La reunión, calificada de histórica tanto por Héctor Daer como por Juan Carlos Alderete, abordó en extenso un diagnóstico de la grave situación social, producto de la política de ajuste del gobierno de Macri, y programó una agenda común de trabajo que comienza el 24 de septiembre con la realización de una jornada por Techo, tierra y trabajo en el salón Felipe Vallese de la CGT.
La reunión, calificada de histórica tanto por Héctor Daer como por Juan Carlos Alderete, abordó en extenso un diagnóstico de la grave situación social, producto de la política de ajuste del gobierno de Macri, y programó una agenda común de trabajo que comienza el 24 de septiembre con la realización de una jornada por Techo, tierra y trabajo en el salón Felipe Vallese de la CGT.
Hubo coincidencia además en destacar que históricamente el movimiento obrero no ha sido ni es desestabilizador de los gobiernos, salvo en tiempos de dictadura. Tanto la CCC, como Barrios de Pie y la CTEP detallaron sus propuestas en torno a la emergencia social, que fueron el eje de la masiva convocatoria del 7 de agosto.
Por la Corriente Clasista y Combativa participaron Mariano Sánchez, Juan Carlos Alderete y Amancay Ardura. Por Barrios de Pie estuvo Daniel Menéndez, por el Movimiento Evita Emilio Pérsico y por la CTEP Esteban Castro, entre otros compañeros. Fueron recibidos por los flamantes secretarios generales de la central obrera: Héctor Daer, Carlos Acuña y Juan Carlos Schmid, y por secretarios gremiales como Julio Piumato, Pablo Moyano, Omar Plaini, Rodolfo Daer, entre otros.
Desde distintos sectores de la CGT se planteó la necesidad de unificar a todos los sectores de trabajadores, formales, informales, desocupados, precarizados, jubilados, etc., y se acordó en avanzar hacia acciones comunes que expresen el descontento con esta política. La CGT planteó que discutirán su plan de acción en el Confederal del 23 de septiembre.
Al término de la reunión, en una conferencia de prensa, Daer (secretario de Sanidad) afirmó que “hemos dado un paso fundamental en la unidad entre los que tenemos trabajo formal y los trabajadores informales” y que “vamos a avanzar no sólo en la unidad de acción, sino en una estrategia en común”. Por su parte, Alderete destacó que para la CCC también es muy importante la reunión, porque “desde hace 22 años que tenemos la concepción que el movimiento de trabajadores desocupados es transitorio, y somos parte del movimiento obrero”, y afirmó que hay acuerdos frente “a las políticas de los gobiernos que nos vienen saqueando y destruyendo la industria nacional, que es la creadora de puestos de trabajo”, y está creciendo la desocupación muchísimo, “lo que nos hace acordar al 2000/2001, a lo que no queremos volver”.
Daniel Menéndez expresó que “Coincidimos con la central obrera en que el Gobierno declare la emergencia social y convoque a un diálogo multisectorial, para adoptar luego medidas urgentes que permitan revertir el incremento de la pobreza y el deterioro del poder adquisitivo de los trabajadores”. Carlos Acuña (Empleados de Estaciones de Servicios y vinculado a Barrionuevo) planteó que hay que exigirle al gobierno que genere puestos de trabajo y criticó al gobierno de Macri por trabajar para sectores económicos enriquecidos. Esteban Castro (CTEP) rescató que “venimos estableciendo una unidad en las calles, y no somos desestabilizadores del gobierno”, avanzando en una agenda común de trabajo.
Cerró la conferencia de prensa Juan Carlos Schmid (Confederación del Transporte) afirmando que con esta reunión “La central obrera cierra un ciclo histórico”, reconociendo el cambio de composición de la clase trabajadora en la Argentina. Esa consigna que enarbolaba la CGT de Ubaldini al final de la dictadura de “Paz, pan y trabajo” ahora se transforma en “Tierra, techo y trabajo”.
“Una agenda común para enfrentar esta política”
Al finalizar la reunión, el coordinador de la CCC, Amancay Ardura, nos decía: “Creo que la reunión tuvo una enorme importancia. Hemos podido intercambiar un diagnóstico de la situación a nueve meses de este gobierno. Por supuesto que en ese diagnóstico han estado los condimentos de la herencia recibida, pero sobre todo del eje de la política de este gobierno. Ha sido caracterizado de liberal, neoliberal. Se dijo que estamos enfrentando una política que no tiene nada que ver con los trabajadores, más allá que muchos trabajadores lo hayan votado. En segundo lugar se analizó el tema de los despidos y la enorme masa de trabajadores excluidos, tercerizados, desocupados, mujeres, campesinos pobres y originarios que representan nuestras organizaciones. La CGT dice que le ha llevado un tiempo ver que la clase trabajadora ya no es lo que era antes, que es una clase obrera distinta, con todos estos componentes, es lo que genera el capitalismo hoy. Si bien todos recordamos el camino recorrido juntos, desde los paros contra la dictadura, hasta los cinco paros generales a Cristina, varios calificaron de histórica la reunión porque tiene carácter institucional. Hemos sumado los números de las grandes luchas de este año que muestran una amalgama de cómo la clase obrera –a pesar de las diferencias y discusiones- va uniendo una agenda común para enfrentar esta política.
Ha quedado muy claro que la unidad de la clase obrera cierra el paso a los desestabilizadores, no es la clase obrera la que desestabiliza, salvo a las dictaduras. Por eso es al revés de lo que dice Macri, que las luchas son desestabilizadoras.
“Plaini ha dicho que la clase obrera tiene que buscar un proyecto político propio para generar el poder popular. De allí que están preparando un programa de 20 puntos. Ha habido otros ejemplos en la historia, como los programas de Huerta Grande, los 26 puntos, etc.
Nosotros le hemos dicho que queremos articular, nos proponen que la reunión por techo tierra y trabajo se haga en la CGT, y acordamos. Y les planteamos que tenemos que ir a una acción todos juntos, y pronto. Nos plantean que tienen que esperar al plenario del 23 de septiembre, pero se respira un aire a un posible paro general, fue una reunión muy importante”, concluyó Ardura.
