(A la memoria de Aída Lafuente, muerta en la cuenca minera de Asturias, en 1934). A Eduardo Ugarte
Estaba toda manchada de sangre,
estaba toda matando a los guardias,
estaba toda manchada de barro,
(A la memoria de Aída Lafuente, muerta en la cuenca minera de Asturias, en 1934). A Eduardo Ugarte
Estaba toda manchada de sangre,
estaba toda matando a los guardias,
estaba toda manchada de barro,
estaba toda manchada de cielo,
Estaba toda manchada de España.
Ven, catalán jornalero, a su entierro,
ven, campesino andaluz a su entierro,
ven a su entierro yuntero extremeño,
ven a su entierro pescador gallego,
ven leñador vizcaíno a su entierro,
ven labrador castellano a su entierro,
no dejéis solo al minero asturiano.
Ven, porque estaba manchada de España,
ven, porque era la novia de Octubre,
ven, porque era la rosa de Octubre,
ven, porque era la novia de España.
No dejéis sola su tumba del campo
donde se mezclan el carbón y la sangre;
florezca siempre la flor de su sangre
sobre su cuerpo vestido de rojo.
No dejéis sola su tumba del aire.