El gobierno kirchnerista puso el grito en el cielo cuando su ex ministro Martín Lousteau habló de medidas para "enfriar" la economía, y Cristina Fernández despotricó contra los que querían "reducir el consumo popular", mientras seguía con su política inflacionaria que es la que más afecta el consumo popular. Pero vino la rebelión agraria ante el condiscatorio aumento en las retenciones y, a pesar de que se fue Lousteau, mantuvo esa medida y comenzó a tomar otras que están llevando a un parate de la economía, muy superior al que de por sí provoca el paro agrario, utilizado como "chivo expiatorio" por el gobierno.
¿Cuáles son algunas de esas medidas concretas de política económica? Entre ellas registramos:
• Un fuerte aumento en la tasa de interés para toda la economía, que duplicó el costo financiero.
• Una reducción del crédito para el consumo, con la restricción de los planes de pago en cuotas.
• Un salario deteriorado por el aumento de precios, que hace reducir la demanda.
• Una política cambiaria que, "para tranquilizar los mercados", provocó una rebaja pronunciada en el tipo de cambio del 5% en tres semanas, al extremo que hasta los más liberales del bloque dominante comenzaron a expresar temor de perder "competitividad en las exportaciones".
02 de octubre de 2010