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15 de junio de 2016

En contra de la repetida frase “a los padres no les interesa la escuela”, la experiencia muestra que cuando son convocados, los padres asisten gustosos, se comprometen y protagonizan la lucha. 

Tomar en las manos la defensa de la escuela

Agmer Paraná en la lucha

A fines de mayo se abrieron los sobres de licitación para reparación de la Esc. Rivadavia de Paraná. Días antes, en la Esc. Záccaro- Constituyentes comenzaron a cambiar los techos, destruidos desde hace varios años. Son logros enormes, frutos de una larga lucha entablada con una línea clasista de unidad de los trabajadores de la educación con padres y alumnos, que puso a toda la comunidad educativa a tomar en sus propias manos la resolución de sus necesidades.
Se trata de una experiencia que comenzamos a profundizar desde la seccional Paraná de Agmer en febrero del año pasado y que se continuó desarrollando a medida que surgían las necesidades y el gobierno profundizaba el ajuste.
 
Ajuste y abandono de la escuela pública
En Entre Ríos, la situación edilicia y de infraestructura escolar es calamitosa. Durante el último año del gobierno de Urribarri, la provincia dejó de enviar los fondos para insumos y mantenimiento. Un mes antes de las PASO, dejó de pagar a las empresas que reparaban los edificios escolares. Desde las seccionales dirigidas por la Rojo y Negro se hicieron varias denuncias y libraron repetidas batallas contra esto. Mientras, la conducción provincial celeste sigue festejando una paritaria de infraestructura firmada en 2012, de la que no se ha cumplido nada.
El gobierno de Bordet no pensaba invertir en ni una sola obra escolar en 2017. Destina el 96% del presupuesto educativo al pago de salarios (82,40% para escuelas estatales y 14,48% para escuelas privadas); lo que resta del presupuesto para mantenimiento e insumos es una miseria. Como Macri, con la excusa de “la herencia recibida” (se trata entre otras cosas, de una deuda provincial de 15 mil millones), sostiene y profundiza el ajuste. 
La situación se ve agravada por la dependencia del presupuesto provincial de los fondos aportados por la Nación; seriamente afectados por el recorte macrista. El monto para gastos operativos previsto por el presupuesto educativo 2016 ($344.506.000, el resto es para pago de sueldos) está compuesto en más de 55% por transferencias nacionales que jamás llegaron en este año.
 
Asamblea con la comunidad educativa
En contra de la repetida frase “a los padres no les interesa la escuela”, la experiencia muestra que cuando son convocados, los padres -sobre todo en los sectores más oprimidos- asisten gustosos, se comprometen y protagonizan la lucha. 
Así ocurrió en la escuela secundaria Bazán y Bustos, al comenzar el ciclo lectivo 2015. Al ver el estado del edificio escolar, los padres pasaron a plantear la necesidad de la lucha. Pocas semanas más tarde, ante una balacera entre narcos frente a dos escuelas del barrio Lomas del Mirador, iniciamos asambleas con las comunidades educativas de seis escuelas (una de ellas, privada) del barrio. La asamblea en el salón del sindicato mostró la potencia de la unidad de docentes, padres, alumnos y militantes de la vecinal. Allí, juntos trazaron un mapa de las necesidades del barrio y una serie de exigencias en cuanto a políticas públicas de prevención, obras de saneamiento y recuperación de espacios públicos para ponerlos al servicio de la comunidad, etc. 
Con esos antecedentes, fuimos replicando la lucha en unidad en otras escuelas, Zácacro– Constituyentes, Rivadavia, Floresta, Pueyrredón, Newbery, Baxada–Esparza, Zubiaur, Gaspar Benavento, Las Delicias y otras más. En todas ellas, fuimos abriendo la mano al gobierno y logrando soluciones –algunas menores y otras, muy importantes- a los problemas edilicios. 
 
Amenaza y chantaje urribarrista 
A mediados de 2015, encaramos la lucha por la reapertura de la discusión salarial. Ante la falta de un plan de lucha provincial debido a las vacilaciones y la traición celeste, comenzamos a implementar suspensión de actividades a las 10 de la mañana para movilizar a Casa de Gobierno. 
El gobierno de Urribarri intentó enemistarnos con la opinión pública usando a algunos funcionarios que, como padres de alumnos de la escuela del Centenario y el Normal, y presentados como “Padres Autoconvocados por la Educación” comenzaron a organizarse levantando firmas, haciendo declaraciones a la prensa y pretendiendo instrumentar al resto de los padres contra la lucha docente. 
Algunos medios periodísticos se mostraron confundidos y pasaron a recomendarnos revisar los métodos de lucha, preocupados por “el descontento de los padres”. A la siguiente movilización de la seccional, se sumó un nutrido grupo de padres de distintas escuelas en lucha para expresar su apoyo a nuestras demandas y demostrar que estábamos unidos en la defensa de la escuela pública. Muy rápidamente fue desarticulada la intentona urribarrista y el grupo de “Padres Autoconvocados” presentó un documento al Ministerio de Educación reconociendo la legitimidad de nuestra lucha y exigiendo al gobierno medidas para resolver el conflicto.
 
Triunfo en Baxada–Esparza
La escuela secundaria de La Baxada comparte el edificio con el secundario de la Esparza, de un barrio cercano. Tienen el SUM infectado de murciélagos, serios problemas en los sanitarios y todas las carencias que puedan imaginarse debidas al recorte en las partidas para insumos y mantenimiento.
A principios de mayo iniciamos una serie de asambleas con la comunidad educativa; allí acordaron una serie de demandas. El gobierno de la provincia se mostraba inflexible. El viernes 20 de mayo, toda la seccional Paraná suspendió actividades a las 10 para movilizar a Casa de Gobierno. Cientos de pibes de escuelas secundarias con problemas edilicios se agruparon en la cabecera de la marcha con sus carteles y banderas. Los docentes, alumnos y padres de La Baxada vinieron marchando, acompañados de ex alumnos, padres y abuelos las más de 30 cuadras hasta llegar al centro para confluir con la movilización. Fue una experiencia inolvidable para todos. 
Al otro día, en declaraciones a la prensa, Bordet descalificó la lucha acusando a los docentes paranaenses de “persistir en acciones que tienen más una motivación política”, demostrando además el desprecio a la comunidad educativa movilizada. El lunes siguiente, las dos escuelas solicitaron una nueva asamblea para continuar la lucha y esa misma mañana arribaron al establecimiento funcionarios de Arquitectura y del CGE a llevar soluciones, algunas inmediatas y otras a mediano plazo.
La defensa de la escuela pública por la comunidad educativa unida es un camino a seguir desarrollando. Tiene toda la potencia que le da la heterogeneidad de voces y experiencias que confluyen en una misma causa. Hace temblar a los ajustadores. Los pibes, en clase, ven la escuela como propia. Y, por sobre todo, significa un enorme salto en calidad: el de una comunidad tomando en sus manos la lucha para la resolución de sus necesidades.