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13 de abril de 2016

PAMI recorta los medicamentos

Más ajustes sobre nuestros abuelos

 El Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados (PAMI) anunció su decisión de recortar 160 medicamentos de la lista de descuentos del 100%, que pasarán a tener rebajas de entre el 50% y 80%. Entre ellos hay antibióticos, sedantes, antiácidos y vitaminas. Por otro lado, se estableció un máximo mensual de “dos envases por beneficiario” para las 1.150 drogas que seguirán teniendo la cobertura del 100%, salvo excepciones documentadas por los médicos.
La nueva dirección macrista del PAMI, cuyo titular es Carlos Regazzoni, defendió estos recortes a los medicamentos como un paso para “racionalizar” el uso de remedios entre sus cinco millones de afiliados, sin consultar antes de tomar las medidas a las organizaciones de éstos ni al defensor de la Tercera Edad. Tampoco a las organizaciones de los médicos ni a las de los farmacéuticos.
Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad, cuestionó que el PAMI diga que “no tienen efectividad clínica probada” los medicamentos excluidos de la lista, pues “no se entiende que le sigan dando cobertura del 50% o del 80% a medicamentos que se consideran ineficaces”.
A su vez, el presidente del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos de Capital Federal, Claudio Ucchino, insistió en advertir que en el listado “hay antibióticos importantes como la amoxicilina con ambroxol o un jarabe con butetamato, que son productos que en invierno se usan mucho porque los abuelos tienen bronquitis o ese tipo de patologías”.
Señor presidente Macri, con la salud de nuestros abuelos no se juega. Su vida no puede depender de la “racionalidad” con la que se manejan los empresarios capitalistas: que reciban el medicamento sólo quienes puedan pagar entre el 20 y el 50% del precio que imponen los laboratorios monopolistas. La dirección del PAMI debe volver a manos de sus verdaderos dueños, los jubilados y pensionados, con la participación de sus trabajadores y profesionales. Además, es necesario poner coto a los laboratorios imperialistas, desarrollando una verdadera industria nacional de medicamentos.