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20 de abril de 2016

Tras cumplirse un año de la histórica lucha, dos compañeras delegadas analizan lo conseguido y cómo sigue la pelea hoy.

A un año de la histórica toma del Abasto

La lucha por tierra para vivir

 
Ha sido un año muy intenso, recuperar la tierra de manos de un mafioso inmobiliario, amparado por sectores políticos y de la Justicia, fue el primer paso. Luego vino enfrentar el desalojo esa mañana del 7 de mayo, que con toda la saña descargó la policía bonaerense. Pensaron que con la represión nos íbamos a ir derrotados a nuestras casas. Se equivocaron.

 
Ha sido un año muy intenso, recuperar la tierra de manos de un mafioso inmobiliario, amparado por sectores políticos y de la Justicia, fue el primer paso. Luego vino enfrentar el desalojo esa mañana del 7 de mayo, que con toda la saña descargó la policía bonaerense. Pensaron que con la represión nos íbamos a ir derrotados a nuestras casas. Se equivocaron.
Porque la noche del 7 de mayo, mientras esperábamos por la libertad de los 13 compañeros detenidos, ratificamos con el acampe sobre la calle 520 y 212 nuestra necesidad y sed de tierra. Nos íbamos a quedar a pelearla hasta el final. Mientras tanto, avanzamos en organización, fortaleciendo el Cuerpo de Delegados que habíamos formado dentro del predio. Se salió a dar el debate a la opinión pública con un volante y se realizó un gran festival solidario con la participación de artistas populares. Nos dio fuerza y esperanza el apoyo de los vecinos y los mensajes que nos llegaban desde otros lugares del país. Se conformó una Multisectorial de apoyo a la Asamblea de Legítimos poseedores de la tierra, que fue motor de una amplia campaña de propaganda en la ciudad.
El 13 de mayo, día histórico para todos nosotros: Fuimos miles los que protagonizamos ese día, acompañados de decenas de organizaciones sociales, sindicales (como el ATE y la CTA), campesinas (como Asoma), partidos políticos, etc. En un momento político en el que el gobierno se dividió entre los que apoyaban y los que estaban en contra. Por primera vez en la historia, la cámara de Diputados y Senadores de la Provincia de Buenos Aires aprobó por unanimidad la Ley de Expropiación. Significó que la provincia tome control del predio para declararlo de utilidad pública y expropiar las tierras para cederlas a las 1.000 familias censadas. La Ley insta a avanzar en un plan de viviendas y establece el pago de un precio social a pagar en un plazo de 10 a 25 años.
Con semejante triunfo a nuestro favor decidimos redoblar la apuesta. Esperamos que se cumplan los plazos legales y administrativos para acceder a nuestro lote acampando afuera del predio. Acampamos durante ocho meses, mientras recorríamos juzgados y dependencias del Estado, marchamos y cortamos la Ruta 2 para que se cumpla lo que estaba escrito en la Ley. De esa manera y siempre sosteniendo nuestra forma de organización basada en el Cuerpo de Delegados por manzanas, en las asambleas por manzanas y en la asamblea general, fuimos aprendiendo y planificando nuestro barrio. Un barrio que tenga jardín para ser utilizado por todos los niños de Abasto, un polideportivo, una guardería y casa de la mujer (cuya construcción es encabezada por las compañeras) y un salón de usos múltiples.
 
Es luz para los millones que no tienen derecho a la vivienda
Como muestra de una política que se llevó adelante en los últimos 12 años, tan sólo en La Plata se contabilizaban 19.000 viviendas precarias, en 118 villas y asentamientos. 20 surgidas entre 2010 y 2015. 80 de ellas expuestas a riesgos ambientales o urbanos.
Hoy, el ajuste que aplica el actual gobierno (según el Observatorio Social de la UCA, hay por lo menos 350 mil nuevas personas en situación de indigencia y un 1,4 millón más de pobres, sumados a los 11,5 de pobres que dejó el kirchnerismo) empujó a que ya haya 20 familias viviendo en el predio, sin luz, agua ni caminos transitables.
Por todo esto es que queremos festejar este 23 de abril. En primer lugar porque creemos que en la vida hay que ser agradecido con todos los que se solidarizaron con nuestra lucha, que han sido muchos. En segunda instancia porque creemos que hay que contar y difundir nuestra experiencia porque es luz de esperanza para todos esos millones de argentinos que a causa de una política que excluye, no tienen acceso al derecho a una vivienda y aprendiendo de la lucha por la tierra de Abasto se puede transitar el mismo camino de lucha y unidad.
 
