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06 de enero de 2016

La ruptura de relacionesde Arabia Saudita con Irán intensifica el peligro de guerra generalizada en Medio Oriente.

Medio Oriente: más tensiones y represión a los pueblos

Ruptura de relaciones

No se trata de una guerra religiosa entre dos ramas del Islam, sunnitas y chiitas, como la muestran algunos medios. A lo largo de la historia sabemos que muchos conflictos económicos, políticos y sociales adoptan la forma de enfrentamientos religiosos. Se trata de un episodio más que agudiza las tensiones en Medio oriente, donde las potencias imperialistas: EEUU, Rusia, Francia, y sus aliados, Irán y el gobierno sirio de Assad, en el caso de Rusia, y Turquía y Arabia Saudita, en el caso de EEUU, profundizan la intervención militar con el pretexto de combatir al ISIS. Pero Rusia interviene contra los grupos que luchan contra Assad, y Francia y EEUU los alientan, así como Turquía y Arabia Saudita. 
Organizaciones de DDHH de muchas partes del mundo reclamaron a Arabia Saudita que no se aplicara la pena de muerte a los 47 condenados a muerte, encabezados por el clérigo chiita Nimr el Nimr, aliado firme de Irán. Entre otros argumentos, los organismos de DDHH sostenían que no había ninguna acusación de terrorismo. 
Por otra parte, el gobierno fascista de Erdogain continúa sus ataques a las poblaciones kurdas cercanas a la frontera con Siria, que son justamente las que frenaron el avance del ISIS cerca de la frontera con Turquía. 
En el trasfondo de esta situación está la crisis internacional de la que Europa no logra recuperarse y la caída de los precios internacionales de las materias primas, principalmente del petróleo, al disminuir sensiblemente la demanda china.
 
Turquía
Después de perder la mayoría absoluta en el parlamento en las elecciones de julio pasado, En los últimos meses, el gobierno de Turquía inició acciones represivas contra fuerzas de oposición que habían apoyado o formaban parte de la coalición Partido democrático del pueblo (HDP su sigla en turco). Esto en coincidencia con la intensificación de la intervención de diversas fuerzas imperialistas en Siria e Irak, bajo el pretexto de combatir al ISIS. 
Ahora el gobierno turco acaba de lanzar una ofensiva, con más de 10.000 efectivos del ejército y la policía militarizada, tanques y vehículos blindados, que ya aumentó a más de 100 muertos, el número de víctimas contra las poblaciones de Cizre y Silopi, en la frontera con Siria e Irak. 
Esta zona está cercada y con toque de queda desde hace ya varios meses. El Consejo de Europa expresó su preocupación por las violaciones a los derechos humanos y el impedimento de periodistas a la zona para evitar la información. Organizaciones de DDHH denuncian la destrucción de escuelas, hospitales y viviendas. El Ministerio de Educación de Turquía retiró los maestros de la zona. Los muertos son militantes del PKK, partido de los Trabajadores de Turquía, y del YDG-H, Movimiento de los Patriotas Revolucionarios, e integrantes de fuerzas opositoras a Erdogain. 
Desde estas zonas fronterizas, se ayuda a las únicas fuerzas que han logrado frenar el avance del ISIS en Siria, en la zona de Kobane. Esto demuestra el cinismo del gobierno turco y de las fuerzas imperialistas que justifican la intervención en Siria con el pretexto de parar al ISIS.