El 5 de mayo comienza la megacausa “Operativo Independencia Uno” ante el TOF de Tucumán. Los expedientes reúnen delitos contra 269 víctimas y los imputados son veinte ex miembros de las fuerzas de seguridad. En este juicio quedará evidenciado cómo las fuerzas represivas iniciaron la metodología sistemática de la tortura, el asesinato, el secuestro y desaparición forzada, que fue la antesala de lo que sucedería luego del golpe de 1976.
El Operativo Independencia se instaló en Tucumán el 9 de febrero de 1975 a cargo del General de Brigada Acdel Vilas y continuado desde el 18 de diciembre de 1975 por el general Antonio D. Bussi.
En este operativo se instaló el primer centro clandestino de detención del país, ubicado en “La Escuelita de Famaillá”. Según Vilas, entre febrero y diciembre de 1975 pasaron por allí 1.507 personas -secuestradas y sometidas a todo tipo de vejaciones.
Una de las primeras acciones de Vilas fue el secuestro de Norma Nassif, vicepresidenta del Centro de Estudiantes de la Facultad de Medicina, luego detenida a disposición del PEN durante ocho años, cuya causa será juzgada en el juicio “Operativo Independencia Dos”.
El Ejército y la Policía -que pasaron a depender de Jurisdicción Militar- reprimieron ferozmente al movimiento obrero, secuestraron, asesinaron y torturaron a obreros, delegados y dirigentes, principalmente azucareros. Entre ellos, nuestro compañero Manuel Álvarez, obrero de Grafa, cuyo secuestro y desaparición será juzgado en esta causa.
El decreto Nº262/75 del gobierno de María Estela Martínez de Perón y los decretos 2770/71/72 de 1975 suscriptos por Italo A. Luder dieron origen al Operativo Independencia.
Nuestro Partido en una declaración del 5-6 de marzo de 1975 expresó que era un grave error del gobierno de Isabel Perón disponer la entrada del Ejército en operaciones, lo cual habría un camino sin retorno, al ir quedando la situación en mejores condiciones para el golpe proimperialista.
El PCR afirmó en ese momento: “La Patria está en Peligro” y señaló que se habrían dos caminos como lo dijo René Salamanca en agosto de 1975: o el golpe profundiza la dependencia del imperialismo, el poder de los monopolios y los terratenientes y la súper explotación popular, o la lucha antigolpista aplasta a los conspiradores y avanza en las tareas de la liberación.
Muchos de nuestros camaradas dejaron heroicamente la vida en la lucha contra el golpe.
