En el verano el gobierno de Macri desplegó una gran campaña mediática en contra del Hospital, denunciando a sus trabajadores como ñoquis y saboteadores. Claro que para eso se basaba en la situación desastrosa en que se encuentra el Hospital, producto de las intervenciones de los últimos años, en particular la del sabatellismo con el Dr. Latorraca.
En el verano el gobierno de Macri desplegó una gran campaña mediática en contra del Hospital, denunciando a sus trabajadores como ñoquis y saboteadores. Claro que para eso se basaba en la situación desastrosa en que se encuentra el Hospital, producto de las intervenciones de los últimos años, en particular la del sabatellismo con el Dr. Latorraca.
El martes 15/3 llegaron los primeros telegramas: maestras del Jardín de Infantes de los hijos del personal, médicos de años contratados, personal de limpieza, alimentación, seguridad, facturación. Al correr los días se supo que hay dos Resoluciones, la N° 104 (con más de 600 despidos) y la N° 105 (alrededor de 1.000 más). En síntesis, no fueron ñoquis (algunos de los cuales siguen en el Hospital dentro de la superstructura administrativa que se montó), sino trabajadores que en su gran mayoría cumplían tareas fundamentales para el funcionamiento del Hospital.
Mientras tanto la nueva dirección del Hospital del Dr. Díaz Legaspe (viejo conocido del Hospital, parte de la intervención del año 2000 con la Alianza) aplica el ajuste sin dialogar con los trabajadores ni realizar ningún estudio de las necesidades del Hospital, con guardias colapsadas, falta de insumos, el 70% del personal precarizado con contratos. Para los miles de pacientes que se atienden diariamente no sobra personal, lo que sobra es la corrupción de los Gobiernos y sus intervenciones de los últimos 12 años. La nueva dirección macrista no viene a “ordenar” la situación, sino a despedir trabajadores para avanzar en el plan de tercerización y privatización de sectores “no asistenciales” como ya se está viendo.
Ante esto la respuesta de los trabajadores fue contundente: asambleas masivas, marcha a La Plata, acampe de los despedidos en el Hall, etc. Lamentablemente la mayoría de los gremios no encabezó este ánimo de lucha. La Asociación de Profesionales del Hospital aprobó en Asamblea, en el marco del plan de lucha de CICOP provincial, el paro de 24 horas el martes 22 y el paro de 48 horas con movilización al Ministerio de Trabajo el martes 29/3. Esto se planteó en la Asamblea general del miércoles 23, con el apoyo de muchos no profesionales que adhieren a la medida.
Recorriendo los pasillos del Hospital Posadas se ve en el rostro de muchos trabajadores un gran desconcierto, porque ante los despedidos y rumores de privatización de algunos servicios solo se propone una mesa de dialogo con las autoridades, que tampoco se concreta y llama a la desmovilización de la gente levantando el acampe y sin ninguna medida de lucha.
Para enfrentar los despidos y la privatización de sectores se necesita la más amplia unidad y firmeza, conscientes de que va a ser una lucha larga y difícil en defensa del Hospital y la salud pública, para lo cual es clave buscar el apoyo de la comunidad y los pacientes, junto a la solidaridad de las organizaciones sociales y políticas que como la CCC y el PCR-PTP en el Frente Popular vienen acompañando las luchas del Posadas.
Solo se podrá frenar la ola de despidos e impedir las privatizaciones como sucedió en el 2001 y avanzar en contra de la precarización laboral del 70% del personal con medidas de lucha en conjunto con los demás hospitales de provincia. Sólo movilizados y con un contundente plan de lucha podremos torcerle el brazo al gobierno.