El complejo oleaginoso argentino exportó en 2015 tantas kilocalorías como para alimentar a 212,3 millones de personas en el mundo durante un año, luego de satisfacer la demanda interna, concluyó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).
El complejo oleaginoso argentino exportó en 2015 tantas kilocalorías como para alimentar a 212,3 millones de personas en el mundo durante un año, luego de satisfacer la demanda interna, concluyó la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara).
Sólo la exportación de harinas y granos oleaginosos, y aceites -productos que conforman e identifican al complejo sojero- alcanzó para abastecer al equivalente de toda la población del quinto país más poblado del mundo, Brasil (206 millones de habitantes), casi toda África del Norte (223,8 millones), casi la mitad de la Unión Europea (509,4 millones) o de Medio Oriente (423,3 millones), o la tercera parte de América latina (623,3 millones).
La Argentina es uno de los diez países en el mundo que exporta más de lo que consume, mientras tanto, según datos del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, un 4,6% de los menores que habitan nuestro suelo padeció episodios de hambre en 2015 y no contó con ningún tipo de alimentación gratuita, ya sea un comedor comunitario o la escuela, donde los niños se aseguran de recibir al menos un plato de comida al día.
A fines de 2015 había 4,9 millones de chicos de entre 0 y 17 años bajo la línea de la pobreza. Ese número representó un 40,4% de ese segmento. La indigencia, en tanto, alcanzó a 1,1 millones (9,2%).
Las medidas tomadas por el gobierno de Mauricio Macri agravaron la situación y profundizaron el hambre mientras que generaron, en este primer trimestre, 16% más de ganancias al complejo oleaginoso. No todos perdimos en este primer semestre, no todos ganaremos en los que vengan.