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08 de noviembre de 2016

La marcha multisectorial de las economías regionales ha sido un enorme triunfo político que ha puesto en el centro de la escena a la Argentina profunda.

El protagonismo de los más pobres

Hora Política Hoy Nº 1643

1. Un hecho extraordinario

La Marcha Multisectorial de las Economías Regionales ha sido un hecho extraordinario, de profundas consecuencias sociales, económicas, culturales y políticas.

1. Un hecho extraordinario

La Marcha Multisectorial de las Economías Regionales ha sido un hecho extraordinario, de profundas consecuencias sociales, económicas, culturales y políticas.

Desde mayo, cuando el 2° Congreso Nacional de la Federación Nacional Campesina, en el Chaco, propuso la Marcha Multisectorial, y pocas semanas después la hizo suya el 10° Encuentro Nacional de Pueblos y Naciones Originarias, hubo una durísima batalla política para impedir que se unieran y marchen a Plaza de Mayo tantas luchas silenciadas y sin respuestas de los pobres del campo.

La tierra de decenas de miles de pequeños productores, y los territorios ancestrales de las comunidades y pueblos originarios, son millones de hectáreas en conflicto. El kirchnerismo impuso un genocidio silencioso: correrlos de sus tierras y territorios ahí donde hay petróleo, megaminería y agronegocios sojeros. Correrlos a las villas y asentamientos de las ciudades. Ese despoblamiento de las fronteras las convirtió en un colador para el narcotráfico, la trata, el contrabando y otras mafias. Y la falta de trabajo en las ciudades, como denunció una campesina de Pampa del Indio, pone a sus hijos en manos de esas mafias.

La llegada del macrismo agravó ese genocidio silencioso. Llegó con el plan de la rosca sojera de ampliar sus agronegocios, que benefician a un puñado de grandes terratenientes, grandes pules y monopolios en su mayoría imperialistas. Un plan que profundiza el despoblamiento de las fronteras, transformándolas en una autopista para las mafias, y empuja a los jóvenes a territorios hoy controlados por esas mismas mafias.

 

2. La defensa de las economías regionales

La Marcha Multisectorial unió a los más pobres del campo con los demás sectores castigados por la crisis de las economías regionales: trabajadores, chacareros. Cada semana cierra un tambo, un pequeño o mediano comercio o una pequeña o mediana industria en los pueblos y ciudades de provincia.

De 100 millones de dólares de té que se exportan, 2 millones van al productor, y 98 millones a un puñado de exportadores. De 700.000 hectáreas que se sembraban de algodón, el cultivo tradicional de los campesinos chaqueños, este año se sembraron 100.000. En la fruta y la verdura, por cada peso que le pagan al productor se llevan $10 los monopolios intermediarios, del comercio y exportadores. Y el gobierno castiga al productor abriendo las importaciones.

Ahorcan al trabajador y al productor, se llenan los bolsillos un puñado de grandes terratenientes y monopolios, y el pueblo paga caro lo que consume. Muchas intendencias y provincias están en manos del chantaje de las finanzas del gobierno nacional.

 

3. La emergencia social

La Marcha Multisectorial unió a los pobres del campo con los de las ciudades. También se unieron campesinos y chacareros de la FAA, los estudiantes de la FUA, y trabajadores estatales de ATE de las reparticiones vinculadas al campo.

La CCC, la CTEP y Barrios de Pie, que fueron parte de las columnas, se movilizaron y confluyeron, sumando sus reclamos. En particular, el proyecto de Ley de Emergencia Social que avanza en el Congreso y el gobierno de Macri trata de frenar y amenaza vetar.

Tres millones de personas viven en villas de emergencia, la mitad de ellas en el Gran Buenos Aires. En la Capital Federal, cada día hay 30 personas más en las villas, desde hace 3 años.

Crecen el hambre, la desocupación y la precarización del trabajo; y la mitad de los trabajadores en blanco gana menos de $8.000.

El gobierno macaneó varias veces con el fin de la recesión, hasta inventó la fórmula de que había “brotes verdes” de reactivación económica. Usó para eso el aumento de la venta de cemento para la construcción. La realidad es que la venta de cemento, de los últimos 10 meses cayó en 9, apenas subió algo en setiembre, y volvió a caer en octubre, un 18,3%. También en octubre hubo 5.130 despidos (suman 124.778 los trabajadores en blanco que perdieron su empleo durante el gobierno de Macri), y en el último mes, las suspensiones crecieron un 24,7%.

 

4. El interior profundo en Buenos Aires

La Marcha Multisectorial planteó sus reclamos en las mesas de negociación con el gobierno.

Hizo escuchar discursos en varias lenguas que son parte de la cultura nacional negada por la cultura oligárquica dominante.

El esfuerzo de las delegaciones de cada provincia fue enorme. Hubo contingentes, como en el Chaco y otros lugares, que caminaron y subieron a camiones y micros desde varios días antes. La solidaridad fue la base de la organización. También fue enorme el esfuerzo de la CCC del Gran Buenos Aires y la Capital Federal, y el aporte de cada una de las fuerzas que participaron.

Fueron esos enormes esfuerzos los que rompieron el silencio y ganaron las calles de la Capital Federal. Querían ser protagonistas y lo fueron, con sus reclamos, con su sed de tierra para el que la trabaja, de tierra y territorio para los originarios, de trabajo y emergencia social para los desocupados y precarizados, de aumento ya de las jubilaciones, etc.

Con el grito de los campesinos, y la unidad con los desocupados y precarizados, y los demás sectores populares, se afirmó nacionalmente, la existencia de un nuevo protagonista en el escenario social y político. Y se puso en la agenda política, la urgencia de respuestas a las crisis regionales y el federalismo.

Además, reclamaron al movimiento obrero, y a los demás sectores populares, un paro nacional activo y multisectorial que fuerce al gobierno a abrir la mano. Ya hay una próxima cita el 18, por las respuestas a los reclamos planteados, y la movilización al Congreso de la CTEP, la CCC y Barrios de Pie, junto con la CGT por la emergencia social.

 

5. Unir en la política lo que se une en las calles

La Marcha Multisectorial ha sido un enorme triunfo político de sus protagonistas. Ensanchó el escenario de las fuerzas en lucha en la calle. Ese escenario social remueve y agita el escenario político. Macri quiere polarizar con Cristina para tapar su ajuste y su entrega. Y Cristina quiere polarizar con Macri, presentándose como “proscripta”: mandó a Boudou al palco del acto de las dos CTA sin vergüenza por su herencia y su corrupción.

Este ha sido un año de extraordinarios hechos de los trabajadores, el campesinado, las mujeres, la juventud y otros sectores populares.

La realidad social, y el profundo debate político que hay en las masas, siguen planteando el desafío de unir en la política lo que se une en las calles. Para impedir que Macri y Cristina dividan a los que están unidos en la lucha.

La FNC, Originarios en Lucha, la CCC, la CTEP, Barrios de Pie, la CEPA y el MUS han jugado un gran papel en el éxito de la Marcha Multisectorial. También el PTP y el PCR y otras fuerzas del Frente Popular. La lucha crea lazos de unidad, que suman nuevas condiciones para los frentes políticos, en cada provincia, de cara a las próximas elecciones. Y también, de cara a la continuidad y profundización de la lucha, que va a ser prolongada, y con tormentas.