La política del gobierno de CFK ha sido principalmente en los hechos contra las mujeres. La lucha por nuestros reclamos no cesa porque en lo cotidiano nuestra situación empeoró. Aumentó la violencia doméstica y en la calle. Cualquiera nos pega o nos mata. Abusan de nosotras, somos violadas, somos esclavizadas sexualmente.
La política del gobierno de CFK ha sido principalmente en los hechos contra las mujeres. La lucha por nuestros reclamos no cesa porque en lo cotidiano nuestra situación empeoró. Aumentó la violencia doméstica y en la calle. Cualquiera nos pega o nos mata. Abusan de nosotras, somos violadas, somos esclavizadas sexualmente.
Para CFK un moretón en la cara de una mujer es “un ojo en tinta de una mujer madura que puede tomar la decisión de dejar a ese hombre”. Nos ubica como procreadoras cuando no accedemos a la educación sexual, ni anticonceptivos y el aborto es penado. Nos castiga con su política antipopular que le abrió las fronteras a las mafias de la droga y el tráfico de personas. Nos castiga con la inflación y con el IVA a los alimentos. Mientras el juego, la especulación y las mineras, gozan de exenciones o el beneficio de pagar lo que declaran. Un gobierno que tenía trabajando en la secretaria de DDHH de la Nación un hombre que estuvo preso 10 años en España por atacar a su ex mujer, estando sus hijos en la casa.
Un gobierno que dejaba salir de la cárcel al asesino de Wanda Taddei con la agrupación Batallón militante. Un vicepresidente que altera un documento público para no darle a su ex esposa lo que le corresponde. Un gobierno que quiere legalizar la prostitución, como también la droga. Con campañas publicitarias donde la responsabilidad queda en la mujer: que se anime a “frenar la violencia a tiempo llamando al 144”. Una política que a pesar de lo bueno de algunas leyes no destina presupuesto y personal capacitado. Necesitamos la existencia de políticas de prevención real. Hoy se aplica una política que profundiza la opresión hacia las mujeres.
Que favoreció a los monopolios que “la juntaron en pala” como ella misma dijera. Un gobierno que está lejos de ser progresista cuando todos los argumentos son para responsabilizar a la mujer que tiene hijos por la asignación universal por hijo, cuando la actriz Paola Barrientos dice que apoya el proyecto por convicción y no por un choripán. Una presidente que hace comentarios contra los docentes en su mayoría mujeres, contra las mujeres adultas mayores. Que no se conmovió ante la pérdida de vidas en el accidente de Once o en las inundaciones de La Plata. Que no hizo ninguna cadena nacional contra la violencia que sufrimos y los femicidios. Que no promovió ningún proyecto de ley de Emergencia Nacional contra la violencia sexual y doméstica.
Siempre tenemos la culpa de tener la pollera corta, de provocar, de insinuar, de reír, de estar o no arreglada, de no ver que te engaña, de creerte la mentira, de no darte cuenta a tiempo, de aguantar, de quedarte o irte, de enterarte y aceptar, de perdonar, de no informarte, de no cuidarte para no quedar embarazada y de tener muchos hijos, de abortar o morir intentándolo.
Culpa de no ser fuerte, de ser sometida, sumisa y por si fuera poco de criar hijos varones machistas. Culpable si tu hijo se droga, roba. La familia es parte del entramado social, con instituciones que lo rigen, ordenan, regulan, con gobiernos que llevan adelante políticas económicas, sociales y político culturales.
El argumento del kirchnerismo en los talleres del ENM era: vos como mujer podés salir, tenés que ser fuerte, emponderate. Poner tu granito de arena. ¿Emponderarte como Ella?, una gran mujer como se autodefine CFK. Solo que lo ha hecho desde un lugar de poder político y enriqueciéndose a costa del Estado. Y beneficiando a distintos monopolios e imperialismos.
Nuestra fuerza está en la lucha por conquistar nuestros derechos y los cambios profundos necesarios para que realmente vivamos en igualdad.