Este montaje es dirigido por Araceli Flores de México, y Fernando Gutiérrez Rincón de Colombia, con la colaboración del artista argentino Pablo Alejandro Varela en video y asesoría multimedia. La dramaturgia es de Andrés Hito Rodríguez de Colombia, la cual fue Premio Nacional de dramaturgia en su país en el 2009. Así mismo esta puesta en escena recibió el apoyo PROteatro en el 2015.
Este montaje es dirigido por Araceli Flores de México, y Fernando Gutiérrez Rincón de Colombia, con la colaboración del artista argentino Pablo Alejandro Varela en video y asesoría multimedia. La dramaturgia es de Andrés Hito Rodríguez de Colombia, la cual fue Premio Nacional de dramaturgia en su país en el 2009. Así mismo esta puesta en escena recibió el apoyo PROteatro en el 2015.
Este grupo ha presentado diversos montajes en Buenos Aires, y en esta ocasión lo hace con una obra que articula el teatro dramático, los objetos y el video, para hablar sobre el abuso de poder que ejercen algunos funcionarios públicos orillando a ciudadanos a degradar sus creencias vitales, así como la violencia de género ejercida ante la vulnerabilidad de cubrir necesidades básicas. Nos cuenta cómo una ama de casa que espera salir favorecida en un programa de vivienda es entrevistada por un empleado denominado "El Tipo" quien la hace transitar por la desesperación , la humillación y la impotencia.
Flores comenta que les interesó en este montaje abordar la problemática que viven muchas personas en Latinoamérica, por un lado el abuso de poder que pueden ejercer diversos empleados públicos a la ciudadanía, así como la marginación del ciudadano para poder cubrir una necesidad básica como es la vivienda.
Por su parte Gutiérrez nos comparte que está obra inició en el 2015 cuando Centro Cultural Raíces los convocó a una lectura dramática y una vez presentada al público vieron el potencial no solo de la dramaturgia, sino de los elementos que exploraban para la puesta en escena como son: el video en vivo y los objetos a pequeña escala. A partir de esa experiencia decidieron montarla en co-producción con el Centro Cultural.
La agrupación nos invita a presenciar la obra que apunta a lenguajes contemporáneos, con bases teatrales fuertes y líneas simultáneas de discurso, donde los interpretes transitan entre varios roles en escena: actores, manipuladores de objetos y cámara, y técnicos de video. Encontraremos un texto dramático muy bien estructurado, y un montaje que se vincula con algunas problemáticas que se viven en estos momentos en Latinoamérica. Es de señalar que el espectador se encontrará con un espacio de reflexión, ya que a sus creadores les interesa dialogar con el público, en especial sobre sus experiencias relacionadas a la adquisición de vivienda y/o el abuso de poder.