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19 de octubre de 2016

Latifundismo e imperialismo

Una de las bases de la opresión y la pobreza en todo el país

 

 
Para información de nuestros lectores, de cómo se distribuye el total de la superficie censada según el tamaño de las explotaciones agropecuarias con límites definidos, publicamos un cuadro resumido con el número de explotaciones y su escala de extensión en hectáreas, según el Censo Nacional Agropecuario 2002, el último confiable al respecto. El Censo 2008, realizado en el año de la Rebelión Agraria, adolece de muchos errores y, como toda la estadística posterior a la intervención del Indec –año 2007–, no es confiable, es imprescindible realizar un nuevo Censo que permita reflejar el avance de la concentración de la tierra a posteriori del año 2002.
Los censos se realizan sobre las explotaciones agropecuarias con límites definidos, que da un total de 297.425 explotaciones que cubren 174.808.564 hectáreas, sobre el total de 278.040.000 hectáreas que tiene el país de superficie continental (el 37,5% que no está incluido serían principalmente montañas, sierras y Puna, sin explotaciones con límites definidos).
Como se puede ver en el cuadro adjunto, las explotaciones de hasta 50 hectáreas son casi la mitad del total disponiendo de sólo un 1,31% del total de la tierra censada, mientras que apenas 2% de las explotaciones disponen de la mitad de las hectáreas censadas. Por un error en la suma de las superficies de las explotaciones agropecuarias con límites definidos, en el cuadro que publicamos en nuestra edición anterior (ver: “Latifundismo e imperialismo”, hoy, n° 1639, pág. 12) se consignan 92.272.628 hectáreas para las explotaciones de más de 5.000 hectáreas, cuando la cifra correcta es 87.319.886 hectáreas. Es decir que ese 2,07% de las explotaciones censadas, monopoliza el 49,95% del total de las 174.808.564 hectáreas en explotaciones agropecuarias con límites definidos censadas. 
Esto da una idea de la monopolización de la tierra en la Argentina, aún con las limitaciones que tiene el Censo, al hacerse por explotaciones y no por propiedad, ya que las familias o sociedades de grandes terratenientes (sean nacionales o extranjeros), disponen de varias explotaciones en distintos lugares del país.