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22 de marzo de 2016

La feroz dictadura instaurada el 24 de marzo de 1976 impuso el terror fascista sobre el conjunto del pueblo argentino. A los 30 mil detenidos desaparecidos hay que sumarle miles de presos, torturados, exiliados y perseguidos de distintas maneras. Un genocidio que a 40 años aún permanece como una herida abierta.

La represión contra el PCR

Queremos abordar en estas líneas algunos ejemplos de la represión descargada sobre nuestro Partido Comunista Revolucionario, tanto durante la lucha contra el golpe de Estado, como en los años de la dictadura. Es nuestro deber hacer conocer estos hechos porque las clases dominantes en todos estos años nos han tratado de vender “gato por liebre”, ocultando la verdadera historia, incluso inventando supuestos luchadores contra la dictadura, como quiso y quiere hacer el kirchnerismo. Muchos de los compañeros que sufrieron esta represión dictatorial siguieron y siguen en nuestras filas, otros dejaron la militancia, los menos traicionaron. No es el objetivo de esta nota juzgar, sino dar a conocer los hechos.
 
La lucha antigolpista
Nuestro Partido, que venía denunciando el golpe desde fines de 1974, sufrió el asesinato de entrañables camaradas entre noviembre de 1974 y marzo de 1976, por defender la línea antigolpista (ver contratapa). Muchos otros fueron presos, porque junto con la denuncia del golpe que se venía estaban a la cabeza de las luchas por las reivindicaciones populares en las fábricas, en el campo, las aulas y los barrios.
No había pasado una semana de la declaración del Comité Central partidario denunciando el golpe de Estado (23 y 24/11/1974), que era asesinado el secretario gremial del Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA Daniel Winer (29/11/1974). Ya en octubre (el 10) Armando Ricciotti, estudiante de Medicina de la UBA fue muerto durante una manifestación. Días después (7/12/1974) una banda golpista mataba en La Plata al dirigente partidario Enrique Rusconi. En mayo del año siguiente Horacio Micucci es detenido y pese a ser juzgado y sobreseído, quedó detenido a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN). Al día siguiente, mientras pintaban por la libertad de Micucci, fueron asesinados en La Plata Carlos Polari, Herminia Ruiz, Ana María Cameira y David Lesser. Pocos días después (22/5) asesinan, en la misma ciudad, a Guillermo Gerini, y el 17/6/75 en Banfield, a la estudiante de Filosofía y Letras Patricia Inés Tossi. Luego del golpe, nuestra organización sufrió decenas de allanamientos en La Plata. El 5/7/77 fue secuestrado el compañero Jorge “Yiyo” Andreani en la capital de la provincia de Buenos Aires.
Nuestro Partido en Córdoba estuvo al frente de la denuncia del golpe, mientras encabezaba una de las experiencias más importantes del clasismo revolucionario de la historia del movimiento obrero argentino, con René Salamanca al frente del Smata de Córdoba. Es conocido que René fue secuestrado la misma madrugada del 24 de marzo de 1976, tras un largo tiempo de sortear las persecuciones represivas. El Smata cordobés fue intervenido a fines de 1974, y varios de sus dirigentes, como Roque Romero (secretario adjunto), detenidos sin causa ni proceso. En 1975, mientras Salamanca se las ingeniaba desde la clandestinidad para hacer llegar sus cartas y mantener el contacto con los mecánicos, otros compañeros mantenían la posición antigolpista en las fábricas. Luis Márquez, joven obrero de la empresa Transax, fue secuestrado el 27/10/75. El ejemplo de los cordobeses, el PCR lo extendió a todo el país. Por esa firmeza antigolpista el 17/1/76 fue secuestrado el obrero de Grafanor en Tucumán Manuel Álvarez, y el 20/3/76 asesinado en Mendoza el estudiante Mario Susso.
Otro lugar donde el PCR hizo una fuerte denuncia de las posiciones patrióticas y era ejemplo de conquistas para los estudiantes fue la Universidad del Nordeste, al frente de cuya Federación había camaradas del PCR. Sectores golpistas del gobierno de Corrientes desataron una persecución que terminó con el encarcelamiento de Julio Kaplan, Rafael Gigli y Carlos Retamoza, entre otros dirigentes estudiantiles, desde fines de 1974. Sufrieron largos años de cárcel ya durante la dictadura.
En Tucumán fue detenida en octubre de 1974 la querida Norma Nassif, secretaria del Centro de Estudiantes de Medicina y de la Federación Universitaria del Norte (Tucumán). En abril de 1975 era detenido Eduardo López, dirigente del Centro de Estudiantes de Ingeniería de la UBA. Entre 1974 y 1975 se sucedieron detenciones de otros dirigentes estudiantiles y profesionales en Rosario, Paraná, Bahía Blanca, y Córdoba.
 
