A un año del hito histórico volvemos a las calles a reclamar que se termine con tanta violencia hacia las mujeres: un problema social y político, que amerita medidas urgentes y concretas. Han aumentado los golpes, el número de denuncias de violencia y los femicidios. Han aumentado los abusos y violaciones. Siguen desapareciendo mujeres víctimas de las redes de trata y el tráfico de mujeres con fines de prostitución, una forma de violencia y esclavización donde se entrelazan la explotación de clase, la dominación y la violencia de género.
Mientras el gobierno nacional, los gobiernos provinciales y municipales hacen oídos sordos seguimos perdiendo la vida de nuestras mujeres, nos siguen golpeando, nos siguen violando y nos sumergen a una vida sin condiciones dignas.
Los masivos despidos, la suba brutal de los precios de los alimentos, los medicamentos y las tarifas, son parte de la receta del gobierno de Macri para descargar la crisis heredada del gobierno de Cristina Kirchner sobre las espaldas del pueblo, y en particular sobre las mujeres, golpeando duramente a la enorme masa de la población empujándola al hambre y la pobreza. Salarios, jubilaciones y pensiones que no cubren la canasta familiar, -cada vez más por las nubes-, y ni hablar de quienes cobran planes sociales, y el problema de la droga que se lleva la vida de nuestros jóvenes. Sabemos que cuando la miseria crece, las principales afectadas somos las mujeres, porque somos las administradoras de la pobreza del hogar y las que, en el marco de abandono al que nos someten los gobiernos, debemos salir a las calles. Esto también es violencia.
Se conocen 67 femicidios en lo que va del año
La respuesta ante este brutal ajuste y la entrega del gobierno de Macri, son las huelgas y la calle, herramientas que utilizamos las mujeres y el conjunto del pueblo, para abrirle la mano al gobierno nacional y los gobiernos provinciales que se empecinan en hacernos pagar la crisis. Son hechos masivos que reflejan el crecimiento de la bronca, con una creciente coordinación multisectorial.
Durante el gobierno de Cristina Kirchner y ahora, en este primer semestre del gobierno de Macri, las distintas problemáticas que nos afectan a las mujeres no estuvieron ni están en sus agendas políticas. Para muestra basta un botón; ya que desde el 3 de junio del 2015 al 3 de junio del 2016 no se avanzó nada. Sólo ha avanzado de manera brutal, el número de mujeres muertas por femicidios. En 2015, según la responsable actual del Consejo Nacional de la Mujer, Fabiana Túñez, hubo 286 femicidios y en los primeros 100 días del 2016 ya se conocen 66 más y el fin de semana pasado, nos conmovimos con la pérdida de Micaela Ortega, la niña que se encontraba desaparecida en Bahía Blanca, que apareció muerta.
Como resultado de la lucha de tantos años el movimiento de mujeres logró la sanción y reglamentación de la Ley 26.485 “de protección integral para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales” una ley de vanguardia por su contenido… pero que extrañamente se le ha asignado un presupuesto menos que insuficiente: el año 2015 $0,80 por mujer. Boicot que hace imposible su aplicación, es por ello que exigimos durante estos años la declaración de la emergencia en violencia sexual y doméstica que entendemos forma parte integral, en la actualidad, de la declaración de emergencia social.
Hace unos días recibimos la noticia de que Belén, una joven tucumana de 27 años, detenida hace dos años, fue condenada a 8 años de prisión luego de un proceso judicial plagado de irregularidades, por un aborto espontáneo.
Belén no tuvo una atención digna, fue maltratada, denunciada, hostigada y torturada. En su historia vemos reflejada la de miles de mujeres estigmatizadas en nuestro país que al llegar al hospital con un aborto en curso son agraviadas y humilladas, dejando al descubierto la falta de acceso a un sistema de salud que las proteja y las acusa impunemente en lugar de ayudar a su bienestar. Belén esta presa por ser joven, pobre y mujer.
Cada lucha desarrollada por las mujeres a lo largo y ancho del país tuvo y tiene un hilo conductor, único en el mundo, los Encuentros Nacionales de Mujeres que fueron y son caldo de cultivo del histórico Ni una menos. En el Encuentro en Mar del Plata, en el 2015, participaron 65.000 mujeres, y los talleres vinculados a la violencia fueron los más numerosos, con una asistencia que desbordó la capacidad de los mismos; esto también es una muestra de la necesidad de las mujeres de plantear sus problemáticas y buscar herramientas para resolverlas frente a la mirada desdeñosa e inoperante de los gobiernos de turno.
Tomamos las calles
Este 3 junio tomamos las calles, plazas y cada rincón del país exigiendo al gobierno de Macri, los gobiernos provinciales y municipales:
- Ni una menos. Basta de femicidios.
- Declaración de emergencia en violencia sexual y doméstica.
- Presupuesto para la total implementación de la ley 26.485.
- Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
- Libertad para Belén.
- Desmantelamiento de las redes de trata ¡Ni una mujer más víctima de las redes de prostitución! ¡Las estamos buscando, las queremos con vida!
