El cambio en políticas económicas que viene realizando el gobierno nacional de Macri, junto a la situación del mundo y la región, golpean de lleno a la industria electrónica cuyos trabajadores reclaman medidas frente a la pérdida de puestos de trabajo, el recorte en el horario y las suspensiones que viene sufriendo el sector industrial.
El cambio en políticas económicas que viene realizando el gobierno nacional de Macri, junto a la situación del mundo y la región, golpean de lleno a la industria electrónica cuyos trabajadores reclaman medidas frente a la pérdida de puestos de trabajo, el recorte en el horario y las suspensiones que viene sufriendo el sector industrial.
La suba del dólar a comienzos de año favoreció a grandes cerealeras y pooles de siembra que pudieron vender su producción, especulando de la mano de la quita de retenciones, mientras que por otro lado esa política de un dólar alto golpea a la importación de materiales de primera instancia para su posterior ensamble (no olvidemos que en la provincia no producimos, tal como vendió imagen el kirchnerismo durante años, solamente se ensambla). Esto implica que el volumen de producción no es el mismo, y el mercado al que va dirigido, que casi en su totalidad es el brasileño, atraviesa un momento político y económico sumamente complejo. También se siente el aterrizaje forzoso de la economía del imperialismo chino.
En cuanto a las fuentes de trabajo, se declaró en quiebra la empresa Foxman, 40 trabajadores quedaron desde diciembre en la calle, sin cobrar sueldos, y tomaron la fábrica. En las grandes fábricas cada vez más se siente el peso de los despidos y las suspensiones que se vienen dando desde el año pasado. Se habla de números importantes, de tandas de 200, 300 personas. Muchas empresas jugaron a los retiros voluntarios y arreglos por debajo para garantizar que la crisis pase.
Crece la precariedad laboral
El movimiento obrero fabril es combativo y se moviliza, pero lamentablemente seguimos escuchando discursos como los de Oscar Martínez quien dirige la UOM seccional Río Grande, y que plantea que sólo con el gobierno de Macri estamos peor que antes, y que es volver a los ‘90. Es cierto en parte porque el gobierno de Macri, con Bertone en nuestra provincia están haciendo estragos y aplicando medidas de ajuste, pero lo que olvida Martínez es que, durante el kirchnerismo, la reactivación económica industrial de la electrónica que se da a partir del 2007 -en adelante- se pudo desarrollar sobre la base de la superexplotación laboral de toda la camada joven que comienza a ingresar en los puestos de trabajo, de a miles. Y no sólo eso sino que los contratos basura y la precariedad laboral es una de las peores condiciones de vida con contratos de 30 días, cada 60 días. ¿Cómo puede un joven que se inserta laboralmente, o ya viene trabajando, comenzar a planificar su vida sobre la base de semejante inestabilidad?
La inflación siempre ha golpeado duro al bolsillo de los obreros y del pueblo. En una familia no hay sueldo que baste (cuando se dice que el mejor sueldo y la diferencia se realizan en la fábrica). El aumento de los alquileres en nuestra ciudad, y de las tarifas de luz, gas, nafta, de la canasta básica, implican una pérdida penosa del salario. Esto siempre es un nudo de debate, ya que si bien el sueldo en la fábrica se dice ser alto, éste se licua ante gastos mensuales. Tomando como referencia a una obrera u obrero con hijos esta condición es aún más complicada.
El número de operarios efectivos no se compara en la balanza con quienes están en la condición de PPD (Personal Permanente Discontinuo. Contratos que sólo aseguran cuatro meses de trabajo a los empleados), ni con la gruesa base de quienes son “contratados”. Por ello los más castigados son los contratos y personal PPD.
Nos solidarizamos con la causa y la movilización obrera y popular en defensa de los puestos de trabajo, de la lucha por una verdadera industrialización de nuestro país en el marco de la verdadera independencia política y económica de nuestro país enmarcado en 200 años de la declaración de la independencia. Pero no nos comemos el verso de Macri, y de su modelo económico y gobierno de gerentes de empresa, pero tampoco dejamos de nombrar la herencia kirchnerista (que sí prefiere no hacerlo Martínez), de superexplotación brutal y contratos basura, la mismísima flexibilidad laboral menemista, y que con el kirchnerismo la relación estratégica de dependencia era con China (que nos exporta sus productos para ser ensamblados).
Es necesaria la más amplia unidad contra el ajuste y los tarifazos, contra despidos y suspensiones, y del conjunto de sectores populares que vienen siendo castigados por la política de Bertone (FPV) y su paquete de leyes que de una u otra forma golpea a todos los sectores populares por igual y aplica justificando al gobierno macrista. Y construir un programa político en unidad con otros sectores para conquistar otra política, de abajo, independiente y que tome cartas en el asunto. Como también tenemos el objetivo, de generar desde abajo una corriente sindical combativa y democrática, que ponga en práctica la práctica la más grande participación obrera mediante sus delegados, asambleas de sectores y generales, y recupere el gremio en manos de sus trabajadores no sólo para luchar por lo posible sino por lo que resulta necesario.