La lucha contra la dictadura
Ya producido el golpe de Estado, nuestro Partido sufrió una represión brutal. Como dijo alguna vez nuestro secretario general Otto Vargas, nos cortaron casi todas las ramas, dejando el tronco pelado. La dirección de nuestro Partido tomó la decisión de permanecer en el país y cavar trincheras junto al pueblo para resistir a la dictadura en la pelea cotidiana en cada lugar de trabajo, vivienda o estudio. Tomamos medidas para resguardarnos del golpe del enemigo, pero pese a eso tuvimos decenas de secuestrados, presos, torturados, exiliados y perseguidos. Ya hemos dicho que el mismo 24 de marzo secuestraban a René Salamanca. Un mes después (24/4) era secuestrado en la Capital Federal el secretario del PCR de Córdoba, César Gody Álvarez. Fueron diezmadas regionales enteras de nuestra organización. En Córdoba fueron terriblemente perseguidos decenas de obreros y estudiantes que habían denunciado el golpe, junto a muchos otros luchadores populares. Así fue secuestrada y muerta en la mesa de torturas María Eugenia Irazusta el 30/4/1976, y el 5/10/76 secuestrado Raúl Molina, presidente del Centro de Estudiantes de Arquitectura de Córdoba. Hacia julio de 1977 más de 50 estudiantes fueron detenidos tras una lucha por el restablecimiento de turnos de examen que habían sido anulados, y luego de la difusión entre los estudiantes de la denuncia del PCR sobre el “Caso Graiver”. También en 1977, los obreros mecánicos realizaron acciones de resistencia como paros en IKA y Perdriel. La dictadura detuvo y secuestró a varios dirigentes, como Gerardo Luna, y hasta las abogadas de los dirigentes del Smata Cordobés. Además en Córdoba fueron secuestrados familiares de dirigentes de obreros rurales del PCR, así como profesionales (arquitectos, abogados, médicos), docentes y dirigentes vecinales.
Nuestro Partido sufrió el castigo por su posición antigolpista también en Misiones, donde fueron detenidos tras el golpe, y ferozmente torturados, varios compañeros como Mónica Bustos, que había sido apoderada del PCR durante el proceso electoral del año anterior cuando en esa provincia se apoyó a los candidatos del Frejuli.
El PCR fue parte de una importante experiencia de organización barrial en el oeste del Gran Buenos Aires, en lo que se conoció como Complejo 17. Los dirigentes del Cuerpo de Delegados y de la Comisión Vecinal, así como otros camaradas, fueron asesinaos y otros detenidos masivamente durante la dictadura. Algunos de ellos, extranjeros, fueron expulsados del país.
La corriente clasista, que se había desarrollado por esos años, fue golpeada también en el Gran Buenos Aires con el secuestro de Rodolfo Willemberg (8/8/76), de la empresa Fiat. Miguel Magnarelli, ex obrero de Ford y secretario de la JCR de la Zona Norte, fue secuestrado en Escobar el 1/9/76. En las fábricas ceramistas de la zona norte del GBA eran secuestrados varios obreros en 1977, entre ellos nuestra camarada Sofía Cardozo (3/11/77). Nuestro querido camarada Manuel “Quebracho” Guerra, en ese momento secretario de Organización de la JCR y que había sido dirigente de la Comisión Juvenil del Smata Córdoba, fue secuestrado el 1/11/1977. Esta corriente clasista, que había crecido en el campo, fue perseguida y varios de sus dirigentes detenidos en Córdoba, y en la provincia de Buenos Aires en las localidades de Villarino, Médanos, Bahía Blanca, Dorrego y Tres Arroyos.
En Tucumán, el 8/8/76, Ángel Manfredi y Ana Sosa fueron secuestrados de una colonia de Trabajadores del Ingenio Concepción. En Santa Fe y Rosario hubo decenas de allanamientos y detenciones a miembros del Partido. En Rosario fue detenida una compañera de origen norteamericano tras repartir volantes del Partido. Fue violada, torturada y expulsada del país.
El 10/10/76 era asesinado el joven Orlando Navarro, quien era apoderado legal del PCR en la provincia. En La Pampa fueron detenidos varios dirigentes estudiantiles y de los obreros rurales. También en el Chaco fueron detenidos obreros rurales a fines de 1976. El 21/7/76 era detenido el profesor universitario y destacado economista Horacio Ciafardini, quien rechazó la opción de salir del país y dio ejemplo de conducta en sus largos años de cárcel.
De la Facultad de Agronomía de la UBA fue secuestrado nuestro camarada Gabriel Porta el 23/10/76, tras su valiente denuncia del robo de fondos del Centro por parte de la intervención. De Cs. Exactas y Naturales de la UBA sufrieron el secuestro el entre el 14 y el 16 de septiembre de 1978 Miguel Ángel Spinella y Daniel Bendersky, en medio de la campaña solidaria con las Madres de Plaza de Mayo y la denuncia de la guerra fratricida con Chile, que hacía nuestro Partido.
Otro lugar donde el Partido fue ferozmente perseguido fue en Mar del Plata, donde tuvimos compañeros secuestrados entre los obreros del pescado como Telmo Ortiz, y Antonio Satuto obrero de Astilleros Navales junto a su esposa Cristina Ortíz de Satuto. Además están detenidos-desaparecidos Hugo Garelik y Américo Eiza.
Esta es una apretada e incompleta síntesis de un doloroso proceso que sufrimos como parte de nuestro pueblo, y enfrentamos desde los inicios. Por eso fuimos parte de las Madres de Plaza de Mayo desde sus comienzos, y realizamos denuncias nacionales e internacionales. 
En todas nuestras acciones en esos años reafirmamos que la represión al PCR fue por su defensa inclaudicable de los intereses de la clase obrera y el pueblo; por ser consecuentes en la denuncia del carácter proimperialista y proterrateniente de la dictadura, y por mantener en alto las banderas del camino revolucionario en la Argentina, y el marxismo-leninismo-maoísmo.