Desde la llegada de la nueva administración del Indec nos hemos planteado la necesidad de ordenar y acercar nuestras demandas. Esto sin olvidar que desde mediados del 2006 y hasta el 10 de diciembre del 2015 el organismo sufrió presiones y desde febrero del 2007 fue intervenido.
Desde la llegada de la nueva administración del Indec nos hemos planteado la necesidad de ordenar y acercar nuestras demandas. Esto sin olvidar que desde mediados del 2006 y hasta el 10 de diciembre del 2015 el organismo sufrió presiones y desde febrero del 2007 fue intervenido.
Esta situación por todos conocida, se hizo visible desde el colectivo de ATE-Indec, a través de denuncias, abrazos simbólicos al organismo, audiencias públicas en las Cámaras de Diputados y Senadores de la Nación, ejercicios de estimación de inflación y pobreza entre otros, difusión del conflicto en distintas provincias del país; además de la intención de sistematizar las denuncias en el libro “No somos cómplices de la Mentira” y su epilogo.
Presentamos, además, en distintos documentos de nuestra Comisión Técnica, las irregularidades y posibles falencias de varios programas y operativos centrales para la actividad del Instituto, empezando por el IPC, pero también: Censo Agropecuario, Censo Nacional de Población 2010, Engho 2013, Crecimiento artificial del PBI, entre otras denuncias que ampliaremos en breve.
Fue además parte de nuestra posición respecto al sistema estadístico nacional el rechazo a toda injerencia del FMI, consultoras privadas y los bonistas de la deuda pública.
Con la salida el pasado 28 de septiembre del dato de pobreza, el director del Indec, licenciado Jorge Todesca, informó que se acababa la emergencia estadística en su etapa más crítica, con lo que se proyecta una etapa en la que se desarrollarán las discusiones que van a proyectar el Instituto de los próximos años. Entendemos que en esa etapa se debe acabar con la precariedad laboral y los salarios de miseria.
Abundaron elogios para el actual director, pero nos hubiera alegrado que los mismos fueran también dirigidos al personal que se ha puesto al hombro el trabajo de poner en funcionamiento el sistema estadístico y su muy laboriosa normalización. Debemos señalar la importancia del retorno (incompleto) de trabajadores expulsados por la intervención, la reconstrucción de equipos técnicos y la devolución de tareas a quienes les fueron quitadas por oponerse a la manipulación.
Seguimos reclamando ser parte de la discusión de la normalización del Indec, el pase a planta permanente con estabilidad inmediata ahora, sin dilaciones, nuevo convenio y salarios dignos. La salida de la patota y ex funcionarios cómplices de la manipulación de las estadísticas. Además del respeto a nuestro gremio y a la actividad gremial.
Fuimos y somos responsables de nuestras acciones gremiales. No aceptamos prebendas ni beneficios indebidos. Cualquier denuncia que haga el director nacional respecto del comportamiento gremial, sin individualizar su destinatario, lo vamos a entender, como mínimo, como una grave inexactitud. Como máximo, sería una provocación y un acto antisindical, pasible de una denuncia en ese terreno. Queremos interpretar ese comportamiento como una inexactitud. Pero su reiteración en medios públicos nos preocupa y así lo manifestamos.
Seguimos exigiendo pago igualitario y universal de horas censales; reencasillamiento del personal en planta transitoria y Resolución 48, en el tránsito a la planta permanente; pago adicional de horas extras para todos, considerando el particular achatamiento de los niveles escalafonarios en nuestro organismo.
Y estamos obligados a plantearle a quienes hoy pretenden cambiar la modalidad de trabajo de cientos de compañeros con el cambio de la forma de relevamiento de distintos programas (de presencial a web) que no puede producirse a costa de puestos de trabajo ni salarios de nuestros compañeros.
- Pase a planta permanente con estabilidad inmediata ya.
- Nuevo convenio.
- Independencia del poder político.
- La única planta “óptima” es la planta permanente para todos.