J: “Fuimos haciendo realidad nuestro sueño”
—¿Cómo fuiste viviendo la lucha en Abasto?
—Fueron muchos momentos, como cuando decidimos resistir el desalojo y luchar hasta el final por la esperanza de poder tener un pedacito de tierra para vivir. Luchamos día a día superando cada obstáculo que nos pusieron pero aun así nuestra necesidad de tener un terreno era mucho más grande que cualquier problema. Así fuimos haciendo realidad nuestro sueño, nadie nos regaló nada. ¡Nadie!
 
—¿Cómo fue la decisión de participar de la toma?
—Decidí participar por la necesidad. Porque es imposible tener en el bolsillo $200.000 para comprarte un terreno. Cuando la plata no alcanza ni para comer. Creo que todos tenemos el derecho de tener un pedacito de tierra para tener un techo y vivir dignamente con tu familia. El problema está en la política del gobierno que nos niega a los trabajadores la posibilidad de acceder a un terreno.
 
—¿Por qué te parece que esta lucha triunfó?
—La lucha triunfó por dos motivos. El primer motivo por el hartazgo de la gente de no poder tener su terreno. Porque la necesidad hizo que nos unamos, que nos llenáramos de coraje para defender nuestro derecho. Un derecho que se nos niega. El segundo gracias a una línea política. Una política que supo organizarnos, que supo ayudarnos a luchar por nuestros derechos gracias a la línea del PCR, que supo enseñarnos a través del Vasco y sus otros compañeros a luchar. Que nos enseñaron que todos unidos podíamos lograr lo que parecía imposible: que es posible cambiar esta realidad. Esta realidad en la que el pobre tiene que morir siendo pobre. Nos mostraron que existe un partido que lucha por los de abajo, que nos muestra que no estamos solos.
 
—¿Cuál es el rol de la juventud en esta lucha?
—Fue muy importante porque demostramos que estamos decididos a luchar por nuestros derechos. Más allá que durante años quisieron someternos a la ignorancia, imponernos una sola realidad, ¡sólo una! Haciéndonos creer que sólo existe una manera de vivir el pobre siendo pobre y el rico siendo rico a costa del pobre. Recortando día a día la educación. En esta lucha les demostramos que no lograron su propósito, que la juventud está despierta y va a luchar por un futuro mejor, por un país mejor, por hacer valer todos los derechos que nos deben. Estoy agradecida a esta lucha por la posibilidad de conocer lo que hoy es mi partido, al PCR, y poder formar parte de la JCR. Agradezco este puesto de lucha que me dio para poder luchar día a día por un futuro mejor.
 
Alicia Vilca: “Ganamos nosotros”
—¿Cómo viviste este año de lucha en Abasto?
—Vivimos este año de lucha desesperante sin saber qué pasaría mañana. Tratando de luchar y sin perder las esperanzas y la fe de obtener una victoria gratificante. De tan sólo saber o pensar en tener nuestro pedacito de terreno. Esto le debemos a algunos compañeros que nunca dejaron caer los brazos y siguieron luchando por el derecho de todos, sin dejarse castigar ni intimidar por ninguna persona ajena al predio, ni por otros obstáculos.
 
—¿Por qué decidiste participar de la toma?
—Además de mi necesidad de tener mi terreno, sentí el deber de sacar de ahí a ese tránsfuga que estaba acostumbrado a despojar a toda gente ingenua. Él era una persona que estafaba y gozaba del trabajo de los demás. Tenía que luchar para sacar a esa persona, que pensaba apropiarse del predio, aprovechándose de otros. Si no hubiésemos ganado nosotros, hoy estaríamos comprando los mismos terrenos a un valor de miles de pesos y él hubiese hecho millones de pesos de nuestros bolsillos. Pero la realidad es que lo ganamos nosotros y esa es una sensación gratificante. Todo esto le debemos al Vasco y a un grupo de personas en especial, que lucharon, luchan y seguirán luchando por todos nosotros y que se movilizan sin pensar el costo ni tiempo depositado.