El martes 5, fue abatido a tiros en Baton Rouge (Luisiana) un hombre negro de 37 años, Alton Sterling, a manos de dos policías blancos; y el miércoles 6 el joven Philando Castile fue asesinado por policías en Falcon Heights (Minesota). Castile fue detenido porque su auto tenía una luz trasera rota. Sterling fue abordado tras una llamada anónima, en la calle.
El martes 5, fue abatido a tiros en Baton Rouge (Luisiana) un hombre negro de 37 años, Alton Sterling, a manos de dos policías blancos; y el miércoles 6 el joven Philando Castile fue asesinado por policías en Falcon Heights (Minesota). Castile fue detenido porque su auto tenía una luz trasera rota. Sterling fue abordado tras una llamada anónima, en la calle.
Se realizaron manifestaciones de repudio en distintas ciudades del país. En la ciudad de Dallas, francotiradores mataron a 5 policías e hirieron a otros 6, durante una manifestación. Los asesinatos de Sterling y de Castile tuvieron particular reprecusión, porque ambos fueron filmados y subidos a la web, casi inmediatamente. En el caso de Sterling, un video desde otro vehículo muestra cómo el hombre es sacado de su auto y ejecutado literalmente en el piso. En el de Castile, quien fue baleado dentro de su auto, su novia filmó y transmitió en directo el hecho.
El repudio no se hizo esperar y centenares de manifestantes se congregaron en distintas ciudades, exigiendo justicia y una rápida condena de los policías. En Baton Rouge, donde murió Sterling, se manifestaron frente a la tienda donde fue asesinado. En Minesota protestaron frente a la casa del gobernador.
En Dallas es donde produjeron las muertes de policías por francotiradores, uno de los cuales se suicidó. Obama pasó de derramar lágrimas de cocodrilo por las muertes de Sterling y de Castile, a “exigir justicia” por las de los policías. Donald Trump y Hillary Clinton suspendieron sus campañas electorales tras la muerte de los policías.
Tras los casos de gatillo fácil, han resurgido las marchas bajo la consigna “Las vidas negras importan“, que se habían desarrollado hace dos años por otros sonados casos de violencia de policías blancos hacia jóvenes negros.
Frente al creciente reclamo de justicia, y la cabal demostración de la violencia racista que impera en Estados Unidos, está claro que particularmente Trump utilizará los asesinatos de policías para recrudecer su mensaje fascista, aunque Clinton no le ha esquivado el bulto en ponerse del lado del sistema policial yanqui. Diversas organizaciones de derechos humanos y de izquierda de Estados Unidos han vuelto a convocar a masivas marchas en las principales ciudades, para evitar que estos crímenes raciales de la policía queden impunes.