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27 de julio de 2016

Sobre la unificación de las CGT

Unir desde abajo para empujar las luchas

 
Después de los cinco paros generales que le hicimos a Cristina Kirchner y las luchas de este año contra la política de ajuste de Macri, que es la profundización y descarga sobre el pueblo de la herencia kirchnerista, desde ya que toda perspectiva de unidad de los trabajadores es importante. 

 
Después de los cinco paros generales que le hicimos a Cristina Kirchner y las luchas de este año contra la política de ajuste de Macri, que es la profundización y descarga sobre el pueblo de la herencia kirchnerista, desde ya que toda perspectiva de unidad de los trabajadores es importante. 
El 22 de agosto -con un triunvirato- se iría a una unificación de las CGT de Moyano, Barrionuevo y de Caló -que fue el sector colaboracionista con el gobierno, aunque muchos se alinearon con Massa, y otros con Macri. 
En la Argentina actual, el 17% de las fábricas y los lugares de trabajo tienen delegados, el resto no tiene; esto quiere decir además que esta unificación de la CGT es de un sector de los que está sindicalizados, que no es mayoritario hoy, sobre todo de los grandes gremios y de las grandes empresas de concentración. 
Como vienen las cosas, parecería que viene un cambio con los tres dirigentes, que podrían ser Smith por el sector de Moyano, Daer por el de Caló, y Acuña por el de Barrionuevo. Lo que llevarían a unificar las tres CGT en una sola, con tres cabezas.
En lo inmediato, la actitud que tiene este sector sindical es de darle tiempo al gobierno de Macri. A la vez, reciben una presión continua porque siguen los despidos, y la recesión económica. Hoy, la situación del movimiento obrero es difícil. Macri nombró a dos miembros de la Corte Suprema que garantizan que no va a haber ningún fallo a favor de los cuerpos de delegados y comisiones internas. Tenemos un Estado con una economía muy extranjerizada, donde las grandes fábricas están dominadas por monopolios imperialistas. Si hablamos del automotor, de las metalúrgicas, en varias ramas de la producción donde este sindicalismo es fuerte, los patrones son imperialistas. 
Por lo tanto ¿qué va a hacer esta nueva conducción de la CGT? ¿Se une para luchar o se une para garantizar la gobernabilidad de un Estado podrido hasta los tuétanos? Un Estado atravesado por el narcotráfico, la corrupción, que es como un árbol que por donde lo mires, ya no da sombra ni da frutos al pueblo.
Por supuesto que conocemos muy bien a los dirigentes sindicales argentinos, algunas cosas van a hacer. No podemos dejar de lado lo que pasó el 29 de abril con los 300 mil que participaron del masivo paro y acto convocado por las centrales. Por otro lado, el gobierno vetó la ley antidespidos pero no hubo paro general. Es decir que la perspectiva de esta nueva conducción de la CGT va a tener que ver con lo que estén opinando los patrones. Este es un problema que tenemos en lo que sigue. De antemano, no podemos decir que no van a hacer nada, algo tienen que hacer porque tienen que desinflar o amortiguar la caldera que se va levantando. Y hasta el momento no vemos que se esté gestando un nuevo modelo, sino más bien para sostener la gobernabilidad. Aunque hay gremios que vienen hablando de reabrir las paritarias y de paro nacional.
Nosotros tenemos que luchar desde abajo. El tema es qué hacemos la CTA-A, los gremios combativos, y los movimientos sociales. Cómo sacamos una jornada de lucha unificada que cree las condiciones para un paro nacional multisectorial, como se hizo durante los cinco paros generales durante la época de Cristina. Es decir, que hubo una lucha desde abajo, desde las comisiones internas, los sindicatos de base, con grandes luchas de varios gremios estatales y privados, y eso fue catalizado en la CTA-A, sindicatos combativos, y desde allí y con grandes jornadas de lucha, se logró la confluencia. 
Está en discusión qué se va a hacer con los despidos, con el impuesto a las ganancias, los tarifazos, las reaperturas de paritarias… es objetivo el tener que luchar, la mayoría de los gremios cerró entre 32 y 33%, otros 38% pero la inflación interanual es del 47%, es decir que se ha perdido de mínima el 10 al 15% del poder adquisitivo de los salarios, por lo tanto no es que no hay necesidad de luchar. 
Por eso, ante esta nueva conducción unificada, nosotros sumaremos y uniremos pero sobre la base de garantizar desde abajo jornadas nacionales de lucha y paro de todos los gremios que podamos. Trabajamos para el paro nacional multisectorial  contra el ajuste macrista,  y por todos los reclamos obreros, campesinos y de los pueblos originarios y los sectores populares.