Este acto fue muy emotivo, ya que más allá de la presencia de sus compañeros de militancia estuvieron presentes la madre, el hermano y quien fue su novia por aquellos tiempos.
Este acto fue muy emotivo, ya que más allá de la presencia de sus compañeros de militancia estuvieron presentes la madre, el hermano y quien fue su novia por aquellos tiempos.
El acto se realizó en una de las aulas de la Universidad Tecnológica Nacional, de la que Mario a los 23 años, ya estudiante avanzado de ingeniería, vislumbró que las salidas individuales eran falsos caminos y se dispuso a jugar un papel en las luchas del pueblo. Se incorporó al Faudi (Frente de Agrupaciones Universitarias de Izquierda) en las luchas estudiantiles del ‘72 y el Mendozazo, participando de la lucha por el ingreso irrestricto, incorporándose luego al PCR. Desde el inicio impulsó un estilo de acercamiento a la masa; se afirmó como dirigente respetado y seguido por sus compañeros.
Cuando el Partido lanzó la consigna “No a otro 55, unirse y armarse para enfrentar el golpe”, Mario se lanzó a difundir esta línea entre los estudiantes universitarios y pasó a ocupar la cabeza de la dirección del PCR en la Universidad. Fue uno de los primeros en comprender la línea de enfrentar el golpe de Estado que se gestaba contra Isabel Perón. La actitud del Partido de unirse con las masas obreras y populares, mayoritariamente peronistas, encajó bien con la apreciación que él tenía de las alianzas anteriores con las agrupaciones montoneras sobre las que había tenido dudas y vacilaciones.
El Partido se volcó con todas sus fuerzas a las masas, haciendo llegar su línea antigolpista a los lugares donde la explotación se siente con más dureza: el campo y las fábricas.
Mario contribuyó esforzadamente y encabezó a nuestros compañeros universitarios para llevar la línea del Partido a los obreros rurales, a los contratistas de viña y a los barrios pobres. La huella de su actividad en esos sectores es muy profunda y los amigos que cosechó el Partido en esos lugares aún recuerdan su presencia comunista con nitidez. Mario había dado un salto: de un militante universitario entusiasta pasó a ser un militante comunista. A su muerte, un diario mendocino publicó: Mario Susso fue asesinado, pese a sus heridas, de pie, como un comunista. Para sus camaradas, su vida es un ejemplo y un arma; su recuerdo estará presente en nuestros corazones y su fuerza estará presente en los golpes que asestemos a nuestros enemigos.
Esta característica de Mario es lo que con mucha emoción se pudo recordar a través de la voz del camarada Carmelo Cortese, Francisca Staiti (Sec. Gral. de Fadiunc) y un reconocimiento de los estudiantes de la UTN a través de la voz del presidente del Centro de estudiantes, con quienes se trabajó para la realización del homenaje.
A 40 años seguimos luchando por lo que vos luchaste. ¡Mario Susso presente ahora y siempre!
