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06 de abril de 2016

Sin soluciones de fondo no habrá salida para la crisis estructural que sufren los pequeños y medianos productores. La política de Macri y sus ministros agrava la situación que ya es terminal.

Las economías regionales necesitan soluciones de fondo

Grave situación en todo el país

 

 
La suma de las economías regionales de la mayoría de las provincias argentinas –de las cuales viven decenas de miles de familias de pequeños y medianos productores del interior–, son parte fundamental en la economía del país, no una porción menor. Ocurre que los grandes formadores de precios, los terratenientes, los monopolios proveedores de insumos, grandes industriales y cadenas de comercialización, se llevan la mayor parte del precio final de venta. Sin olvidarnos de la carga que significa el pago de la deuda externa ilegítima y la inflación que se llevan otra porción importante. Frente a ello el gobierno de Macri ofrece migajas y pregona que una vez que se llene la copa de los de arriba, habrá derrame para los de más abajo. Una política irreal que ya vimos con Menem como termina… los más grandes cuando se les llena el vaso, salen a comprarle el campo a los más chicos fundidos.
 
Avance en la lucha tambera
La lucha de los tamberos Autoconvocados (que incluye también a Federados en FAA) por mejorar el precio de venta, tuvo un nuevo paso adelante al lograr ser recibidos y plantearle al gobernador Bordet la situación. Luego de ir en caravana un grupo de productores de diversos pueblos de Paraná campaña, a buscar las respuestas de los pedidos reivindicatorios efectuados hace una semana, que tomaron mayor estado público luego de reuniones y movilizaciones y de haber sido recibidos por el gobernador Bordet. Este se comprometió a gestionar soluciones directas al gobierno de Macri, junto con las provincias de la Región Centro (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) e incorporar a este sector en la Mesa Lechera que se reúne el 7/04/16 a sentarse junto con la industria y las cadenas comercializadoras.
Bordet se comprometió a tomar las reivindicaciones planteadas, entre otras: medidas de ayuda directa puesto que muchos pequeños son monotributistas y no les significa nada el descuento del 5% del IVA que propuso el Ministerio de Agricultura y Ganadería. Quedó una expectativa abierta también al comprometerse a visitar dos cooperativas queseras en San Gustavo (La Paz) y en Hernandarias (Dpto Paraná) para discutir propuestas.
 
Cuello de botella 
La solución de los mercados internacionales (donde pone el acento el gobierno) y nacional, hoy es muy grave por la profunda crisis que ha bajado el consumo también. Los pequeños y medianos productores no pueden esperar los tiempos que plantean las políticas del gobierno de Macri y sus ministros Buryaile, Prat Gay y otros. Sin soluciones de fondo desde adentro del país, no habrá soluciones duraderas que requiere esta crisis estructural. Que se parece a una enfermedad terminal: “va matando” día a día a nuevas familias productoras y las expulsa del campo lo que hace crecer mas al latifundio. Esto ha abierto nuevos debates en diferentes sectores del campo.
En los últimos días ha vuelto a crecer el enojo por el alto impacto del aumento de tarifas de la luz, de alta incidencia en tambos, queserías, galpones de empaque. Se está pidiendo igual trato que a las empresas en los parques industriales y los combustibles de alta incidencia en los fletes.
La falta de atención en unos casos y de respuestas adecuadas en otros va produciendo cambios de opinión día a día entre quienes piensan que hay que seguir esperando, que pueden venir algunas soluciones…  y otros que dicen como el presiente de la Fecier (Federación de Citricultores de Entre Ríos) Julio Jaime: “No estoy de acuerdo en que estos cien días de gobierno de Mauricio Macri es poco tiempo. Evidentemente, la devaluación no sirvió, sobre todo si hablamos de las economías regionales. Lo que pretendemos es establecer un precio de referencia, que solamente indicaría los costos de producción con un beneficio racional en el cual el productor puede sentarse a negociar, contando con un valor”. 
 
Críticas en el campo a sectores del gobierno
En un reportaje al mismo J. Jaime en Radio Chajarí, entre otros temas criticó al senador nacional Alfredo De Angelis (PRO-Cambiemos): “pienso que el compromiso de De Angelis con la producción ha sido inmenso en la época en que lo conocíamos como un ‘piquetero’ y cortaba la Ruta 14. Lamentablemente hoy esa relación no existe, al contrario, está generando conflictos internos en la Federación Agraria y en el sector citrícola. Esto ocurre porque ha dado un paso al costado”.
Otro tanto ocurrió en la última reunión tambera de Cerrito (Dpto. Paraná) donde el presidente del distrito 3 de FAA Elvio Guía, recibió críticas de parte de los productores Autoconvocados que incluye a algunos ex afiliados a FAA, por haber confundido con declaraciones públicas como que FAA no apoyaba una movilización acordada por este sector. Lo invitaron a que se sumara a la lucha con su organización, cosa que hizo solo personalmente y le hicieron críticas al ex presidente que lo antecedió en FAA, Alfredo De Angelis, por no aparecer desde la campaña electoral, ante tan crítica situación de la lechería. Recordándole que pudo venir a pedir el voto y varios se lo dieron, pero hoy no ha aparecido todavía. Opiniones similares vertieron públicamente en el Departamento Islas, otros productores ante las consecuencias terribles de las inundaciones que paralizaran la producción por varios meses con grandes pérdidas.
 
Situación en la avicultura
La verdadera cría de los pollos que comemos todos los días, la realizan las familias de los productores integrados y sus empleados (obreros rurales) nucleados en la Cámara de Productores Integrados de Pollos (Capip), que son los que ponen sus galpones, instalaciones y contratan la mano de obra más el trabajo propio. Es otro sector que trabaja a pérdida, según denunció su Presidente Ricardo Unrrein al Diario Uno, de Entre Ríos (17/02/16). Cobran entre $0,90 a $1 por kilogramo de pollo salido del criadero. Mientras el frigorífico lo vende a $22 y el supermercado al público lo cobra $40. “Es decir se vende a 40 veces más de lo que recibimos los productores”. 
Los productores de todas las actividades agropecuarias han pedido al gobierno nacional, para no desaparecer: un precio mínimo sostén. Organizaciones a las que les hicieron creer que la devaluación resolvía todo y hoy ven que no es así: PyMes, cooperativas nucleadas en FAA, sociedades rurales de base de CRA, Autoconvocados, organizaciones de tamberas de Santa Fe y Córdoba, Federación del Citrus, asociaciones de la pera y la manzana, el tabaco, té, algodón, yerba, uva, etc. Esto requiere de una participación activa del gobierno de Macri que no parece dispuesto a tomar.