformas, piquetes instalados delante de los lugares de trabajo y un gran número de movilizaciones por categoría, donde alrededor del 70% se unió a la huelga con la posibilidad de llegar a una huelga general.
Ante este ascenso del movimiento y la intensificación de la lucha de clases en el Estado, las patronales dieron una respuesta. Los trabajadores fueron atrapados en su lugar de trabajo, impidiéndoseles de volver a sus hogares o recibir visitas dentro de la empresa. La inciadora de todo esto es la Refinería Alberto Pasqualini (Refap) situado en Canoas, en la región metropolitana de Porto Alegre.
Van ocho días de detención ilegal. Los trabajadores están en condiciones análogas a la esclavitud, durante un tiempo que ya supera las 120 horas. El sindicato petrolero del Estado, estableció un piquete permanente frente a la refinería y ha recurrido a la justicia para que trate el tema. Lo más sorprendente de todo es que ni siquiera la justicia que debe defender los derechos de nuestro pueblo, esté en contra de este acto ilegal de la Refap.
Según el sindicato del petróleo, el grupo ha estado trabajando durante los ocho días y se les impidió salir bajo amenaza de despido y la pérdida de los derechos laborales, para mantener la operación de la refinería. El caso no es aislado: los empleados también se mantienen en régimen de empleo contínuo en Cubatao, la Refinería Presidente Bernardes, y en Paulinia, en Replan.
El martes 11, la Comisión de Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa (Alegrs), respondió rápidamente a la solicitud del sindicato y manifestó estar dispuestos a ir a la Refap. Sin embargo los representantes de la Comisión y los representantes del Estado, Pedro Calles (PSOL) y Jefferson Fernandes (PT), fueron impedidos de entrar a la refinería por el supervisor de la seguridad patrimonial de la empresa, pidiéndoles una orden judicial.
Los representantes del Estado dijeron que la Comisión ha llegado a través del Estado, visitando las cárceles, empresas, hospitales y otros lugares, pero el único lugar en que se ha prohibido la entrada y el trabajo de la Comisión es en Refap.
Después de mucho alboroto el sindicato petrolero publicó en un boletín electrónico que “dos dirigentes sindicales tendrán derecho a entrar en la Refap/Petrobras, desde el día 10/11, para ejercer sus actividades sindicales libremente, el control de las condiciones de trabajo cuantas veces sea necesario, a cualquier hora del día o de la noche, bajo investigación de la desobediencia”. Recordemos que el derecho de huelga está garantizado en la Constitución Federal en el artículo 9 y la Ley Nº 7.783/89 y se prohíbe la detención ilegal de personas. ¡Refap debe ser castigado y responsable de este crimen!
Traducido de averdade.org.br: La Verdad, órgano del PCR del Brasil, del 11/11/2015.
