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20 de enero de 2016

Kevingston dejó a 60 familias en la calle

Capital federal: Trabajadores de la empresa Felson y cortadores

Trabajadores de la empresa Felson y del Sindicato Unión de Cortadores se movilizaron este fin de semana por los distintos locales que tiene la marca Kevingston en la Capital Federal, reclamando la reincorporación de 60 trabajadores que fueron suspendidos luego de la apertura de importaciones.

Trabajadores de la empresa Felson y del Sindicato Unión de Cortadores se movilizaron este fin de semana por los distintos locales que tiene la marca Kevingston en la Capital Federal, reclamando la reincorporación de 60 trabajadores que fueron suspendidos luego de la apertura de importaciones.
En conversaciones con este semanario, Patricio Ledwitch del sindicato de cortadores contaba que a partir del 1 de diciembre, la empresa comenzó a recibir contenedores con prendas importadas de China, Indonesia y Taiwan. “Han llegado más contenedores que lo que nosotros hemos producido en el último período”.
El 27 de enero es la entrevista de los directivos de Kevingston con los trabajadores en el Ministerio de Trabajo, donde esperan se encuentre una solución a estas suspensiones, ya que la empresa “tiene el poder de no cerrar nuestro taller, por eso le exigimos que no nos deje sin trabajo”, sostuvo.
La empresa Felson, ubicada en el barrio porteño de Flores, trabaja exclusivamente para Kevingston. La empresa ya venía comprando ropa para mujer, el resto lo fabricaba en nuestro país. Según los trabajadores “apenas se abrieron las importaciones empezaron a cerrar nuestros talleres. El último día de trabajo de diciembre, la empresa hizo un brindis, explicaron a los muchachos que la empresa iba a seguir trabajando y luego de las vacaciones se encontraron con los telegramas y suspensiones, sin goce de sueldo”. 
Ante esta situación, y luego de presentaciones judiciales en el Ministerio de Trabajo, los trabajadores consiguieron primero que se paguen las vacaciones adeudadas, los sueldos caídos, el aguinaldo y que en la segunda audiencia Kevingston se presente el 27 de enero en el Ministerio de Trabajo.
“El problema de fondo es que al abrir las importaciones, nos mata a nosotros, mata a la industria textil. Es imposible competir con el trabajo esclavo de afuera”, afirmó el trabajador textil.